GÉNESIS 2:4-8
GÉNESIS 2:4-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados. Cuando Dios el Señor hizo la tierra y los cielos, aún no había ninguna planta del campo sobre la tierra ni había nacido ninguna hierba del campo, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra ni había hombre para que la labrara, sino que subía de la tierra un vapor que regaba toda su superficie. Entonces Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y se convirtió en un ser vivo. Dios el Señor plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
GÉNESIS 2:4-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios, el Señor, hizo la tierra y el cielo no había aún arbustos en la tierra ni la hierba había brotado, porque Dios, el Señor, todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía nadie que cultivase el suelo; sin embargo, de la propia tierra brotaba un manantial que regaba toda la superficie del suelo. Entonces Dios, el Señor, modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida y el hombre se convirtió en un ser viviente. Dios, el Señor, plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había modelado.
GÉNESIS 2:4-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios el Señor hizo el cielo y la tierra, aún no había plantas ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra, ni había nadie que la trabajara. Sin embargo, de la tierra salía agua que la regaba completamente. Entonces Dios el Señor formó al hombre, de la tierra misma, sopló en su nariz y le dio vida. Así el hombre comenzó a vivir. Después Dios el Señor plantó un jardín en la región de Edén, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado.
GÉNESIS 2:4-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Esta es la historia de la creación de los cielos y la tierra. Cuando Dios el SEÑOR hizo la tierra y los cielos, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el SEÑOR todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara. No obstante, salía de la tierra un manantial que regaba toda la superficie del suelo. Y Dios el SEÑOR formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente. Dios el SEÑOR plantó un jardín al oriente del Edén, y allí puso al hombre que había formado.