GÉNESIS 50:18-26
GÉNESIS 50:18-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
Llegaron también sus hermanos, se postraron delante de él y dijeron: —Aquí nos tienes. Somos tus esclavos. Pero José les respondió: —No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. Habitó José en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años. Vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación; y también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José. Y José dijo a sus hermanos: —Yo voy a morir, pero Dios ciertamente os visitará y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abrahán, a Isaac y a Jacob. E hizo jurar José a los hijos de Israel: —Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. Murió José a la edad de ciento diez años; lo embalsamaron, y lo pusieron en un ataúd en Egipto.
GÉNESIS 50:18-26 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces vinieron sus hermanos, se inclinaron delante de él y le dijeron: —Aquí nos tienes, somos tus siervos. Pero José les respondió: —No temáis. ¿Acaso pensáis que yo ocupo el puesto de Dios? Es verdad que vosotros os portasteis mal conmigo, pero Dios lo cambió en bien para hacer lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. Por tanto, no temáis. Yo cuidaré de vosotros y de vuestros hijos. De ese modo los consoló, llegándoles al corazón. José y la familia de su padre siguieron viviendo en Egipto. José vivió ciento diez años y llegó a conocer a los biznietos de Efraín. Además, cuando nacieron los hijos de su nieto Maquir, que era hijo de Manasés, José los recibió sobre sus rodillas. Un día, José dijo a sus hermanos: —Mi fin está cerca, pero Dios vendrá a ayudaros y os llevará de este país a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac y Jacob. Y José hizo jurar a los hijos de Israel diciendo: —Sin duda Dios vendrá a ayudaros. Cuando esto ocurra, os llevaréis de aquí mis huesos. José murió a los ciento diez años; lo embalsamaron y lo depositaron en un sarcófago en Egipto.
GÉNESIS 50:18-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces llegaron sus propios hermanos, se inclinaron delante de él hasta tocar el suelo con la frente, y le dijeron: –Aquí nos tienes. Somos tus esclavos. Pero José les contestó: –No tengáis miedo. Yo no puedo ponerme en lugar de Dios. Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente. Así que no tengáis miedo. Yo os daré de comer a vosotros y a vuestros hijos. Así José los tranquilizó, pues les habló con mucho cariño. José y la familia de su padre siguieron viviendo en Egipto. José vivió ciento diez años, y llegó a ver a los bisnietos de Efraín. También alcanzó a recibir como miembros de la familia a los hijos de su nieto Maquir, que era hijo de Manasés. Un día, José dijo a sus hermanos: “Me falta poco para morir, pero Dios vendrá a ayudaros y os sacará de este país para llevaros a la tierra que prometió a Abraham, Isaac y Jacob.” Entonces hizo que los hijos de Israel le juraran, y les dijo: “En verdad, Dios vendrá a ayudaros. Cuando eso suceda, haréis llevar de aquí mis restos.” José murió en Egipto a la edad de ciento diez años, y su cuerpo fue embalsamado y puesto en un ataúd.
GÉNESIS 50:18-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego sus hermanos se presentaron ante José, se inclinaron delante de él y le dijeron: ―Aquí nos tienes; somos tus esclavos. ―No tengáis miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? Es verdad que vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. Así que, ¡no tengáis miedo! Yo cuidaré de vosotros y de vuestros hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó. José y la familia de su padre permanecieron en Egipto. Alcanzó la edad de ciento diez años, y llegó a ver nacer a los hijos de Efraín hasta la tercera generación. Además, cuando nacieron los hijos de Maquir, hijo de Manasés, él los recibió sobre sus rodillas. Tiempo después, José dijo a sus hermanos: «Yo estoy a punto de morir, pero sin duda Dios vendrá a ayudaros, y os llevará de este país a la tierra que prometió a Abraham, Isaac y Jacob». Entonces José hizo que sus hijos le prestaran juramento. Les dijo: «Sin duda Dios vendrá a ayudaros. Cuando esto ocurra, vosotros deberéis llevaros de aquí mis huesos». José murió en Egipto a los ciento diez años de edad. Una vez que lo embalsamaron, lo pusieron en un ataúd.