EZEQUIEL 45:1-17
EZEQUIEL 45:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando echéis a suertes el reparto de la tierra, apartaréis para el Señor un terreno que le consagraréis en el país: será de doce kilómetros y medio de largo por cinco kilómetros de ancho. Este territorio, en toda su extensión, será santificado. De este terreno se apartará una parcela cuadrada, de doscientos cincuenta metros por lado, con una franja de espacio libre a su alrededor, de veinticinco metros. Esta parcela será para el santuario. De todo el terreno acotaréis también un espacio de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, y en esta área estarán el santuario y el lugar santísimo. Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acerquen para ministrar al Señor. Y servirá de lugar para sus casas y como recinto sagrado para el santuario. Así mismo, se les dará en propiedad a los levitas, ministros del templo, un terreno de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, con veinte cámaras. Para la ciudad apartaréis un terreno de doce kilómetros y medio de largo por dos kilómetros y medio de ancho, además del terreno apartado para el santuario. Este será propiedad de todo el pueblo de Israel. Y la parte del gobernante estará junto a lo que se apartó para el santuario, a uno y otro lado, y junto a la propiedad de la ciudad, delante de lo que se apartó para el santuario y delante de la propiedad de la ciudad, desde el extremo occidental hasta el extremo oriental, y la longitud será desde el límite occidental hasta el límite oriental. Esta tierra tendrá como propiedad en Israel, y nunca más mis gobernantes oprimirán a mi pueblo; y darán la tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus. Así ha dicho el Señor: ¡Basta ya, gobernantes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Practicad el derecho y la justicia; dejad de explotar a mi pueblo, dice el Señor. Usad balanzas y medidas justas para los sólidos y los líquidos. Tanto el bato para los líquidos como el efa para los sólidos serán equivalentes a la décima parte del homer de doscientos litros; es decir, serán equivalentes a veintidós litros. El siclo será de diez gramos, y sesenta siclos serán una mina. Esta será la ofrenda que ofreceréis: la sexagésima parte de vuestras cosechas de trigo y de cebada. Además, de cada carga de aceite debéis ofrecer la décima parte, es decir, veinte litros, según la medida oficial que es el homer. Y una cordera del rebaño por cada doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, para holocausto y para ofrendas de paz, para hacer expiación por ellos, dice el Señor. Todo el pueblo de la tierra estará obligado a dar esta ofrenda para el gobernante de Israel. Pero al gobernante corresponderá proveer para el holocausto, el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.
EZEQUIEL 45:1-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Cuando hagáis el sorteo del territorio para dar a cada tribu su parte, reservaréis una porción de terreno de doce kilómetros y medio de largo por diez de ancho, que estará consagrada al Señor. Todo ese terreno será terreno sagrado. De allí se reservará para el templo un cuadrado de doscientos cincuenta metros de lado, rodeado por una franja de pastos de veinticinco metros de ancho. En la parte reservada al Señor se señalará un terreno de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, que será la parte más sagrada: ahí estará el templo. Esa parte del terreno estará destinada a los sacerdotes que sirven en el templo del Señor y que se acercan a él para servirle. Ahí tendrán lugar para sus casas. Será un lugar sagrado, reservado al templo. Además habrá otro terreno de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, reservado como propiedad de los levitas que sirven en el templo, para que tengan ciudades donde vivir. Por último, para la ciudad se reservará un terreno de doce kilómetros y medio de largo por dos y medio de ancho, junto a la porción sagrada. Este terreno pertenecerá a todo el pueblo de Israel. “También habrá un terreno reservado para el gobernante. Una parte estará al oriente y otra al occidente, es decir, a uno y otro lado de la parte sagrada y del terreno reservado para la ciudad. De oriente a occidente tendrá el mismo largo que uno de los terrenos asignados a una de las tribus. Este terreno será propiedad del gobernante de Israel; así no volverán los gobernantes a oprimir a mi pueblo, sino que dejarán su territorio a los israelitas según sus tribus. “Yo, el Señor, digo: ¡Basta ya, gobernantes de Israel! ¡No más violencia ni explotación! ¡Actuad con justicia y rectitud! ¡Dejad de robarle tierras a mi pueblo! Yo, el Señor, lo ordeno. “Usad todos