GÉNESIS 32:13-21
GÉNESIS 32:13-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
Durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un regalo para su hermano Esaú: doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos. Lo entregó a sus siervos, cada manada por separado, y dijo a sus siervos: —Pasad delante de mí y poned espacio entre manada y manada. Mandó al primero: —Si mi hermano Esaú te encuentra y te pregunta: «¿De quién eres? ¿Y adónde vas? ¿Y para quién es esto que llevas delante de ti?», entonces dirás: «Es un regalo que tu siervo Jacob envía a mi señor Esaú. También él viene detrás de nosotros». Mandó también al segundo, al tercero y a todos los que iban detrás de aquellas manadas: —Esto mismo diréis a Esaú cuando lo halléis. Y diréis también: «Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros». Pues Jacob pensó: «Apaciguaré su ira con el regalo que va delante de mí, y después veré su rostro. Quizá así me perdone». Pasó, pues, el regalo delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento.
GÉNESIS 32:13-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aquella noche Jacob durmió allí, y de lo que tenía a mano escogió regalos para su hermano Esaú: doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros, treinta camellas recién paridas, con sus crías, cuarenta vacas, diez novillos, veinte asnas y diez asnos. Luego entregó a sus siervos cada rebaño por separado, y les dijo: –Adelantaos, y guardad alguna distancia entre rebaño y rebaño. Al primero que envió, le ordenó: –Cuando te encuentre mi hermano Esaú y te pregunte quién es tu amo, a dónde vas y de quién son los animales que llevas, contéstale: ‘Es un regalo para ti, mi señor Esaú, de parte de Jacob, tu servidor. Por cierto, él mismo viene detrás de nosotros.’ También al segundo que envió, y al tercero, y a todos los que llevaban los rebaños, les dijo: –Cuando encontréis a Esaú, decidle lo mismo, y decidle también: ‘Jacob, tu servidor, viene detrás de nosotros.’ Porque Jacob pensaba: “Calmaré su enojo con los regalos que le envío por delante, y luego le veré personalmente. Tal vez de este modo me recibirá bien.” Así pues, los regalos fueron delante, y él se quedó a pasar la noche en su campamento.
GÉNESIS 32:13-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Jacob pasó la noche en aquel lugar, y de lo que tenía consigo escogió, como regalo para su hermano Esaú, doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros, treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez novillos, veinte asnas y diez asnos. Luego los puso a cargo de sus siervos, cada manada por separado, y les dijo: «Id delante, pero dejad un buen espacio entre manada y manada». Al que iba al frente, le ordenó: «Cuando te encuentres con mi hermano Esaú y te pregunte de quién eres, a dónde te diriges y de quién es el ganado que llevas, le contestarás: “Es un regalo para mi señor Esaú, que de sus ganados te manda tu siervo Jacob. Además, él mismo viene detrás de nosotros”». Jacob les dio la misma orden al segundo y al tercer grupo, y a todos los demás que iban detrás del ganado. Les dijo: «Cuando os encontréis con Esaú, le diréis todo esto, y añadiréis: “Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros”». Jacob pensaba: «Lo apaciguaré con los regalos que le llegarán primero, y luego me presentaré ante él; tal vez así me reciba bien». De esta manera, los regalos le precedieron, pero Jacob se quedó esa noche en el campamento.
GÉNESIS 32:13-21 La Palabra (versión española) (BLP)
Has sido tú quien me dijiste que me harías prosperar y que mi descendencia sería tan numerosa como la arena de la playa, que es incontable. Aquella noche Jacob durmió allí y, de lo que traía consigo, escogió regalos para su hermano Esaú: doscientas cabras y veinte machos cabríos; doscientas ovejas y veinte carneros; treinta camellas recién paridas, con sus crías; cuarenta vacas y diez novillos; veinte asnas y diez asnos. Luego se los confió a sus criados en rebaños separados, y les dijo: —Id delante de mí y dejad alguna distancia entre rebaño y rebaño. Al primero le dio las siguientes instrucciones: —Cuando te encuentres con mi hermano Esaú y te pregunte de quién eres, adónde vas y para quién es el ganado que llevas, le responderás: «Es un regalo que tu siervo Jacob envía a mi señor Esaú. Él mismo viene detrás de nosotros». Las mismas instrucciones dio Jacob al segundo y al tercero y a todos los que guiaban los rebaños: —Cuando encontréis a Esaú, decidle lo mismo; y añadid: «Tu siervo Jacob viene detrás de nosotros». Porque Jacob pensaba: «Es posible que los regalos que le vayan llegando lo apacigüen y así, cuando me presente ante él, tal vez me reciba amistosamente».