ISAÍAS 14:24-27
ISAÍAS 14:24-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor de los ejércitos ha jurado: «Ciertamente, se hará de la manera que lo he pensado; se confirmará como lo he determinado: destruiré al asirio en mi tierra y en mis montes lo pisotearé; su yugo será apartado de ellos y su carga será quitada de su hombro». Este es el plan acordado contra toda la tierra, y esta es la mano extendida contra todas las naciones. Porque el Señor de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?
ISAÍAS 14:24-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Lo ha jurado el Señor del universo: «Sucederá según lo he planeado, se cumplirá según lo he decidido: acabaré con Asiria en mi tierra, será pisoteada en mis montes; se librarán los míos de su yugo, caerá su carga de sus hombros». Este es el plan adoptado sobre toda la tierra, esta es la mano extendida sobre todos los pueblos. ¿Quién puede desbaratar el plan del Señor del universo? ¿Quién puede desviar su mano extendida amenazante?
ISAÍAS 14:24-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor todopoderoso ha jurado: “Sin duda alguna, lo que yo he decidido, se hará; lo que he resuelto, se cumplirá. Destruiré al pueblo asirio en mi país, lo aplastaré en mis montañas. Su yugo dejará de oprimir a mi pueblo; su tiranía no pesará más sobre sus hombros. Esta es mi decisión en cuanto a toda la tierra. Mi mano amenaza a todas las naciones.” El Señor todopoderoso lo ha decidido y nadie podrá oponérsele. Su mano está amenazando y nadie le hará cambiar de parecer.
ISAÍAS 14:24-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR Todopoderoso ha jurado: «Tal como lo he planeado, se cumplirá; tal como lo he decidido, se realizará. Destrozaré a Asiria en mi tierra; la pisotearé sobre mis montes. Mi pueblo dejará de llevar su yugo; ya no pesará esa carga sobre sus hombros». Esto es lo que he determinado para toda la tierra; esta es la mano que he extendido sobre todas las naciones. Si lo ha determinado el SEÑOR Todopoderoso, ¿quién podrá impedirlo? Si él ha extendido su mano, ¿quién podrá detenerla?