ISAÍAS 2:5-11
ISAÍAS 2:5-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Venid, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor. Ciertamente, tú has dejado tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres traídas del oriente y de agoreros, como los filisteos; y pactan con hijos de extranjeros. Su tierra está llena de plata y de oro, sus tesoros no tienen fin. También está su tierra llena de caballos y sus carros son innumerables. Además, su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. Así se ha inclinado el hombre y cada uno se ha humillado; por tanto, no los perdones. ¡Métete en la peña y en el polvo escóndete de la presencia temible del Señor y del resplandor de su majestad! La mirada de los altivos será abatida; la soberbia humana será humillada. Solo el Señor será exaltado en aquel día.
ISAÍAS 2:5-11 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Venid, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor! Has abandonado a tu pueblo, a la casa de Jacob, que estaba repleta de adivinos, de magos, como entre filisteos, y hacía tratos con extraños. Se llenó su país de oro y plata, sus tesoros eran infinitos; se llenó su país de caballos, sus carros eran infinitos. Y se llenó su país de ídolos, adoraban la obra de sus manos, la que modelaron sus dedos. El mortal quedó rebajado, el ser humano quedó humillado, ¡pero no lo perdones! Métete en la roca, ocúltate en el polvo, que llega el Señor terrible, henchido de majestad. Será humillada la mirada altiva, abatida la arrogancia humana; solo el Señor será ensalzado cuando llegue aquel día
ISAÍAS 2:5-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Vamos, pueblo de Jacob, caminemos a la luz del Señor! Señor, has abandonado a tu gente, al pueblo de Jacob; el país está lleno de adivinos venidos de oriente, de magos como entre los filisteos, y se hacen tratos con extranjeros. El país está lleno de oro y plata, de tesoros inmensos; el país está lleno de caballos y de infinidad de carros. ¡Pero también está lleno de ídolos! La gente adora los dioses que ha hecho con sus manos, con sus propios dedos. Se han humillado, se han rebajado. ¡No los perdones! La gente se meterá entre las rocas, debajo del suelo; se esconderá de la presencia terrible del Señor, del resplandor de su majestad. Los orgullosos tendrán que bajar la vista; los altaneros se verán humillados. Tan sólo el Señor mostrará su grandeza en aquel día
ISAÍAS 2:5-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Ven, pueblo de Jacob, y caminemos a la luz del SEÑOR! SEÑOR Has abandonado a tu pueblo, a los descendientes de Jacob, porque están llenos de astrólogos de Oriente, de adivinos como los filisteos, y hacen tratos con extranjeros. Su tierra está llena de oro y plata, y sus tesoros son incalculables. En su tierra abundan los caballos, y sus carros de guerra son incontables. Su país está lleno de ídolos; el pueblo adora la obra de sus manos, lo que han hecho con sus propios dedos. Al hombre se le humilla, a la humanidad se la degrada. ¡Imposible que los perdones! ¡Métete en la roca, y escóndete en el polvo ante el terror del SEÑOR y el esplendor de su majestad! Los ojos del altivo serán humillados y la arrogancia humana será doblegada. ¡En aquel día solo el SEÑOR será exaltado!