EZEQUIEL 43:1-17
EZEQUIEL 43:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me llevó luego a la puerta, la que mira hacia el oriente, y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente. Su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. El aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que tuve cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que tuve junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro. La gloria del Señor entró en la casa a través de la puerta que daba al oriente. Entonces el espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo. Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, y un hombre estaba junto a mí. La voz me dijo: —Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré para siempre entre los hijos de Israel. Nunca más profanará mi santo nombre la casa de Israel (ni ellos ni sus reyes) con sus fornicaciones ni con los cadáveres de sus reyes en sus lugares altos. Porque al haber puesto ellos su umbral junto al mío, y su contrafuerte junto al mío, de modo que solo había una pared que nos separase, contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor. Ahora arrojarán lejos de mí sus fornicaciones y los cadáveres de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre. Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel este templo: que se avergüencen de sus pecados y que midan su diseño. Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño del templo, su disposición, sus salidas y sus entradas, todas sus formas, todas sus descripciones, todas sus configuraciones y todas sus leyes. Descríbelo delante de sus ojos, para que guarden todos sus detalles y todas sus reglas, y las pongan por obra. Esta es la ley del templo: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, en todo su contorno, será santísimo. Esta es la ley del templo. Las medidas del altar eran en codos, y el codo equivale a medio metro. La base medía medio metro de ancho, y la moldura alrededor de su borde medía veinticinco centímetros. Este será el zócalo del altar. Desde la base, a partir del suelo, hasta el zócalo inferior, medía un metro, y el ancho era de medio metro. Y desde la cornisa menor hasta la cornisa mayor había una distancia de dos metros y una anchura de medio metro. El altar media dos metros, y encima del altar había cuatro cuernos, y medía seis metros de largo y seis metros de ancho, pues era cuadrado. El zócalo medía siete metros de longitud y siete metros de anchura en sus cuatro lados, y el borde que lo rodeaba medía veinticinco centímetros; la base medía cincuenta centímetros por cada lado, y sus gradas miraban al oriente.
EZEQUIEL 43:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me llevó luego a la puerta, la que mira hacia el oriente, y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente. Su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria. El aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella visión que tuve cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que tuve junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro. La gloria del Señor entró en la casa a través de la puerta que daba al oriente. Entonces el espíritu me levantó y me llevó al atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo. Entonces oí a alguien que me hablaba desde el templo, y un hombre estaba junto a mí. La voz me dijo: —Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré para siempre entre los hijos de Israel. Nunca más profanará mi santo nombre la casa de Israel (ni ellos ni sus reyes) con sus fornicaciones ni con los cadáveres de sus reyes en sus lugares altos. Porque al haber puesto ellos su umbral junto al mío, y su contrafuerte junto al mío, de modo que solo había una pared que nos separase, contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor. Ahora arrojarán lejos de mí sus fornicaciones y los cadáveres de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre. Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel este templo: que se avergüencen de sus pecados y que midan su diseño. Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, hazles entender el diseño del templo, su disposición, sus salidas y sus entradas, todas sus formas, todas sus descripciones, todas sus configuraciones y todas sus leyes. Descríbelo delante de sus ojos, para que guarden todos sus detalles y todas sus reglas, y las pongan por obra. Esta es la ley del templo: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, en todo su contorno, será santísimo. Esta es la ley del templo. Las medidas del altar eran en codos, y el codo equivale a medio metro. La base medía medio metro de ancho, y la moldura alrededor de su borde medía veinticinco centímetros. Este será el zócalo del altar. Desde la base, a partir del suelo, hasta el zócalo inferior, medía un metro, y el ancho era de medio metro. Y desde la cornisa menor hasta la cornisa mayor había una distancia de dos metros y una anchura de medio metro. El altar media dos metros, y encima del altar había cuatro cuernos, y medía seis metros de largo y seis metros de ancho, pues era cuadrado. El zócalo medía siete metros de longitud y siete metros de anchura en sus cuatro lados, y el borde que lo rodeaba medía veinticinco centímetros; la base medía cincuenta centímetros por cada lado, y sus gradas miraban al oriente.
