GÉNESIS 25:7-11
GÉNESIS 25:7-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los días que vivió Abrahán fueron ciento setenta y cinco años. Exhaló, pues, el espíritu, y murió Abrahán en buena vejez, anciano y lleno de años; y se reunió con su pueblo. Lo sepultaron Isaac e Ismael, sus hijos, en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar, el heteo, que está enfrente de Mamre, la heredad que compró Abrahán de los hijos de Het. Allí fueron sepultados Abrahán y Sara, su mujer. Y sucedió, después de muerto Abrahán, que Dios bendijo a Isaac, su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del «Viviente-que-me-ve».
GÉNESIS 25:7-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Abrahán vivió ciento setenta y cinco años. Expiró tras una feliz vejez y, colmado de años, fue a reunirse con sus antepasados. Sus hijos, Isaac e Ismael, lo enterraron en la cueva de Macpelá, en el campo de Efrón, hijo de Sojar, el hitita, enfrente de Mambré. Abrahán había comprado ese campo a los hititas, y allí fueron enterrados Abrahán y Sara, su mujer. Después de la muerte de Abrahán, Dios bendijo a su hijo Isaac, quien se quedó a vivir cerca del pozo de Lajay Roí.
GÉNESIS 25:7-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Abraham vivió ciento setenta y cinco años, y murió en buena vejez, después de haber vivido muchos años, y fue a reunirse con sus antepasados. Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpela, que está cerca de Mamré, es decir, en el campo del hitita Efrón hijo de Zojar. Este era el campo que Abraham les había comprado a los hititas. Allí lo enterraron, junto a su esposa Sara. Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac, hijo de Abraham, quien se quedó a vivir cerca del pozo de Lajay Roí.
GÉNESIS 25:7-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Abraham vivió ciento setenta y cinco años en total, y murió de muerte natural, cuando ya era muy anciano. Y fue a reunirse con sus antepasados. Sus hijos Isaac e Ismael lo sepultaron en la cueva de Macpelá, que está al oriente de Mamré, en el terreno de Efrón, el hijo de Sóhar el hitita. Este terreno era el que Abraham había comprado a los hititas. Allí fue sepultado Abraham, junto a su esposa Sara. Después que Abraham murió, Dios bendijo a Isaac, que se había quedado a vivir junto al pozo “El que vive y me ve”.