GÉNESIS 8:13-22
GÉNESIS 8:13-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el primer día del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, miró y vio que la superficie de la tierra estaba seca. En el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra. Entonces dijo Dios a Noé: —Sal del arca con tu mujer, tus hijos y las mujeres de tus hijos. También sacarás todos los animales que están contigo de toda especie, de aves, de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra; pues que vayan por la tierra, fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra. Noé salió con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos. Todos los animales, todo reptil y toda ave; todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salió del arca. Luego edificó Noé un altar al Señor, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. Al percibir el Señor olor grato, dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el corazón del hombre se inclina al mal desde su juventud; ni volveré a destruir a todo ser vivo, como acabo de hacerlo. Mientras la tierra permanezca no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche».
GÉNESIS 8:13-22 La Palabra (versión española) (BLP)
En el año seiscientos uno de la vida de Noé, el día primero del primer mes, las aguas que cubrían la superficie de la tierra se secaron. Noé levantó la cubierta del arca, miró y descubrió que la tierra ya estaba seca. Para el día veintisiete del mes segundo, la tierra estaba ya completamente seca. Entonces dijo Dios a Noé: —Sal del arca, tú, tu mujer, tus hijos y tus nueras. Saca también a todos los animales que están contigo: aves, ganados y reptiles. ¡Que sean fecundos! ¡Que se reproduzcan y pueblen la tierra! Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y sus nueras; y con todos los animales: ganados, aves y reptiles. Todos los animales salieron del arca agrupados por especies. Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura, y los ofreció en holocausto sobre el altar. Cuando el Señor aspiró el grato aroma se dijo: «Aunque las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por su culpa. Jamás volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo. Mientras el mundo exista no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche».
GÉNESIS 8:13-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando Noé tenía seiscientos un años, la tierra quedó seca. El primer día del mes primero, Noé quitó el techo del arca y vio que la tierra estaba seca. Para el día veintisiete del mes segundo, la tierra estaba ya bien seca. Entonces Dios dijo a Noé: “Sal del arca, junto con tu esposa, tus hijos y tus nueras. Saca también a todos los animales que están contigo: las aves, los animales domésticos y los que se arrastran por el suelo, para que vayan por toda la tierra y tengan muchas crías y llenen el mundo.” Entonces Noé y su esposa, y sus hijos y nueras, salieron del arca. También salieron todos los animales domésticos y salvajes, los que se arrastran y los que vuelan. Luego Noé construyó un altar en honor del Señor, tomó aves y animales puros, de cada clase, y los ofreció en holocausto al Señor. Cuando al Señor le llegó aquel olor tan agradable, dijo: “Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa del hombre, porque el hombre, desde joven, solo piensa en hacer lo malo. Tampoco volveré a destruir a todos los animales, como hice esta vez. “Mientras el mundo exista habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano, y días con sus noches.”
GÉNESIS 8:13-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Noé tenía seiscientos un años cuando las aguas se secaron. El primer día del primer mes de ese año, Noé quitó la cubierta del arca y vio que la tierra estaba seca. Para el día veintisiete del segundo mes, la tierra estaba ya completamente seca. Entonces Dios le dijo a Noé: «Sal del arca junto con tus hijos, tu esposa y tus nueras. Saca también todos los seres vivientes que están contigo: las aves, el ganado y todos los animales que se arrastran por el suelo. ¡Que sean fecundos! ¡Que se multipliquen y llenen la tierra!» Salieron, pues, del arca Noé y sus hijos, su esposa y sus nueras. Salieron también todos los animales: el ganado, las aves y todos los reptiles que se mueven sobre la tierra, cada uno según su especie. Luego Noé construyó un altar al SEÑOR, y sobre ese altar ofreció como holocausto animales puros y aves puras. Cuando el SEÑOR percibió el grato aroma, se dijo a sí mismo: «Aunque las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacer. »Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, y días y noches».