GÉNESIS 16:4-6
GÉNESIS 16:4-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Él se acostó con Agar, y ella quedó embarazada; pero al ver que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: —¡Mi agravio sea sobre ti! Yo te di a mi sierva por mujer, pero al verse esperando un hijo me mira con desprecio. ¡Que el Señor actúe de juez entre nosotros! Respondió Abram a Sarai: —Mira, tu sierva está en tus manos. Haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, Agar huyó de su presencia.
GÉNESIS 16:4-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Abrán se acostó con Agar, y ella quedó embarazada. Pero cuando Agar supo que esperaba un hijo, perdió el respeto a su señora. Entonces Saray dijo a Abrán: —¡Tú tienes la culpa de que esta me menosprecie! Yo puse a mi esclava en tus brazos y, cuando ella ha visto que espera un hijo, me ha perdido el respeto. ¡Que el Señor actúe de juez entre nosotros! Abrán respondió a Saray: —Mira, la esclava es cosa tuya; haz con ella como mejor te parezca. Entonces Saray empezó a tratarla tan mal que Agar tuvo que huir de ella.
GÉNESIS 16:4-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Abram se unió a Agar, que quedó embarazada, y que cuando se dio cuenta de su estado comenzó a mirar con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: –¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo. Abram le contestó: –Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca. Entonces Sarai comenzó a maltratarla, tanto, que Agar huyó.
GÉNESIS 16:4-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Abram tuvo relaciones con Agar, y ella concibió un hijo. Al darse cuenta Agar de que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. Entonces Saray le dijo a Abram: ―¡Tú tienes la culpa de mi afrenta! Yo puse a mi esclava en tus brazos, y ahora que se ve embarazada me mira con desprecio. ¡Que el SEÑOR juzgue entre tú y yo! ―Tu esclava está en tus manos —contestó Abram—; haz con ella lo que bien te parezca. Y de tal manera comenzó Saray a maltratar a Agar que esta huyó al desierto.