ISAÍAS 2:6-22
ISAÍAS 2:6-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Ciertamente, tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. Su tierra está llena de plata y de oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos y sus carros son innumerables. Además, su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. Así se ha inclinado el hombre y cada uno se ha humillado; por tanto, no los perdones. ¡Métete en la peña y en el polvo escóndete de la presencia temible del Señor y del resplandor de su majestad! La mirada de los altivos será abatida; la soberbia humana será humillada. Solo el Señor será exaltado en aquel día. Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo el que es arrogante, para humillarlo; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta y sobre todo muro fortificado; sobre todas las naves de Tarsis y sobre todos los barcos lujosos. La altivez humana será abatida; la soberbia humana será humillada. Solo el Señor será exaltado en aquel día. Y acabará por completo con los ídolos. Se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, a causa de la presencia temible del Señor y del resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra. Aquel día la gente arrojará a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorara. Se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, a causa de la presencia formidable del Señor y del resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra. ¡Dejad de confiar en el hombre, que es muy poco lo que vale! ¡Su vida no es más que un soplo en la nariz!
ISAÍAS 2:6-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Has abandonado a tu pueblo, a la casa de Jacob, que estaba repleta de adivinos, de magos, como entre filisteos, y hacía tratos con extraños. Se llenó su país de oro y plata, sus tesoros eran infinitos; se llenó su país de caballos, sus carros eran infinitos. Y se llenó su país de ídolos, adoraban la obra de sus manos, la que modelaron sus dedos. El mortal quedó rebajado, el ser humano quedó humillado, ¡pero no lo perdones! Métete en la roca, ocúltate en el polvo, que llega el Señor terrible, henchido de majestad. Será humillada la mirada altiva, abatida la arrogancia humana; solo el Señor será ensalzado cuando llegue aquel día: el día del Señor del universo, contra todo orgullo y arrogancia, contra toda altanería y altivez; contra todos los cedros del Líbano, cedros encumbrados y empinados, contra todas las encinas de Basán; contra todos los montes encumbrados, contra todas las colinas elevadas; contra todas las altas torres, contra toda muralla defensiva; contra todas las naves de Tarsis, contra todos los barcos comerciales. Será abatida la arrogancia humana, humillada la altivez del ser humano; solo el Señor será ensalzado cuando llegue aquel día; los ídolos se esfumarán del todo. Se meterán en las grutas de las rocas, en las grietas del terreno, cuando llegue el Señor terrible, henchido de majestad, dispuesto a causar terror a la tierra. Aquel día la gente se deshará de sus ídolos de plata y de oro (que se hizo para darles culto), de los topos y de los murciélagos; se meterá en las grutas de las rocas, en las grietas de las peñas, cuando llegue el Señor terrible, henchido de majestad, dispuesto a causar terror a la tierra. No os apoyéis en el ser humano que solo es un soplo en la nariz; ¿qué valor tiene en realidad?
ISAÍAS 2:6-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob; el país está lleno de adivinos venidos de oriente, de magos como entre los filisteos, y se hacen tratos con extranjeros. El país está lleno de oro y plata, de tesoros inmensos; el país está lleno de caballos y de infinidad de carros. ¡Pero también está lleno de ídolos! La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos, con sus propios dedos. Se han humillado, se han rebajado. ¡No los perdones! La gente se meterá entre las rocas, debajo del suelo; se esconderá de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad. Los orgullosos tendrán que bajar la vista; los altaneros se verán humillados. Tan sólo el Señor mostrará su grandeza en aquel día, el día en que el Señor todopoderoso actúe contra todo hombre orgulloso y soberbio, contra todo hombre altanero, para humillarlo; contra todos los que se creen cedros del Líbano, altos y elevados, o robles de Basán; contra todos los que se creen montes altos o cerros elevados; contra todos los que se creen torres altas o fuertes murallas; contra todos los que se creen naves de Tarsis o barcos preciosos. Los orgullosos y altaneros serán humillados por completo. Solamente el Señor mostrará su grandeza en aquel día, y acabará con todos los ídolos. Cuando el Señor se levante y llene de terror la tierra, la gente se meterá en las cuevas de las rocas, en los hoyos del suelo; se esconderá de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad. Aquel día el hombre arrojará sus ídolos a las ratas y a los murciélagos, esos ídolos de oro y de plata que él mismo se hizo para adorarlos, y se meterá en los huecos de las rocas, en las cuevas de las peñas, para esconderse de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad, cuando él se levante y llene de terror la tierra. Dejad de confiar en el hombre, que bien poco es lo que vale. La vida del hombre no es más que un suspiro.
ISAÍAS 2:6-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Has abandonado a tu pueblo, a los descendientes de Jacob, porque están llenos de astrólogos de Oriente, de adivinos como los filisteos, y hacen tratos con extranjeros. Su tierra está llena de oro y plata, y sus tesoros son incalculables. En su tierra abundan los caballos, y sus carros de guerra son incontables. Su país está lleno de ídolos; el pueblo adora la obra de sus manos, lo que han hecho con sus propios dedos. Al hombre se le humilla, a la humanidad se la degrada. ¡Imposible que los perdones! ¡Métete en la roca, y escóndete en el polvo ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad! Los ojos del altivo serán humillados y la arrogancia humana será doblegada. ¡En aquel día solo el SEÑOR será exaltado! Un día vendrá el SEÑOR Todopoderoso contra todos los orgullosos y arrogantes, contra todos los altaneros, para humillarlos; contra todos los cedros del Líbano, arrogantes y erguidos, contra todas las encinas de Basán, contra todas las montañas altivas, contra todas las colinas erguidas, contra todas las torres altas, contra todo muro fortificado, contra todas las naves de Tarsis, contra todos los barcos lujosos. La altivez del hombre será abatida, y la arrogancia humana será humillada. En aquel día solo el SEÑOR será exaltado, y los ídolos desaparecerán por completo. Los hombres se meterán en las cuevas de las rocas, y en las grietas del suelo, ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad, cuando él se levante para hacer temblar la tierra. En aquel día la gente arrojará a los topos y murciélagos los ídolos de oro y plata que había fabricado para adorarlos. Se meterá en las grutas de las rocas y en las hendiduras de los peñascos, ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad, cuando él se levante para hacer temblar la tierra. ¡Dejad de confiar en el hombre, que es muy poco lo que vale! ¡Su vida es un soplo nada más!