Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

GÉNESIS 12:8-20

GÉNESIS 12:8-20 Reina Valera 2020 (RV2020)

De allí pasó a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda entre Bet-el al occidente y Hai al oriente; edificó en ese lugar un altar al Señor, e invocó el nombre del Señor. Luego Abram partió de allí, y avanzó poco a poco hacia el Neguev. Hubo entonces hambre en la tierra; y descendió Abram a Egipto para vivir allí, porque era mucha el hambre en la tierra. Y aconteció que cuando estaba próximo a entrar en Egipto, dijo a Sarai, su mujer: —Sé que eres una mujer muy bella; en cuanto te vean los egipcios, dirán: «Es su mujer». Entonces me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida. Di, pues, que eres mi hermana, para que me traten bien por consideración a ti, y también gracias a ti, pueda salvar mi vida. Aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era muy hermosa. También la vieron los príncipes de Faraón, quienes la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón. Este, por causa de ella, trató bien a Abram, que tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos. Pero el Señor hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai, mujer de Abram. Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: —¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste: «Es mi hermana», dando lugar a que yo la tomara por esposa? Ahora, pues, aquí está tu mujer; tómala y vete. Y Faraón ordenó a los suyos que expulsaran a aquel hombre junto con su mujer y sus posesiones.

GÉNESIS 12:8-20 La Palabra (versión española) (BLP)

De allí se dirigió a la zona montañosa, al este de Betel, y allí montó su tienda, teniendo Betel al oeste y Ay al este. En aquel lugar erigió un altar al Señor e invocó allí su nombre. Después, por etapas, Abrán continuó avanzando hacia el Négueb. Pero sobrevino una hambruna en aquella región y, como el hambre apretaba, Abrán bajó a Egipto para establecerse allí. Cuando ya estaba llegando a Egipto, Abrán dijo a Saray, su mujer: —Es evidente que eres una mujer muy bella; cuando te vean los egipcios, dirán: «Es su mujer», por lo que a mí me matarán y a ti te dejarán con vida. Di, por favor, que eres mi hermana; de este modo me tratarán bien por consideración a ti, y podré salvar la vida. Cuando Abrán llegó a Egipto, los egipcios descubrieron, en efecto, lo hermosa que era Saray. También la vieron algunos oficiales del faraón y se la ponderaron tanto al faraón que la mujer fue llevada a su palacio. Por consideración a ella, Abrán recibió un excelente trato, además de ovejas, vacas y asnos, siervos y siervas, asnas y camellos. Pero el Señor castigó al faraón y a su corte con grandes plagas por lo de Saray, la mujer de Abrán. Así que el faraón llamó a Abrán y le dijo: —¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu mujer? ¿Por qué dijiste que era tu hermana, dando lugar a que yo la tomara por esposa? Ahí tienes a tu mujer; tómala y márchate. Acto seguido el faraón ordenó a los suyos que expulsaran a aquel hombre junto con su mujer y sus posesiones.

GÉNESIS 12:8-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Luego se fue a la región montañosa que está al este de la ciudad de Betel, y allí montó su campamento. Betel quedaba al oeste de donde él había acampado, y la ciudad de Ai al este. En aquel lugar construyó Abram otro altar, e invocó el nombre del Señor. Después siguió su camino poco a poco, hacia la región del Négueb. Por aquel entonces hubo una gran escasez de alimentos en toda aquella región, y Abram se fue a vivir a Egipto durante algún tiempo, pues no había nada de comer en el lugar donde vivía. Cuando ya estaba llegando a Egipto, Abram dijo a su esposa Sarai: “Mira, yo sé bien que eres una mujer hermosa; y cuando los egipcios te vean, van a decir: ‘Esta mujer es la esposa de ese hombre.’ Entonces a mí me matarán, y a ti te dejarán con vida para quedarse contigo. Por eso, para que me vaya bien y no me maten por causa tuya, diles, por favor, que eres mi hermana.” Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Sarai era muy hermosa. También la vieron los funcionarios del faraón, el rey de Egipto, y le fueron a decir que aquella mujer era muy hermosa. Entonces la llevaron al palacio del faraón. A causa de Sarai, el faraón trató muy bien a Abram. Le regaló ovejas, vacas, esclavos, esclavas, asnos y camellos. Pero también por causa de Sarai, el Señor castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. Por eso, el faraón mandó llamar a Abram y le dijo: “¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me dijiste que esta mujer es tu esposa? Dijiste que era tu hermana y con ello me diste ocasión de tomarla por esposa. Ahora, aquí la tienes. ¡Tómala y vete!” Entonces el faraón ordenó a sus hombres que hicieran salir de Egipto a Abram, junto con su esposa y con todo lo que tenía.

GÉNESIS 12:8-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

De allí se dirigió a la región montañosa que está al este de Betel, donde armó su campamento, teniendo a Betel al oeste y Hai al este. También en ese lugar erigió un altar al SEÑOR e invocó su nombre. Después, Abram siguió su viaje por etapas hasta llegar a la región del Néguev. En ese tiempo, hubo tanta hambre en aquella región que Abram se fue a vivir a Egipto. Cuando iba a entrar en Egipto, le dijo a su esposa Saray: «Yo sé que eres una mujer muy hermosa. Estoy seguro de que, en cuanto te vean los egipcios, dirán: “Es su esposa”; entonces a mí me matarán, pero a ti te dejarán con vida. Por favor, di que eres mi hermana, para que gracias a ti me vaya bien y me dejen con vida». Cuando Abram llegó a Egipto, los egipcios vieron que Saray era muy hermosa. También los funcionarios del faraón la vieron, y fueron a contarle al faraón lo hermosa que era. Entonces la llevaron al palacio real. Gracias a ella trataron muy bien a Abram. Le dieron ovejas, vacas, esclavos y esclavas, asnos y asnas, y camellos. Pero por causa de Saray, la esposa de Abram, el SEÑOR castigó al faraón y a su familia con grandes plagas. Entonces el faraón llamó a Abram y le dijo: «¿Qué me has hecho? ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? ¿Por qué dijiste que era tu hermana? ¡Yo pude haberla tomado por esposa! ¡Anda, toma a tu esposa y vete!» Y el faraón ordenó a sus hombres que expulsaran a Abram y a su esposa, junto con todos sus bienes.