GÉNESIS 24:20-23
GÉNESIS 24:20-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Se dio prisa y vació su cántaro en el abrevadero; luego corrió a sacar más agua del pozo y trajo para todos los camellos. El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si el Señor había prosperado su viaje, o no. Cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba cinco gramos y dos brazaletes que pesaban cien gramos, y le preguntó: —¿De quién eres hija? Te ruego que me digas si en casa de tu padre hay lugar donde podamos pasar la noche.
GÉNESIS 24:20-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Se dio prisa y vació su cántaro en el abrevadero; luego corrió a sacar más agua del pozo y trajo para todos los camellos. El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si el Señor había prosperado su viaje, o no. Cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba cinco gramos y dos brazaletes que pesaban cien gramos, y le preguntó: —¿De quién eres hija? Te ruego que me digas si en casa de tu padre hay lugar donde podamos pasar la noche.
GÉNESIS 24:20-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Vació, pues, rápidamente su cántaro en el abrevadero, corrió a sacar más agua del pozo y trajo para todos los camellos. El hombre, mientras tanto, la miraba en silencio, preguntándose si el Señor había dado o no éxito a su viaje. Cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba unos seis gramos, y dos brazaletes de oro que pesaban algo más de cien gramos para las muñecas de la muchacha, y le dijo: —Dime de quién eres hija y si habrá sitio en la casa de tu padre para pasar la noche.
GÉNESIS 24:20-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Rápidamente vació su cántaro en el bebedero y corrió varias veces al pozo, hasta que sacó agua para todos los camellos. Mientras tanto, el siervo la miraba sin decir nada, pues quería estar seguro de que el Señor había llevado a buen fin su viaje. Cuando los camellos acabaron de beber, el hombre tomó un anillo de oro que pesaba como seis gramos, y se lo puso a ella en la nariz. También le dio dos brazaletes de oro que pesaban más de cien gramos, y le dijo: –Dime, por favor, de quién eres hija, y si hay lugar en la casa de tu padre donde mis hombres y yo podamos pasar la noche.
GÉNESIS 24:20-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
De inmediato vació su cántaro en el bebedero, y volvió corriendo al pozo para buscar más agua, repitiendo la acción hasta que hubo suficiente agua para todos los camellos. Mientras tanto, el criado de Abraham la observaba en silencio, para ver si el SEÑOR había coronado su viaje con éxito. Cuando los camellos terminaron de beber, el criado tomó un anillo de oro que pesaba seis gramos y se lo puso a la joven en la nariz; también le colocó en los brazos dos pulseras de oro que pesaban más de cien gramos, y le preguntó: ―¿Podrías tú decirme de quién eres hija, y si habrá lugar en la casa de tu padre para hospedarnos?