EZEQUIEL 43:1-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Después me condujo al pórtico oriental. En aquel momento la gloria del Dios de Israel llegaba por el este: oí un ruido, como el estruendo de aguas caudalosas, y su gloria llenó de resplandor la tierra. La visión se parecía a la que tuve cuando el Señor vino a destruir la ciudad y a la que había presenciado a orillas del río Quebar. Entonces caí rostro en tierra, al tiempo que la gloria del Señor llegaba al Templo en dirección al pórtico oriental. El espíritu me puso en pie y me llevó al atrio interior mientras la gloria del Señor llenó el Templo. Oí entonces que alguien me hablaba desde el interior del Templo, y advertí que junto a mí había un hombre. Me dijo: —Hijo de hombre, este es el lugar donde se asienta mi trono, el estrado de mis pies, donde voy a habitar para siempre en medio de los israelitas. Ni los israelitas ni sus reyes volverán a profanar mi nombre santo con su conducta inmoral y con los mausoleos que erigen tras la muerte de sus reyes. Cuando pusieron su umbral junto al mío y sus jambas junto a la mía, de modo que solo había una pared que nos separase, profanaron mi santo nombre con sus abominaciones, y entonces los consumí con mi cólera. De ahora en adelante alejarán de mí su conducta inmoral y sus mausoleos reales, y habitaré en medio de ellos para siempre. En cuanto a ti, hijo de hombre, describe este Templo a los israelitas, para que se avergüencen de sus pecados. Cuando observen sus medidas y estructura, se avergonzarán de todo lo que han hecho. Infórmales del plano y la estructura del Templo, de sus salidas y entradas, y de todas las instrucciones y disposiciones sobre él. Dibújalo ante ellos para que puedan respetar todas las instrucciones y disposiciones, y las cumplan. Esta es la ley relativa al Templo situado en la cumbre de la montaña: todo el territorio que lo rodea es especialmente santo. Estas eran las medidas del altar: el foso que lo rodeaba tenía medio metro de hondo y otro tanto de ancho, mientras que el reborde que rodeaba la orilla era de un palmo. La base del altar, que sobresalía, estaba construida de la siguiente manera: la distancia que iba desde el foso, a la altura del suelo, hasta el borde de la base inferior era de un metro, y la anchura del borde era de medio metro. Desde el borde de la base pequeña hasta el de la grande había una distancia de dos metros y una anchura de medio metro. El hogar de la cremación tenía dos metros de altura, y desde él salían cuatro cuernos. El hogar medía seis metros de largo por seis de ancho, es decir, un cuadrado perfecto. La base tenía siete metros de largo por siete de ancho, es decir, un cuadrado perfecto. El reborde que lo rodeaba medía un cuarto de metro de ancho, mientras que el mencionado foso se extendía medio metro todo alrededor. Sus escalones estaban orientados al norte.
