ISAÍAS 1:4-7
ISAÍAS 1:4-7 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Ay gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malhechores, hijos depravados! ¡Han dejado al Señor, han provocado la ira del Santo de Israel, le han dado la espalda! ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no queda parte ilesa. Todo son heridas, hinchazones y llagas abiertas, que no están curadas ni vendadas ni suavizadas con aceite. Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros ha sido devorada por extranjeros y asolada, como si hubiera sido arrasada por extraños.
ISAÍAS 1:4-7 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Ay del país pecador, del pueblo abrumado por la culpa: raza de canallas, prole degenerada! Han abandonado al Señor, despreciaron al Santo de Israel, le han dado la espalda. ¿Dónde seguir golpeándoos, rebeldes recalcitrantes? La cabeza es pura llaga, todo enfermo el corazón; de los pies a la cabeza nada sano queda en él: contusiones, cicatrices, heridas sin restañar, sin limpiar y sin vendar, sin suavizar con aceite. Vuestra tierra devastada, vuestros pueblos calcinados; veis como de vuestros campos se aprovechan extranjeros. Desolación y desastre como en Sodoma.
ISAÍAS 1:4-7 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Ay, gente pecadora, pueblo cargado de maldad, descendencia de malhechores, hijos pervertidos! Se han alejado del Señor, se han apartado del Dios Santo de Israel, lo han abandonado. Os empeñáis en ser rebeldes, y en vuestro cuerpo ya no hay donde castigaros. Tenéis herida toda la cabeza, habéis perdido las fuerzas por completo. De la punta del pie a la cabeza no hay nada sano en vosotros; todo son heridas, golpes, llagas abiertas; nadie os las ha curado ni vendado, ni os ha calmado los dolores con aceite. Vuestro país ha quedado hecho un desierto, y arden en llamas las ciudades. En vuestra propia cara los enemigos se comen lo que vosotros sembrasteis. Todo ha quedado hecho un desierto, como Sodoma cuando fue destruida.
ISAÍAS 1:4-7 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al SEÑOR! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás! ¿Para qué recibir más golpes? ¿Para qué insistir en la rebelión? Toda su cabeza está herida, todo su corazón está enfermo. Desde la planta del pie hasta la coronilla no les queda nada sano: todo en ellos es heridas, moretones y llagas abiertas, que no les han sido curadas ni vendadas, ni aliviadas con aceite. Vuestro país está desolado, vuestras ciudades son presa del fuego; ante vuestros propios ojos los extraños devoran vuestros campos; vuestro país está desolado, como si hubiera sido destruido por extranjeros.