AGEO 1:1-8
AGEO 1:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, fue dirigida esta palabra del Señor, por medio del profeta Hageo, a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué hijo de Josadac, el sumo sacerdote: —Así ha hablado el Señor de los ejércitos: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa del Señor sea reedificada. Entonces llegó esta palabra del Señor por medio del profeta Hageo: —¿Es acaso para vosotros tiempo de habitar en vuestras casas artesonadas, mientras este templo está en ruinas? Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no os saciáis; bebéis, pero no quedáis satisfechos; os vestís, pero no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su salario en saco roto. Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. Subid al monte, traed madera y reedificad el templo; yo me complaceré en él y seré glorificado, ha dicho el Señor.
AGEO 1:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
El segundo año del reinado de Darío, en el primer día del mes sexto, el Señor habló en estos términos por medio del profeta Ageo al gobernador de Judá, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac: —Así ha dicho el Señor del universo: Este pueblo afirma que aún no ha llegado el momento adecuado para reconstruir el Templo del Señor. A lo que el Señor replicó a través del profeta Ageo: —¿De veras pensáis que es tiempo de vivir en vuestras casas artesonadas, mientras el Templo está en ruinas? Pues bien, esto os dice el Señor del universo: ¡Reflexionad sobre vuestra situación! Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no os saciáis; bebéis, pero sin llegar a disfrutar; os vestís, pero no entráis en calor; y el jornalero echa su salario en bolsa agujereada. Así dice el Señor del universo: ¡Reflexionad sobre vuestra situación! Subid al monte, traed madera y reconstruid el Templo; yo me complaceré en él y seré glorificado, dice el Señor.
AGEO 1:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
En el año segundo del gobierno del rey Darío, el día primero del sexto mes, el Señor, por medio del profeta Hageo, se dirigió al gobernador de Judá, Zorobabel, hijo de Salatiel, y al jefe de los sacerdotes, Josué, hijo de Josadac. Y esto es lo que dijo el Señor todopoderoso por medio del profeta: “Esta gente dice que todavía no es tiempo de reconstruir mi templo. ¿Y acaso para vosotros sí es tiempo de vivir en casas lujosas, mientras que mi templo está en ruinas? Yo, el Señor todopoderoso, os digo que penséis bien en vuestra conducta. Sembráis mucho, pero cosecháis poco; coméis, pero no os sentís satisfechos; bebéis, pero os quedáis con sed; os abrigáis, pero no entráis en calor; y el que trabaja a jornal, echa su salario en saco roto. Yo, el Señor todopoderoso, os digo que penséis bien en vuestra conducta. Id a las montañas, traed madera y construid de nuevo el templo. Yo estaré allí contento, y mostraré mi gloria.
AGEO 1:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El día primero del mes sexto del segundo año del rey Darío, vino palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac: «Así dice el SEÑOR Todopoderoso: “Este pueblo alega que todavía no es el momento apropiado para ir a reconstruir la casa del SEÑOR”». También vino esta palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo: «¿Acaso es el momento apropiado para que vosotros residáis en casas artesonadas mientras que esta casa está en ruinas?» Así dice ahora el SEÑOR Todopoderoso: «¡Reflexionad sobre vuestro proceder! »Sembráis mucho, pero cosecháis poco; coméis, pero no quedáis satisfechos; bebéis, pero no llegáis a saciaros; os vestís, pero no lográis abrigaros; y al jornalero se le va su salario como en saco roto». Así dice el SEÑOR Todopoderoso: «¡Reflexionad sobre vuestro proceder! »Id a los montes; traed madera y reconstruid mi casa. Yo veré su reconstrucción con gusto, y manifestaré mi gloria —dice el SEÑOR—.