EZEQUIEL 42:1-14
EZEQUIEL 42:1-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El hombre me sacó después al atrio exterior, hacia el norte, y me hizo entrar en el conjunto de cámaras que quedaba al norte, frente al patio cerrado y al edificio detrás del templo. Este conjunto medía cincuenta metros de largo por el lado norte, y veinticinco metros de ancho. Por un lado daba al patio interior, que tenía diez metros de ancho, y por el otro lado daba al empedrado del atrio exterior. Tenía tres pisos, cada uno de ellos retranqueado sobre el de abajo. Frente a las cámaras había un pasillo de cinco metros de ancho y cincuenta de largo, que conducía al interior. Las puertas de las cámaras daban al norte. Las cámaras del piso superior eran más cortas que las del piso intermedio y las de la planta baja, pues cada piso estaba retranqueado sobre el de abajo. Estas cámaras estaban dispuestas en tres pisos, pero no tenían columnas como las cámaras del atrio, sino que las cámaras del piso superior quedaban retranqueadas sobre las del medio, y las de este sobre las del inferior. La serie de cámaras del atrio exterior tenía una extensión de veinticinco metros. Por todo el frente de las cámaras corría un muro de veinticinco metros de largo, que daba al atrio exterior. En total, el pasillo medía cincuenta metros. Al piso inferior de estas habitaciones se entraba por el atrio exterior, es decir, por el oriente, por el lugar adonde llegaba el muro del atrio exterior. Hacia el sur, frente al patio cerrado y al edificio a occidente del templo, había también cámaras de forma y medidas iguales, y dispuestas de la misma manera, con entradas y salidas como las de las cámaras del lado norte, y con un pasillo frente a ellas. Para llegar hasta las cámaras del lado sur había una puerta en donde comenzaba el pasillo que estaba frente al muro de protección, entrando por oriente. El hombre me dijo: “Tanto las cámaras del norte como las del sur, que están frente al patio cerrado, son cámaras sagradas. Los sacerdotes que se acercan al Señor comen allí las ofrendas más sagradas. Y allí también, colocan ofrendas tan sagradas como son la ofrenda de cereales, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa, pues es un lugar sagrado. Una vez que los sacerdotes han entrado en el templo, no deben ya salir al atrio exterior sin antes dejar allí la ropa con que estaban haciendo los servicios, porque esa ropa es sagrada. Para salir a donde está el pueblo, deben ponerse otra ropa.”
EZEQUIEL 42:1-14 Reina Valera 2020 (RV2020)
Me trajo luego al atrio exterior, hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba delante del patio que quedaba enfrente del edificio, hacia el norte. Por delante de la puerta del norte tenía cincuenta metros de largo por veinticinco metros de ancho. Las cámaras estaban en tres pisos, las unas frente a las otras, delante de los diez metros que había en el atrio interior y del enlosado que había en el atrio exterior. Delante de las cámaras había un corredor de cinco metros de ancho, hacia adentro, con un corredor de medio metro; y sus puertas daban al norte. Las cámaras más altas eran más estrechas, porque las galerías les quitaban más espacio a ellas que a las bajas y a las de en medio del edificio. Porque estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las columnas de los atrios; por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las de en medio, a partir del suelo. El muro que estaba fuera, enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior delante de las cámaras, tenía veinticinco metros de largo. Las cámaras del atrio exterior tenían veinticinco metros de largo, y la fachada del templo medía cincuenta metros. Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental, para entrar en él desde el atrio exterior. A lo largo del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del patio y delante del edificio, había cámaras. Y el corredor que había delante de ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte; tanto su longitud como su anchura eran de la misma medida, así como todas sus salidas, puertas y entradas. Así también eran las puertas de las cámaras que estaban hacia el sur; había una puerta al comienzo del corredor que había enfrente del muro al lado oriental, para quien entraba en las cámaras. Me dijo: «Las cámaras del norte y las del sur, que están delante del patio, son cámaras santas en las que los sacerdotes que se acerquen al Señor comerán las santas ofrendas; allí pondrán las ofrendas santas, la ofrenda, la expiación y el sacrificio por el pecado, porque el lugar es santo. Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio exterior, sino que allí dejarán sus vestiduras con que ministran, porque son santas; se vestirán otros vestidos y así se acercarán a los lugares destinados al pueblo».