EZEQUIEL 43:1-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El hombre me llevó a la puerta oriental, y vi que la gloria del Dios de Israel venía de oriente. Se oía un ruido muy fuerte, como el de un río caudaloso, y la tierra se llenó de luz. La visión era como la que yo tuve cuando el Señor vino a destruir Jerusalén y como la que tuve junto al río Quebar. Me incliné hasta tocar el suelo con la frente, y la gloria del Señor entró hasta el templo por la puerta oriental. Entonces el poder de Dios me levantó y me llevó al atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo. El hombre se puso junto a mí, y oí que el Señor me hablaba desde el templo y me decía: “Este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo mis pies; aquí viviré por siempre en medio de los israelitas. Ni ellos ni sus reyes volverán a deshonrar con sus infidelidades mi santo nombre: no volverán a construir monumentos a sus reyes después de su muerte ni a construir sus palacios de manera que sus puertas queden junto a las puertas de mi templo, con sólo una pared por medio. Ellos deshonraron mi santo nombre con acciones que detesto; por eso me enojé con ellos y los hice morir. Que alejen ahora de mí sus infidelidades y los monumentos a sus reyes, y yo viviré en medio de ellos para siempre. Y tú, hombre, cuenta a los israelitas lo que viste del templo, y de sus planos y medidas, para que se avergüencen de sus pecados. Y si se avergüenzan de todo lo que han hecho, explícales la forma del templo y lo que hay en él: las salidas y las entradas y, en fin, todo el plano, lo mismo que las leyes que deben cumplir. Dibújales todo esto para que tengan una idea clara del diseño y lo lleven a cabo. Escríbeles también todas las leyes, para que puedan cumplirlas. Esta es la ley del templo: todo el terreno que rodea al templo sobre el monte será un lugar sumamente sagrado.” Estas eran las medidas del altar, usando las medidas de antes. Alrededor del altar había una zanja de medio metro de profundidad y medio de anchura rodeada por un borde de veinticinco centímetros de altura. La base del altar era así: desde el fondo de la zanja hasta el borde del cuerpo inferior había un metro de alto. El cuerpo inferior sobresalía medio metro. El cuerpo central medía dos metros de altura y sobresalía también medio metro. El cuerpo superior, que es donde se queman los sacrificios, medía dos metros de altura. Tenía cuatro cuernos, que salían hacia arriba. El cuerpo superior del altar era cuadrado, de seis metros por lado. El cuerpo central también era cuadrado, de siete metros por lado. La zanja que había alrededor tenía medio metro de ancho, y el borde levantado tenía veinticinco centímetros de ancho. Los escalones para subir al altar daban a oriente.
EZEQUIEL 43:1-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces el hombre me llevó a la puerta que da al oriente, y vi que la gloria del Dios de Israel venía del oriente, en medio de un ruido ensordecedor, semejante al de un río caudaloso; y la tierra se llenó de su gloria. Esta visión era semejante a la que tuve cuando el SEÑOR vino a destruir la ciudad de Jerusalén, y a la que tuve junto al río Quebar. Me incliné rostro en tierra, y la gloria del SEÑOR entró al templo por la puerta que daba al oriente. Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y vi que la gloria del SEÑOR había llenado el templo. Mientras el hombre estaba de pie a mi lado, oí que alguien me hablaba desde el templo. Me decía: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo la planta de mis pies; aquí habitaré entre los israelitas para siempre. El pueblo de Israel y sus reyes no volverán a profanar mi santo nombre con sus infidelidades, ni con sus tumbas reales y sus cultos idolátricos. Los israelitas profanaron mi santo nombre con sus acciones detestables, pues colocaron su umbral y sus postes junto a los míos, con tan solo un muro de por medio. Por eso, en mi ira los exterminé. Que alejen ahora de mí sus infidelidades y sus tumbas reales, y yo habitaré en medio de ellos para siempre. »Hijo de hombre, cuéntale al pueblo de Israel acerca del templo, con sus planos y medidas, para que se avergüencen de sus iniquidades. Y, si se avergüenzan de todo lo que han hecho, hazles conocer el diseño del templo y su estructura, con sus salidas y entradas, es decir, todo su diseño, al igual que sus preceptos y sus leyes. Pon todo esto por escrito ante sus ojos, para que sean fieles a todo su diseño y cumplan todos sus preceptos. »Esta es la ley del templo: todo el terreno que lo rodea sobre la cumbre del monte será un Lugar Santísimo. Tal es la ley del templo». Estas son las medidas del altar: Alrededor del altar había una fosa de medio metro de hondo por medio metro de ancho, con un reborde de veinticinco centímetros alrededor de toda la orilla. La altura del altar era la siguiente: Desde la fosa en el suelo hasta el zócalo inferior tenía un metro de alto y medio metro de ancho; y desde el zócalo inferior hasta el zócalo superior, medía dos metros de alto y medio metro de ancho. El fogón del altar medía dos metros, y desde allí se erguían cuatro cuernos. El fogón del altar era un cuadrado perfecto de seis metros de largo por seis de ancho. El zócalo superior también era un cuadrado de siete metros de largo por siete de ancho, y alrededor de todo el altar había un reborde de veinticinco centímetros. La fosa alrededor del altar tenía medio metro de ancho. Las gradas del altar daban al oriente.