GÉNESIS 20:14-18
GÉNESIS 20:14-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, siervos y siervas, se los dio a Abrahán y le devolvió a Sara, su mujer. Y dijo Abimelec: —Mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca. Y a Sara dijo: —A tu hermano le he dado mil monedas de plata. Eso te cubrirá como un velo a los ojos de todos los que están contigo, y ante todos. Tu honor está a salvo. Entonces Abrahán oró a Dios, y Dios sanó a Abimelec, a su mujer y a sus siervas, las cuales tuvieron hijos, porque el Señor, a causa de Sara, mujer de Abrahán, había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec.
GÉNESIS 20:14-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Abimélec tomó entonces ovejas y vacas, criados y criadas, se los dio a Abrahán y le devolvió también a Sara, su mujer. Y le dijo: —Ahí tienes mi territorio, establécete donde mejor te parezca. Y a Sara le dijo: —He dado a tu hermano mil siclos de plata, que servirán para defender tu buena fama ante todos los tuyos y restablecer tu reputación. Entonces Abrahán oró a Dios que sanó a Abimélec, a su mujer y a sus concubinas para que de nuevo pudieran tener hijos, porque Dios, a causa de Sara, la mujer de Abrahán, había hecho estériles a todas las mujeres en la casa de Abimélec.
GÉNESIS 20:14-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Entonces Abimélec le devolvió a Abraham su esposa Sara. Además le regaló ovejas, vacas, esclavos y esclavas, y le dijo: –Mira, ahí tienes mi país; escoge el lugar que más te guste para vivir. A Sara le dijo: –Lo que le he dado a tu hermano vale mil monedas de plata, y eso va a servir para defender tu buena fama delante de todos los que están contigo. Nadie podrá hablar mal de ti. Entonces Abraham oró a Dios, y Dios devolvió la salud a Abimélec y a su esposa. También sanó a sus siervas, para que pudieran tener hijos, pues, por causa de Sara, el Señor había hecho que ninguna mujer de la casa de Abimélec pudiera tener hijos.
GÉNESIS 20:14-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Abimélec tomó entonces ovejas y vacas, esclavos y esclavas, y se los regaló a Abraham. Al mismo tiempo, le devolvió a Sara, su esposa, y le dijo: ―Mira, ahí está todo mi territorio; quédate a vivir donde mejor te parezca. A Sara le dijo: ―Le he dado a tu hermano mil monedas de plata, que servirán de compensación por todo lo que te ha pasado; así quedarás vindicada ante todos los que están contigo. Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimélec y permitió que su esposa y sus siervas volvieran a tener hijos, porque, a causa de lo ocurrido con Sara, la esposa de Abraham, el SEÑOR había hecho que todas las mujeres en la casa de Abimélec quedaran estériles.