EZEQUIEL 42:1-14 La Palabra (versión española) (BLP)
Después me sacó de allí y me condujo en dirección norte, al atrio exterior. Me llevó a un conjunto de habitaciones situadas frente al patio y frente al edificio, por el norte. Medía cincuenta metros de largo por la parte norte y tenía veinticinco metros de ancho y constituía una construcción de tres galerías superpuestas que se levantaba entre el atrio interior de diez metros y el enlosado que forma parte del atrio. Frente a las habitaciones había un corredor de cinco metros de ancho, que daba acceso al interior, y un muro de medio metro de espesor; sus puertas daban al norte. Las habitaciones superiores no tenían la anchura normal, pues las galerías de los pisos bajo e intermedio les robaban espacio. Ello se debía a que las habitaciones estaban construidas en tres alturas y, en vez de tener columnas como las demás que había en los atrios, se iban estrechando desde la base del edificio en relación con los pisos bajo e intermedio. El muro exterior discurría paralelo a las habitaciones; iba en dirección al atrio exterior y medía veinticinco metros de largo, pues esa era la longitud del conjunto de habitaciones que daban al atrio exterior, si bien las que miraban a la nave del Templo medían cincuenta metros. En la parte baja de estas habitaciones había una entrada por el lado oriental, que daba acceso desde el atrio exterior, en el arranque del muro del atrio. En dirección sur, a lo largo del patio y del edificio, había otras habitaciones, y un corredor frente a ellas. Tenían el mismo aspecto que las habitaciones de la parte norte: idéntica longitud, anchura, salidas, adornos y puertas. Al final de un corredor, junto al muro de protección, había una entrada que daba acceso a ellas. A continuación me dijo: —Las habitaciones del norte y del sur, que están junto al patio, son las habitaciones sagradas donde comen las ofrendas consagradas los sacerdotes que pueden acercarse al Señor. Allí han de poner también las ofrendas consagradas: ofrendas de cereales, ofrendas expiatorias y penitenciales, pues el lugar es sagrado. Una vez que los sacerdotes entran en el santuario, no pueden salir al atrio exterior sin antes quitarse las vestiduras litúrgicas, pues son sagradas. Tendrán que ponerse otra ropa antes de acercarse a un lugar público.
EZEQUIEL 42:1-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El hombre me sacó al atrio exterior, en dirección al norte, y me hizo entrar a las habitaciones que estaban hacia el norte, frente al patio cerrado y frente al edificio detrás del templo. Todo esto medía cincuenta metros de largo por el lado norte, y veinticinco metros de ancho. Frente a los diez metros del atrio interior, y frente al enlosado del atrio exterior, había en los tres pisos unas galerías, las cuales quedaban unas frente a las otras. Frente a las habitaciones había un pasillo interior de cinco metros de ancho y cincuenta de largo. Las puertas de las habitaciones daban al norte. Las habitaciones del piso superior eran más estrechas que las del piso inferior y las del piso intermedio, porque las galerías les quitaban más espacio a las de arriba. Las habitaciones en el tercer piso no tenían columnas como las habitaciones del atrio, y por eso eran más estrechas que las del piso intermedio y las del piso inferior. Había un muro exterior que corría paralelo y de frente a las habitaciones del atrio exterior, el cual medía veinticinco metros de largo. Las habitaciones que daban al atrio exterior medían veinticinco metros, mientras que las que daban al frente del templo medían cincuenta metros. A las habitaciones del piso inferior se entraba por el atrio exterior, es decir, por el este. Por el lado sur, a lo largo del muro del atrio, frente al patio y frente al edificio detrás del templo, había unas habitaciones. Tenían un pasillo frente a ellas, como el de las habitaciones de la parte norte. A su vez, tenían la misma longitud, el mismo ancho, las mismas salidas, las mismas disposiciones y las mismas entradas. Bajo las habitaciones que daban al sur, frente al muro que daba al este, que era por donde se podía entrar a ellas, había una entrada al comienzo de cada pasillo. El hombre me dijo: «Las habitaciones del norte y del sur, que están frente al patio, son las habitaciones sagradas. Allí es donde los sacerdotes que se acercan al SEÑOR comerán las ofrendas más sagradas. Allí colocarán la ofrenda de cereal, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por la culpa, porque el lugar es santo. Cuando los sacerdotes entren allí, no saldrán al atrio exterior sin dejar antes las vestiduras con que ministran, porque esas vestiduras son santas. Antes de acercarse a los lugares destinados para el pueblo deberán vestirse con otra ropa».