HEBREOS 6:3-8
HEBREOS 6:3-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Todo esto haremos, si efectivamente Dios lo permite. Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados, gustaron del don celestial, fueron hechos partícipes del Espíritu Santo y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y que aún así volvieron a caer, es imposible que estos sean otra vez renovados para arrepentimiento, y crucifiquen de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y lo expongan a la burla. Cuando la tierra bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce buena vegetación para los que la cultivan, recibe la bendición de Dios. Pero la que produce espinos y abrojos no tiene ningún valor, su maldición está próxima y terminará siendo quemada.
HEBREOS 6:3-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Este es el plan que, con la ayuda de Dios, vamos a seguir. Es imposible, en efecto, que quienes fueron un día iluminados, saborearon el don celestial, participaron del Espíritu Santo, gustaron la dulzura del mensaje divino y experimentaron las maravillas del mundo futuro, y a pesar de ello apostataron, puedan de nuevo convertirse y renovarse. Lo que hacen es crucificar otra vez en sí mismos al Hijo de Dios y exponerlo a público escarnio. Y es que cuando la tierra embebe la lluvia que cae insistentemente sobre ella y produce plantas útiles a quienes la cultivan, es una tierra que ha recibido la bendición de Dios. Pero si no produce más que cardos y espinas, es una tierra baldía, a un paso de ser maldecida, y acabará siendo pasto de las llamas.
HEBREOS 6:3-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Es lo que haremos, si Dios lo permite. Porque a los que una vez recibieron la luz, y saborearon el don de Dios, y tuvieron parte en el Espíritu Santo y saborearon el buen mensaje de Dios y el poder del mundo venidero, si caen de nuevo no se les puede hacer volver a Dios, porque ellos mismos están crucificando otra vez al Hijo de Dios y exponiéndolo a la burla de todos. Son como la tierra empapada de la lluvia que la riega: si da una cosecha útil a quienes la trabajan, recibe la bendición de Dios; pero si da espinos y cardos, no sirve para nada, sino que cae bajo la maldición de Dios y finalmente será quemada.
HEBREOS 6:3-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así procederemos, si Dios lo permite. Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública. Cuando la tierra bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella, y produce una buena cosecha para los que la cultivan, recibe bendición de Dios. En cambio, cuando produce espinos y cardos, no vale nada; está a punto de ser maldecida y acabará por ser quemada.