pesas y medidas exactas. La medida para granos debe ser igual a la medida para líquidos. El sihomer de doscientos veinte litros servirá de patrón. Un sibato de líquidos debe medir un décimo de sihomer; y un siefa de granos, igualmente un décimo de sihomer. “Del mismo modo en cuanto a las medidas de peso: veinte sigeras hacen un sisiclo de once gramos; sesenta sisiclos hacen una simina. “Estas son las ofrendas que debéis hacer: Dividiréis vuestras cosechas de trigo y de cebada en sesenta partes iguales, y ofrendaréis una de ellas. Del mismo modo, el aceite que obtengáis lo dividiréis en cien partes iguales, y ofrendaréis una de ellas. En cuanto a las ovejas, tomaréis una de cada doscientas, de los mejores pastos de Israel. Esto será para las ofrendas de cereales, para el holocausto y para el sacrificio de reconciliación, que se ofrecen para el perdón de los pecados. Yo, el Señor, lo ordeno. “Todos en el país están obligados a entregar esta ofrenda al gobernante de Israel, que se encargará de dar los animales para los holocaustos y lo necesario para las ofrendas de cereales y de vino en las lunas nuevas, en los sábados y en todas las fiestas de Israel. Deberá también presentar los sacrificios por el pecado, las ofrendas de cereales, los holocaustos y los sacrificios de reconciliación, para que se le perdonen los pecados a Israel.
EZEQUIEL 45:1-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»”Cuando por sorteo os repartáis la tierra como herencia, deberéis reservar una porción de terreno, la cual será consagrada al SEÑOR. Esta porción santa será de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Todo este territorio será santo. De allí se adjudicará para el santuario un terreno cuadrado de doscientos cincuenta metros por lado. Además, alrededor de ese terreno se reservará un espacio libre de veinticinco metros de ancho. En esa sección reservada apartarás una parcela de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, donde estará el santuario, el Lugar Santísimo. Esta será la porción santa de tierra para los sacerdotes que sirven en el santuario y que se acercan para servir al SEÑOR. Allí construirán sus casas, y también el santuario del SEÑOR. Además, a los levitas que sirven en el templo se les adjudicará un espacio de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, para que tengan ciudades donde vivir. Y como territorio para la ciudad se asignará, junto a la sección reservada para el santuario, un espacio de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo. Este terreno pertenecerá a todo el pueblo de Israel. »”Al príncipe se le asignará una porción de tierra a ambos lados de la sección reservada para el santuario y de la sección reservada para la ciudad. Por el lado oeste se extenderá hacia el oeste, y hacia el este por el lado oriental. Su longitud de este a oeste será igual a la de los terrenos asignados a una de las tribus. Esta tierra será su posesión en Israel; así mis príncipes no volverán a oprimir a mi pueblo, sino que dejarán que las tribus de Israel ocupen la tierra. »”Así dice el SEÑOR omnipotente: ¡Basta ya, príncipes de Israel! ¡Abandonad la violencia y la explotación! ¡Practicad el derecho y la justicia! ¡Dejad de extorsionar a mi pueblo! Lo afirma el SEÑOR. ¡Usad balanzas justas, y pesas y medidas exactas! Para sólidos y líquidos usaréis la misma unidad de medida. El jómer de doscientos veinte litros servirá de patrón. Un bato de líquido será igual a una décima de jómer , y un efa de granos será igual a una décima de jómer . En cuanto a las medidas de peso: una mina será igual a veinte siclos , y un siclo será igual a veinte guerás . »”Esta es la ofrenda especial que presentaréis: por cada jómer de trigo, la sexta parte de un efa ; por cada jómer de cebada, la sexta parte de un efa . La medida para el aceite es la siguiente: por cada coro , la décima parte de un bato ; esto equivale a diez batos , y también a un jómer , ya que diez batos equivalen a un jómer . »”En cuanto a las ovejas, se tomará una de cada doscientas de los rebaños que pastan en las mejores praderas de Israel. Estas se usarán para las ofrendas de cereales, el holocausto y el sacrificio de comunión, a fin de hacer expiación por ellos —afirma el SEÑOR—. Todo el pueblo estará obligado a contribuir para esta ofrenda especial del príncipe de Israel. Pero, en las fiestas, lunas nuevas y sábados, y en todas las fiestas señaladas en el pueblo de Israel, al príncipe le corresponderá proveer los holocaustos, las ofrendas de cereales y las libaciones. Deberá también proveer la ofrenda por el pecado, las ofrendas de cereales, el holocausto y los sacrificios de comunión, para hacer expiación por los pecados de Israel.
