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GÉNESIS 9:1-29

GÉNESIS 9:1-29 Reina Valera 2020 (RV2020)

Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: —Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. Infundiréis temor y miedo a todo animal sobre la tierra, a toda ave de los cielos, a todo lo que se mueva sobre la tierra y a todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados. Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo. Pero no comeréis la carne con sangre, porque la sangre es su vida, pues ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de manos de todo animal la demandaré, y de manos del hombre. A cada hombre demandaré la vida de su prójimo. El que derrame la sangre de una persona, por otra persona su sangre será derramada, porque a imagen de Dios es hecho el ser humano. Mas vosotros fructificad y multiplicaos, procread abundantemente en la tierra y multiplicaos en ella. También dijo Dios a Noé y a sus hijos: —Yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; con todos los seres vivos que está con vosotros: aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. Estableceré mi pacto con vosotros, y no volveré a exterminar a todos los seres vivos con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. Asimismo dijo Dios: —Esta es la señal del pacto que yo establezco a perpetuidad con vosotros y con todo ser vivo que está con vosotros: He puesto mi arco en las nubes, el cual será por señal de mi pacto con la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en las nubes. Y entonces me acordaré de mi pacto, el pacto que he hecho con vosotros y con todo ser vivo, de cualquier especie; y no volverá a haber un diluvio de aguas que destruya a todo ser vivo. Estará el arco en las nubes; lo veré y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser vivo, con todo lo que tiene vida sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: —Esta es la señal del pacto que he establecido con todos los seres vivos que habitan sobre la tierra. Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam es el padre de Canaán. Estos tres fueron los hijos de Noé, y de ellos se pobló toda la tierra. Después comenzó Noé a labrar la tierra y plantó una viña. Bebió el vino, se embriagó y se desnudó en medio de su tienda. Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y lo dijo a sus dos hermanos que estaban fuera. Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, la pusieron sobre sus propios hombros, y caminaron hacia atrás y cubrieron la desnudez de su padre. Al tener vueltos sus rostros, no vieron la desnudez de su padre. Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que le había hecho su hijo más joven, dijo: ¡Maldito sea Canaán! ¡Será siervo de siervos para sus hermanos! Y añadió: ¡Bendiga el Señor, mi Dios, a Sem y sea Canaán su siervo! ¡Engrandezca Dios a Jafet, que habite en las tiendas de Sem y sea Canaán su siervo! Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años. Todos los días de Noé fueron novecientos cincuenta años, y murió.

GÉNESIS 9:1-29 La Palabra (versión española) (BLP)

Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: —Sed fecundos, reproducíos y poblad la tierra. Todos los animales os temerán y os respetarán: las aves del cielo, los reptiles del suelo y los peces del mar están bajo vuestro dominio. Todo lo que se mueve y tiene vida, al igual que los vegetales, os servirá de alimento. Yo lo pongo a vuestra disposición. Pero no comeréis la carne con sangre, porque la sangre es su vida. Yo pediré cuentas de vuestra sangre y de vuestras vidas, se lo reclamaré a cualquier animal. También a cualquier ser humano que mate a un hermano suyo, le pediré cuentas de esa vida. Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque Dios creó al ser humano a su propia imagen. Vosotros sed fecundos y multiplicaos; poblad la tierra y dominadla. Dios siguió diciéndoles a Noé y sus hijos: —Mirad, yo establezco mi alianza con vosotros, con vuestros descendientes, y con todos los animales que os han acompañado: aves, ganados y bestias; con todos los animales que salieron del arca y ahora pueblan la tierra. Esta es mi alianza con vosotros: la vida no volverá a ser exterminada por las aguas del diluvio, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra. Y Dios añadió: —Esta es la señal de la alianza que establezco para siempre con vosotros y con todos los animales que os han acompañado: he puesto mi arco en las nubes como un signo de mi alianza con la tierra. Cuando yo cubra la tierra de nubes y en ellas aparezca el arco, me acordaré de la alianza que he establecido con vosotros y con todos los animales, y las aguas del diluvio no os volverán a aniquilar. Cada vez que aparezca el arco entre las nubes, yo lo veré y me acordaré de la alianza eterna entre Dios y todos los seres vivos que pueblan la tierra. Dios dijo a Noé: —Esta es la señal de la alianza que establezco con todos los seres vivos que pueblan la tierra. Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam fue el padre de Canaán. A partir de estos tres hijos de Noé y sus descendientes se pobló toda la tierra. Noé comenzó a cultivar la tierra y plantó una viña. Pero, al beber vino, se emborrachó y quedó tendido desnudo en medio de su tienda. Cuando Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, se lo echaron sobre los hombros de ambos y taparon a su padre con él; para no verlo desnudo, caminaron de espaldas y mirando hacia otro lado. Cuando se le pasó a Noé la borrachera y se enteró de lo que le había hecho su hijo menor, dijo: ¡Maldito sea Canaán! ¡Será esclavo para sus hermanos, el último de los esclavos! Y agregó: ¡Bendito sea el Señor, Dios de Sem! ¡Que Canaán sea su esclavo! ¡Que Dios engrandezca a Jafet, para que habite en los campamentos de Sem, y Canaán sea su esclavo! Después del diluvio, Noé vivió trescientos cincuenta años, y a la edad de novecientos cincuenta años murió.

