ISAÍAS 24:16-23
ISAÍAS 24:16-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Desde el extremo de la tierra los hemos oído cantar: “¡Honor al justo!” Pero yo dije: ¡Ay, qué miseria, qué miseria! ¡Los traidores cometen una vil traición! Los habitantes de la tierra serán como animales perseguidos por los cazadores o en peligro de caer en un hoyo o una trampa. El que escape de los cazadores caerá en el hoyo, y el que salga del hoyo caerá en la trampa. Un diluvio vendrá del cielo y temblarán los cimientos de la tierra. La tierra temblará de un modo terrible; se sacudirá, se hará pedazos. Se tambaleará como un borracho, temblará como una débil choza. Sus pecados pesan tanto sobre ella, que caerá y no volverá a levantarse. Aquel día, el Señor castigará a los poderes celestiales y a los reyes de la tierra; los reunirá, los encerrará en un calabozo, los tendrá encarcelados, y después de mucho tiempo los castigará. Cuando el Señor todopoderoso actúe como rey en el monte Sión, en Jerusalén, el sol y la luna se oscurecerán y los jefes de su pueblo verán la gloria del Señor.
ISAÍAS 24:16-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
De los extremos de la tierra hemos escuchado cánticos: «¡Gloria al justo!». Y yo dije: «¡Mi desdicha, mi desdicha, ay de mí!». Los traidores traicionan, los traidores traman traiciones. ¡Terror, foso y red sobre ti, habitante del país! Y acontecerá que el que huya de la voz del terror caerá en el foso; y el que salga de en medio del foso será atrapado en la red; porque de lo alto se abrirán ventanas y temblarán los cimientos de la tierra. Será destruida del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio y será removida como una choza, y tanto pesará sobre ella su pecado, que nunca más se levantará. Acontecerá en aquel día que el Señor castigará al ejército de los cielos en lo alto y a los reyes de la tierra sobre la tierra. Serán amontonados como se amontona a los encarcelados en una mazmorra, y en prisión quedarán encerrados. Y al cabo de muchos días serán castigados. La luna se avergonzará y el sol se confundirá, cuando el Señor de los ejércitos reine en el monte de Sion, en Jerusalén, y brille su gloria delante de sus ancianos.
ISAÍAS 24:16-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Desde el confín de la tierra oímos cantos de alegría: «Gloria al justo». Yo, en cambio, pensaba: «Pobre de mí, pobre de mí, ay de mí, los traidores traicionan, los traidores traman traiciones». Terror, trampa y zanja para ti, morador del país. El que huya del grito aterrador caerá de lleno en la trampa. Aquel que salga de la trampa, será apresado en la zanja. Las compuertas celestes se abren, tiemblan los cimientos del orbe; se raja y resquebraja la tierra, se quiebra y agrieta la tierra, tiembla y retiembla la tierra. La tierra se tambalea como un borracho, insegura, lo mismo que una choza, soportando el peso de sus faltas: caerá sin volver a levantarse. Aquel día juzgará el Señor al ejército del cielo en el cielo y a los reyes de la tierra en la tierra. Serán reunidos, amontonados, encadenados en una mazmorra, encerrados en un calabozo, juzgados con el paso del tiempo. La luna escapará avergonzada, el sol se ocultará abochornado, pues reina el Señor del universo en el monte Sion y en Jerusalén, honrado en medio de sus ancianos.
ISAÍAS 24:16-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Desde los confines de la tierra oímos cantar: «¡Gloria al justo!» Pero yo digo: «¡Ay de mí! ¡Qué dolor, me consumo!» Los traidores traicionan, los traidores maquinan traiciones. ¡Terror, fosa y trampa están contra ti, habitante de la tierra! Quien huya del grito de terror caerá en la fosa, y quien suba del fondo de la fosa caerá en la trampa, porque abiertas están las ventanas de lo alto, y tiemblan los cimientos de la tierra. La tierra se quiebra, se desintegra; la tierra se agrieta, se resquebraja; la tierra tiembla y retiembla. La tierra se tambalea como un borracho, se sacude como una choza. Tanto pesa sobre ella su rebelión que caerá para no volver a levantarse. En aquel día el SEÑOR castigará a los poderes celestiales en el cielo y a los reyes terrenales en la tierra. Serán amontonados en un pozo, como prisioneros entre rejas, y después de muchos días se les castigará. La luna se sonrojará y el sol se avergonzará, porque sobre el monte Sión, sobre Jerusalén, reinará el SEÑOR Todopoderoso, glorioso entre sus ancianos.