HEBREOS 9:18-22
HEBREOS 9:18-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por eso, también el primer pacto se estableció con derramamiento de sangre. Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo; después tomó lana roja y una rama de hisopo, las mojó en la sangre de los becerros y los chivos mezclada con agua, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo. Entonces les dijo: “Esta es la sangre que confirma el pacto ordenado por Dios para vosotros.” Moisés roció también con sangre el santuario y todos los objetos reservados para el culto. Según la ley, casi todo tiene que ser purificado con sangre, y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento de sangre.
HEBREOS 9:18-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por eso, ni siquiera el primer pacto fue instituido sin sangre, porque después de que Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, la lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la ley y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado . Además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios que se utilizaban en el culto. Y según la ley, casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.
HEBREOS 9:18-22 La Palabra (versión española) (BLP)
De ahí que también la primera alianza dio comienzo con un rito de sangre. En efecto, cuando Moisés terminó de explicar a todo el pueblo los preceptos de la ley, tomó sangre de los toros y los machos cabríos, la mezcló con agua y, valiéndose de un poco de lana roja y de una rama de hisopo, roció con ella al libro de la ley y a todo el pueblo diciendo: Estaes la sangre que ratifica la alianza que Dios ha establecido con vosotros. Después roció con sangre la Tienda de la presencia y todos los objetos reservados para el culto. Y es que, según la ley, prácticamente todas las cosas se purifican mediante la sangre y, si no hay derramamiento de sangre, tampoco hay perdón.
HEBREOS 9:18-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
De ahí que ni siquiera el primer pacto se haya establecido sin sangre. Después de promulgar todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, Moisés tomó la sangre de los becerros junto con agua, lana escarlata y ramas de hisopo, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo, diciendo: «Esta es la sangre del pacto que Dios ha mandado que cumpláis». De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todos los objetos que se usaban en el culto. De hecho, la ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.