GÉNESIS 9:1-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Dios bendijo con estas palabras a Noé y sus hijos: “Tened muchos hijos y llenad la tierra. Todos los animales del mundo temblarán de miedo delante de vosotros. Todos los animales, en el aire, en la tierra y en el mar, están bajo vuestro poder. Podéis comer de todos los animales y verduras que queráis. Yo os los doy. Pero hay una cosa que no debéis comer: carne con sangre, porque en la sangre está la vida. A todo hombre y animal pediré cuentas de la sangre de cada uno de vosotros. Y a cada uno de los hombres le pediré cuentas de la vida de su prójimo. “Si alguien mata a un hombre, otro hombre lo matará a él, pues el hombre ha sido creado semejante a Dios mismo. Pero vosotros, ¡tened muchos hijos y llenad el mundo con ellos!” Dios también dijo a Noé y a sus hijos: “Mirad, yo voy a establecer mi pacto con vosotros y con vuestros descendientes, y con todos los animales que están con vosotros y que salieron del arca: aves y animales domésticos y salvajes; y con todos los animales del mundo. Mi pacto con vosotros no cambiará: no volveré a destruir a hombres y animales con un diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio que destruya la tierra. Esta es la señal del pacto que para siempre hago con vosotros y con todos los animales: he puesto mi arco iris en las nubes, y servirá como señal del pacto que hago con la tierra. Cuando yo haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas. Entonces me acordaré del pacto que he hecho con vosotros y con todos los animales, y ya no volverá a haber ningún diluvio que os destruya. Cuando el arco iris esté entre las nubes, yo lo veré, y me acordaré del pacto que he hecho para siempre con todo hombre y todo animal que hay en el mundo. Esta es la señal del pacto que he establecido con todo hombre y animal aquí en la tierra.” Así habló Dios a Noé. Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam, padre de Canaán, y Jafet. Estos fueron los tres hijos de Noé, que con sus descendientes poblaron toda la tierra. Noé comenzó a cultivar la tierra, y plantó una viña. Un día Noé bebió vino y se emborrachó, y quedó tendido y desnudo en medio de su tienda de campaña. Cuando Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo, salió a contárselo a sus dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron una capa, la pusieron sobre sus propios hombros y cubrieron con ella a su padre. Para no verlo desnudo, anduvieron hacia atrás y mirando a otro lado. Cuando Noé despertó de su borrachera y supo lo que su hijo menor había hecho con él, dijo: “¡Maldito sea Canaán! ¡Será el esclavo más bajo de sus dos hermanos!” Luego añadió: “Que el Señor mi Dios bendiga a Sem, y que Canaán sea su esclavo. Dios permita que Jafet sea fecundo; que viva en los campamentos de Sem, y que Canaán sea su esclavo.” Después del diluvio, Noé vivió todavía trescientos cincuenta años; así que murió a la edad de novecientos cincuenta años.

GÉNESIS 9:1-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Dios bendijo a Noé y a sus hijos con estas palabras: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra sentirán temor y miedo ante vosotros: las aves, las bestias salvajes, los animales que se arrastran por el suelo, y los peces del mar. Todos estarán bajo vuestro dominio. Todo lo que se mueve y tiene vida, al igual que las verduras, os servirá de alimento. Yo os doy todo esto. Pero no deberéis comer carne con sangre; la sangre es vida. Por cierto, de vuestra sangre yo habré de pediros cuentas. A todos los animales y a todos los seres humanos les pediré cuentas de la vida de sus semejantes. »Si alguien derrama la sangre de un ser humano, otro ser humano derramará la suya, porque el ser humano ha sido creado a imagen de Dios mismo. »En cuanto a vosotros, sed fecundos y multiplicaos; sí, multiplicaos y llenad la tierra». Dios les habló otra vez a Noé y a sus hijos, y les dijo: «Yo establezco mi pacto con vosotros, con vuestros descendientes y con todos los seres vivientes que están con vosotros, es decir, con todos los seres vivientes de la tierra que salieron del arca: las aves, y los animales domésticos y salvajes. Este es mi pacto con vosotros: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra». Y Dios añadió: «Esta es la señal del pacto que establezco para siempre con vosotros y con todos los seres vivientes que os acompañan: He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra. Cuando yo cubra la tierra de nubes, y en ellas aparezca el arco iris, me acordaré del pacto que he establecido con vosotros y con todos los seres vivientes. Nunca más las aguas se convertirán en un diluvio para destruir a todos los mortales. Cada vez que aparezca el arco iris entre las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto que establecí para siempre con todos los seres vivientes que hay sobre la tierra». Dios concluyó diciéndole a Noé: «Este es el pacto que establezco con todos los seres vivientes que hay en la tierra». Los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam, que fue el padre de Canaán, y Jafet. Estos fueron los tres hijos de Noé que con su descendencia poblaron toda la tierra. Noé se dedicó a cultivar la tierra, y plantó una viña. Un día, bebió vino y se embriagó, quedándose desnudo dentro de su tienda. Cam, el padre de Canaán, vio a su padre desnudo y fue a contárselo a sus hermanos, que estaban afuera. Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, se lo echaron sobre los hombros y, caminando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre. Como miraban en dirección opuesta, no lo vieron desnudo. Cuando Noé despertó de su borrachera y se enteró de lo que su hijo menor le había hecho, declaró: «¡Maldito sea Canaán! Será de sus dos hermanos el más bajo de sus esclavos». Y agregó: «¡Bendito sea el SEÑOR, Dios de Sem! ¡Que Canaán sea su esclavo! ¡Que Dios extienda el territorio de Jafet! ¡Que habite Jafet en los campamentos de Sem, y que Canaán sea su esclavo!» Después del diluvio Noé vivió trescientos cincuenta años más, de modo que murió a la edad de novecientos cincuenta años.