GÉNESIS 37:5-8
GÉNESIS 37:5-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía: —Oíd ahora este sueño que he tenido: estábamos atando manojos en medio del campo, y mi manojo se levantaba y se quedaba derecho, mientras que los vuestros quedaban alrededor y se inclinaban ante el mío. Entonces le respondieron sus hermanos: —¿Vas a reinar tú sobre nosotros, o nos vas a dominar? Y lo aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras.
GÉNESIS 37:5-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Un día José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos, con lo cual les aumentó el odio que le tenían. Les dijo: —Escuchad lo que he soñado. Nos encontrábamos nosotros en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se levantó y quedó erguida, mientras que las vuestras se colocaron alrededor y se inclinaron ante la mía. Sus hermanos le respondieron: —¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey y que vas a dominarnos? Y el odio que le tenían iba en aumento debido a los sueños que les contaba.
GÉNESIS 37:5-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Una vez José tuvo un sueño, y se lo contó a sus hermanos; y ellos le odiaron más todavía, porque les dijo: –Escuchad, voy a contaros el sueño que he tenido. Soñé que todos nosotros estábamos en el campo, atando manojos de trigo; de pronto, mi manojo se levantó y quedó derecho, y vuestros manojos se pusieron alrededor del mío hiciéndole reverencias. Entonces sus hermanos contestaron: –¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey, y que nos vas a dominar? Y le odiaron todavía más por sus sueños y por la forma en que los contaba.
GÉNESIS 37:5-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cierto día José tuvo un sueño y, cuando se lo contó a sus hermanos, estos le tuvieron más odio todavía, pues les dijo: ―Prestadme atención, que os voy a contar lo que he soñado. Resulta que estábamos todos nosotros en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se levantó y quedó erguida, mientras que las vuestras se juntaron alrededor de la mía y le hicieron reverencias. Sus hermanos replicaron: ―¿De veras crees que vas a reinar sobre nosotros, y que nos vas a someter? Y lo odiaron aún más por los sueños que él les contaba.