GÉNESIS 49:8-12
GÉNESIS 49:8-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano estará sobre el cuello de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán a ti. Cachorro de león, Judá; de la presa has subido, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, como león viejo: ¿quién lo despertará? No será quitado el cetro de Judá ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pueblos. Ató a la vid su pollino y a la cepa el hijo de su asna, lavó en el vino su vestido y en la sangre de uvas su manto. Sus ojos son más rojos que el vino y sus dientes más blancos que la leche.
GÉNESIS 49:8-12 La Palabra (versión española) (BLP)
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, doblegarás el cuello de tus enemigos; los hijos de tu padre se postrarán ante ti. Cachorro de león es mi hijo Judá que vuelve de hacer presa; cuando se echa y se recuesta como león o como leona, ¿quién lo desafiará? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos. Él amarra su burro a una vid, y a una cepa las crías de su asna. Él lava en vino su vestido, en sangre de uvas su manto. Son sus ojos más oscuros que el vino, sus dientes más blancos que la leche.
GÉNESIS 49:8-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Judá, tus hermanos te alabarán. Tomarás por el cuello a tus enemigos y tus propios hermanos te harán reverencias. ¡Tú, Judá, hijo mío!, eres como un cachorro de león cuando deja de devorar a su víctima: se agacha, se echa en el suelo, como si fuera un león adulto. ¿Quién se atreverá a molestarlo? Nadie le quitará el poder a Judá ni el cetro que tiene en las manos, hasta que venga el dueño del cetro, a quien los pueblos obedecerán. El que amarra su burrito a las viñas, el que lava toda su ropa con vino, ¡con el zumo de las uvas! Sus ojos son más oscuros que el vino; sus dientes, más blancos que la leche.
GÉNESIS 49:8-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Tú, Judá, serás alabado por tus hermanos; dominarás a tus enemigos, y tus propios hermanos se inclinarán ante ti. Mi hijo Judá es como un cachorro de león que se ha nutrido de la presa. Se tiende al acecho como león, como leona que nadie se atreve a molestar. El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos. Judá amarra su asno a la vid, y la cría de su asno a la mejor cepa; lava su ropa en vino; su manto, en la sangre de las uvas. Sus ojos son más oscuros que el vino; sus dientes, más blancos que la leche.