EZEQUIEL 45:1-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando echéis a suertes el reparto de la tierra, reservaréis como ofrenda al Señor un terreno sagrado de doce mil quinientos metros de largo por diez mil de ancho. Será sagrado en toda su extensión. De él se tomará para el santuario un cuadrado de doscientos cincuenta metros de lado, rodeado de una zona libre de veinticinco metros de ancho. De todo el terreno acotaréis también un espacio de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho; allí se construirá el santuario, el lugar santísimo. Será el terreno sagrado del país, destinado a los sacerdotes que ofician en el santuario y que se acercan al Señor para servirle. Les servirá de solar para sus viviendas y de pasto para el ganado. Los levitas que sirven en el Templo tendrán reservado un terreno de doce mil quinientos metros de largo por cinco mil de ancho, para que tengan una propiedad donde habitar. Como área urbana fijaréis un terreno de dos mil quinientos metros de ancho por doce mil quinientos de largo, junto a la parte reservada al santuario. Será propiedad de toda la comunidad de Israel. Al príncipe se le asignarán territorios a ambos lados del terreno reservado al santuario y al área urbana; ocuparán el espacio que discurre a lo largo de la linde del terreno reservado al santuario y del reservado al área urbana, y llegarán hasta el mar por occidente y hasta la frontera por oriente. Desde la frontera marítima a la frontera oriental habrá una longitud igual a cada una de las partes sorteadas para las tribus. Esta será su propiedad en Israel y así mis príncipes no volverán a oprimir a mi pueblo; a los israelitas, por tribus, se les asignará el resto de la tierra. Esto dice el Señor Dios: ¡Ya está bien, príncipes de Israel! ¡Ya está bien de violencia y rapiña! Practicad el derecho y la justicia, dejad ya de expropiar a mi pueblo —oráculo del Señor Dios—. Ocupaos de que las balanzas no estén trucadas y de que las pesas y las medidas sean las correctas. La medida base será igual para líquidos y sólidos, a saber, de una capacidad de veintidós litros. En cuanto al siclo equivaldrá a veinte gueras; veinte siclos más veinticinco siclos, más quince siclos equivaldrán a una mina. Esta será la ofrenda que haréis: por cada doscientos kilos de trigo o de cebada, ofreceréis tres kilos y medio. En cuanto a la cosecha de aceite, esta será la norma: por cada doscientos veinte litros, ofreceréis dos litros y cuarto de aceite. Y por cada rebaño de doscientas cabezas que pasten en los prados de Israel se reservará una oveja para hacer ofrendas, holocaustos y sacrificios de comunión, que les sirvan de expiación. Toda la población presentará esta ofrenda a favor del príncipe de Israel. El príncipe será responsable de los holocaustos, las ofrendas de cereales y las libaciones en las fiestas, novilunios y sábados, así como en todas las solemnidades que celebren los israelitas; también él ofrecerá el sacrificio expiatorio, la ofrenda de cereales, el holocausto y los sacrificios de comunión, que servirán para expiar los pecados de Israel.