GÉNESIS 15:7-17
GÉNESIS 15:7-17 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor le dijo: —Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra en posesión. Pero Abrán le preguntó: —Señor mi Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla? El Señor le respondió: —Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón. Abrán trajo todos esos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad una frente a la otra. Pero las aves no las partió. Las aves de rapiña se abalanzaban sobre los animales muertos, pero Abrán las espantaba. Cuando el sol estaba a punto de ponerse, Abrán se quedó profundamente dormido y una temible y densa oscuridad lo envolvió. El Señor le dijo: —Es necesario que sepas que tus descendientes vivirán como extranjeros en una tierra extraña; allí serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. Pero yo juzgaré a la nación a la que hayan estado sometidos, y al final saldrán cargados de riquezas. En cuanto a ti, irás a reunirte en paz con tus antepasados y te enterrarán después de una vejez feliz. Tus descendientes volverán aquí pasadas cuatro generaciones, porque hasta entonces no se habrá colmado la maldad de los amorreos. Cuando el sol se puso y llegó la oscuridad, un horno humeante y una antorcha de fuego pasaron entre los animales descuartizados.
GÉNESIS 15:7-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
y le dijo: –Yo soy el Señor; yo te saqué de Ur de los caldeos para darte esta tierra como herencia. –Pero, Señor y Dios, ¿cómo podré estar seguro de heredar esta tierra? –contestó Abram. Y Dios le dijo: –Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, de tres años cada uno, y también una tórtola y un pichón. Abram trajo todos estos animales a Dios, los partió por la mitad y puso cada mitad frente a la otra; pero no partió las aves. Y los buitres bajaban sobre los cuerpos de los animales muertos, pero Abram los espantaba. Cuando empezaba a anochecer, Abram se quedó profundamente dormido. De pronto le rodeó una gran oscuridad y sintió mucho miedo. Entonces el Señor le dijo: –Debes saber que tus descendientes vivirán en un país extranjero, y que allí serán esclavos, y que serán maltratados durante cuatrocientos años. Pero yo también castigaré a la nación que ha de hacerlos esclavos, y después tus descendientes saldrán libres y dueños de grandes riquezas. Por lo que a ti toca, morirás en paz cuando ya seas muy anciano, y así te reunirás con tus antepasados. Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán a este lugar, porque todavía no ha llegado al colmo la maldad de los amorreos. Cuando ya era de noche y todo estaba oscuro, apareció un horno que echaba humo y una antorcha encendida que pasaba por en medio de los animales partidos.
GÉNESIS 15:7-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Además, le dijo: ―Yo soy el SEÑOR, que te hice salir de Ur de los caldeos para darte en posesión esta tierra. Pero Abram le preguntó: ―SEÑOR y Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla? El SEÑOR le respondió: ―Tráeme una ternera, una cabra y un carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón de paloma. Abram llevó todos estos animales, los partió por la mitad y puso una mitad frente a la otra, pero no partió las aves. Y las aves de rapiña comenzaron a lanzarse sobre los animales muertos, pero Abram las espantaba. Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora. El SEÑOR le dijo: ―Debes saber que tus descendientes vivirán como extranjeros en tierra extraña, donde serán esclavizados y maltratados durante cuatrocientos años. Pero yo castigaré a la nación que los esclavizará, y luego tus descendientes saldrán en libertad y con grandes riquezas. Tú, en cambio, te reunirás en paz con tus antepasados, y te enterrarán cuando ya seas muy anciano. Cuatro generaciones después, tus descendientes volverán a este lugar, porque antes de eso no habrá llegado al colmo la iniquidad de los amorreos. Cuando el sol se puso y cayó la noche, aparecieron una hornilla humeante y una antorcha encendida, las cuales pasaban entre los animales descuartizados.
GÉNESIS 15:7-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor le dijo: —Yo soy el Señor, que te saqué de Ur de los caldeos para darte a heredar esta tierra. Abram respondió: —Señor, ¿cómo sabré que la he de heredar? El Señor le dijo: —Tráeme una becerra de tres años, una cabra de tres años y un carnero de tres años; además, de una tórtola y un palomino. Tomó Abram todos estos animales, los partió por la mitad y puso cada mitad enfrente de la otra, pero no partió las aves. Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, pero Abram las ahuyentaba. A la puesta del sol cayó sobre Abram un profundo sueño, y el temor de una gran oscuridad se apoderó de él. Entonces el Señor le dijo: —Ten por cierto que tu descendencia habitará en tierra ajena; será esclava allí y será oprimida durante cuatrocientos años. Pero también a la nación a la cual servirán juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. Tú, en tanto, te reunirás en paz con tus padres y serás sepultado en buena vejez. Y tus descendientes volverán acá en la cuarta generación, porque hasta entonces no habrá llegado a su colmo la maldad del amorreo. Cuando se puso el sol y todo estaba oscuro, apareció un horno humeante y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.