GÉNESIS 45:16-28
GÉNESIS 45:16-28 Reina Valera 2020 (RV2020)
Se oyó la noticia en la casa de Faraón: «Los hermanos de José han venido». Esto agradó a Faraón y sus siervos. Y dijo Faraón a José: —Di a tus hermanos: «Haced esto: cargad vuestras bestias y marchaos; volved a la tierra de Canaán, tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis de la abundancia de la tierra». Y tú ordénales lo siguiente: «Llevaos carros de Egipto para que regreséis trayendo a vuestros niños y mujeres, y también a vuestro padre. Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque la riqueza de la tierra de Egipto será vuestra». Así lo hicieron los hijos de Israel; y José les dio carros conforme a la orden de Faraón y les suministró víveres para el camino. A cada uno de ellos le dio un vestido nuevo, y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco vestidos nuevos. A su padre le envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto y diez asnas cargadas de trigo, pan y comida; esto para el viaje de su padre. Luego despidió a sus hermanos, y cuando se iban, les dijo: —No riñáis por el camino. Subieron, pues, de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán, junto a su padre Jacob y le comunicaron la noticia: «¡José aún vive!, y es señor en toda la tierra de Egipto». Pero el corazón de Jacob se afligió, porque no les creía. Entonces ellos le repitieron todas las palabras que José les había hablado; y al ver Jacob los carros que José enviaba para llevarlo, su espíritu revivió. Y dijo Israel: —¡Con esto me basta! ¡José, mi hijo, vive todavía! Iré y lo veré antes de morir.
GÉNESIS 45:16-28 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando llegó a la corte del faraón la noticia de que habían venido los hermanos de José, tanto el faraón como sus cortesanos se alegraron. Y el faraón dijo a José: —Di a tus hermanos que carguen sus asnos, vayan a Canaán, y regresen a mí con su padre y sus familias. Yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto y podrán comer de lo más sabroso de este país. Diles además: «Llevaos carros de Egipto para que regreséis trayendo a vuestros niños y mujeres, y también a vuestro padre. Que no se preocupen por las cosas que tengan que dejar, porque lo mejor de todo Egipto será para ellos». Así lo hicieron los hijos de Israel. José les proporcionó carros conforme al mandato del faraón y les entregó también víveres para el camino. A cada uno le dio un vestido nuevo; a Benjamín le dio trescientos siclos de plata y cinco vestidos nuevos. Para su padre cargó diez asnos con los mejores productos de Egipto y diez asnas más con cereales, pan y otras provisiones para su viaje. Al despedirse José de sus hermanos, cuando estos ya partían, les dijo: —No discutáis por el camino. Ellos salieron de Egipto y llegaron a la tierra de Canaán, donde se encontraba su padre Jacob, y le comunicaron la noticia: —José vive y es gobernador de todo Egipto. Pero Jacob ni se inmutó, porque no les creía. Solo cuando ellos le repitieron palabra por palabra lo que les dijo José y vio los carros que José enviaba para llevarlo [a Egipto], recobró la ilusión. Israel entonces exclamó: —¡Esto me basta! José, mi hijo, vive todavía. Iré y lo veré antes de morir.
GÉNESIS 45:16-28 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por el palacio del faraón corrió la noticia de que los hermanos de José habían llegado, y el faraón se alegró junto con sus funcionarios. Y dijo el faraón a José: –Di a tus hermanos que carguen sus animales y regresen a Canaán, y que me traigan a su padre y a sus familias. Yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto, y comerán de lo más sabroso que el país produce. Ordénales que de aquí, de Egipto, lleven carretas para traer a sus mujeres y niños, y también a vuestro padre. Que vengan y que no se preocupen por lo que tienen ahora, porque lo mejor de todo Egipto será de ellos. Los hijos de Israel lo hicieron así. José les dio las carretas que el faraón había ordenado, y alimentos para el camino; también les dio ropa nueva para cambiarse; pero a Benjamín le dio trescientas monedas de plata y cinco mudas de ropa. A su padre le mandó diez asnos cargados con lo mejor que había en Egipto, y otros diez asnos cargados de trigo; y pan y comida para que comiera en el camino. Cuando José se despidió de sus hermanos, les dijo: –No os vayáis peleando por el camino. Ellos se fueron. Salieron de Egipto y llegaron a Canaán, donde vivía su padre Jacob. Cuando contaron a Jacob que José vivía todavía, y que él era quien gobernaba en todo Egipto, no supo qué hacer ni qué decir, pues no podía creer lo que le estaban diciendo. Pero cuando le contaron todo lo que José les había dicho, y cuando vio las carretas que José había mandado para llevarlo, se entusiasmó en gran manera. Entonces dijo: “¡Me basta saber que mi hijo José vive todavía! Iré a verle antes de morir.”
GÉNESIS 45:16-28 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando llegó al palacio del faraón la noticia de que habían llegado los hermanos de José, tanto el faraón como sus funcionarios se alegraron. Y el faraón le dijo a José: «Ordena a tus hermanos que carguen sus animales y vuelvan a Canaán. Que me traigan a su padre y a sus familias. Yo les daré lo mejor de Egipto, y comerán de la abundancia de este país. Diles, además, que se lleven carros de Egipto para traer a sus niños y mujeres, y también a vuestro padre, y que no se preocupen por las cosas que tengan que dejar, porque lo mejor de todo Egipto será para vosotros». Así lo hicieron los hijos de Israel. José les proporcionó los carros, conforme al mandato del faraón, y también les dio provisiones para el viaje. Además, a cada uno le dio ropa nueva, y a Benjamín le entregó trescientas monedas de plata y cinco mudas de ropa. A su padre le envió lo siguiente: diez asnos cargados con lo mejor de Egipto, diez asnas cargadas de cereales, y pan y otras provisiones para el viaje de su padre. Al despedirse de sus hermanos, José les recomendó: «¡No os vayáis peleando por el camino!» Los hermanos de José salieron de Egipto y llegaron a Canaán, donde residía su padre Jacob. Al llegar le dijeron: «¡José vive, José vive! ¡Es el gobernador de todo Egipto!» Jacob quedó atónito y no les creía, pero ellos le repetían una y otra vez todo lo que José les había dicho. Y, cuando su padre Jacob vio los carros que José había enviado para llevarlo, se reanimó. Entonces exclamó: «¡Con esto me basta! ¡Mi hijo José aún vive! Iré a verlo antes de morirme».