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EZEQUIEL 40:38-49

EZEQUIEL 40:38-49 Reina Valera 2020 (RV2020)

Había allí una cámara, y su puerta con postes de portales; allí se lavarán las víctimas de los holocaustos. A la entrada de la puerta había dos mesas a un lado y otras dos al otro, para degollar sobre ellas el holocausto, la expiación y el sacrificio por el pecado. A un lado, por fuera de las gradas, a la entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado, que estaba a la entrada de la puerta, dos mesas. Cuatro mesas a un lado, y cuatro mesas al otro lado, junto a la puerta; ocho mesas, sobre las que serán degolladas las víctimas. Las cuatro mesas para el holocausto eran de piedra labrada, y medían setenta y cinco centímetros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, y cincuenta centímetros de alto. Sobre ellas se pondrán los utensilios con que degollarán el holocausto y el sacrificio. Adentro había ganchos, los cuales medían siete centímetros, y estaban dispuestos todo alrededor; y sobre las mesas estaba la carne de las víctimas. Fuera de la puerta interior, en el atrio de adentro que estaba al lado de la puerta del norte, se encontraban las cámaras de los cantores, que miraban hacia el sur; una estaba al lado de la puerta del oriente que miraba hacia el norte. Me dijo: «Esta cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que hacen la guardia del templo. Y la cámara que mira hacia el norte es de los sacerdotes que hacen la guardia del altar; estos son los hijos de Sadoc, descendientes de Leví para ministrar al Señor». Midió el atrio, y este medía cincuenta metros de largo por cincuenta metros de ancho; es decir, era cuadrado; y el altar estaba delante la casa. Me llevó al pórtico del templo, y midió los postes del pórtico, y cada uno medía dos metros y medio por lado. El ancho de la puerta era de un metro y medio por lado. El pórtico medía diez metros de largo y cinco y medio metros de ancho, y se subía a él por gradas. Junto a los postes había columnas en ambos lados.

EZEQUIEL 40:38-49 La Palabra (versión española) (BLP)

Con el vestíbulo del pórtico comunicaba una sala, donde se lavaban las víctimas de los holocaustos. En el propio vestíbulo había unas mesas, dos a cada lado. Eran usadas para degollar a las víctimas de los holocaustos y de los sacrificios expiatorios y penitenciales. En la parte de fuera, en dirección al pórtico septentrional, había dos mesas; otras dos estaban colocadas al otro lado, en dirección al vestíbulo del pórtico. Había, pues, cuatro mesas en la parte interior del pórtico y otras cuatro fuera: un total de ocho mesas dedicadas a los sacrificios. Las cuatro mesas destinadas a las víctimas de los holocaustos estaban construidas con sillares; medían tres cuartos de metro de largo y de ancho, por medio metro de alto. Las repisas que estaban empotradas en las murallas medían un palmo de ancho; en ellas se colocaban los instrumentos utilizados para degollar las víctimas de los holocaustos y de las ofrendas sacrificiales. La carne de las ofrendas debía ser colocada sobre las mesas. Fuera del pórtico interior había dos salas, en el atrio interior: una daba al sur y la otra, al lado del pórtico meridional, estaba orientada al norte. Entonces me dijo: —Esta sala orientada al sur está destinada a los sacerdotes responsables del servicio del Templo, mientras que la sala que da al norte está destinada a los sacerdotes responsables del servicio del altar. Estos últimos son los sadoquitas, descendientes de Leví, que pueden acercarse al Señor para servirlo. Después midió el atrio central: era cuadrado, de cincuenta metros de lado; el altar estaba delante del Templo. Después me condujo al vestíbulo del Templo y midió sus pilastras: dos metros y medio por cada lado. El pórtico medía siete metros de ancho, y sus paredes laterales metro y medio. El vestíbulo tenía diez metros de ancho por doce de largo. Se ascendía a él por diez peldaños, y tenía una columna junto a cada una de las pilastras.

EZEQUIEL 40:38-49 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Había también una cámara que se comunicaba con el vestíbulo de entrada. Allí era donde se lavaba a los animales para el holocausto. En el vestíbulo de entrada había cuatro mesas, dos a cada lado, sobre las que se mataba a los animales para el holocausto y para los sacrificios por el pecado o por la culpa. Fuera del vestíbulo de la entrada norte había también dos mesas a cada lado, de manera que había cuatro mesas dentro y cuatro mesas fuera del edificio de entrada: ocho mesas en total. Sobre ellas se mataba a los animales. Las cuatro mesas para los animales que se quemaban eran de piedra de cantería; medían setenta y cinco centímetros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, y cincuenta centímetros de alto, y sobre ellas se colocaba la carne de las ofrendas. Por la parte interior de la cámara, a todo su alrededor, había un borde de seis centímetros de ancho, sobre el que se colocaban la ofrenda de harina y los utensilios necesarios para matar los animales del holocausto. En el atrio interior, fuera de las puertas interiores, había dos cámaras, una junto a la puerta interior norte, mirando hacia el sur, y otra junto a la puerta interior sur, mirando hacia el norte. El hombre me dijo: “La cámara que mira hacia el sur es para los sacerdotes que prestan servicio en el templo, y la cámara que mira hacia el norte es para los sacerdotes que prestan servicio en el altar. Son descendientes de Sadoc, y son los únicos levitas que pueden acercarse al Señor para servirle.” El hombre midió después el atrio interior, que era un cuadrado de cincuenta metros de lado. El altar estaba delante del templo. El hombre me llevó al vestíbulo del templo y midió las pilastras del vestíbulo: cada una tenía dos metros y medio de grueso. La puerta tenía siete metros de ancho, y los soportes de la puerta del vestíbulo medían un metro y medio de ancho cada uno. El vestíbulo medía diez metros de ancho por seis de profundidad, y se subía a él por una escalinata de diez escalones. Junto a cada pilastra había una columna.

EZEQUIEL 40:38-49 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Había una sala que se comunicaba con el vestíbulo de cada puerta. Allí se lavaba el holocausto. En el vestíbulo de la puerta había cuatro mesas, dos a cada lado, donde se mataba a los animales para el holocausto, para la ofrenda por el pecado y para la ofrenda por la culpa. Fuera del vestíbulo, por donde se subía hacia la entrada de la puerta norte, había otras dos mesas; y al otro lado del vestíbulo de la puerta había dos mesas más. De manera que había cuatro mesas a un lado de la puerta y cuatro al otro, es decir, ocho mesas en total, donde se mataba a los animales. Para el holocausto había cuatro mesas talladas en piedra, que medían setenta y cinco centímetros de largo por setenta y cinco centímetros de ancho, y cincuenta centímetros de alto. Sobre ellas se colocaban los instrumentos con que se mataba a los animales para el holocausto y otros sacrificios. Colocados en el interior, sobre las paredes en derredor, estaban los ganchos dobles, que medían unos veinticinco centímetros de largo. Sobre las mesas se ponía la carne de las ofrendas. En el atrio interior, fuera de las puertas interiores, había dos salas. Una de ellas estaba junto a la puerta del norte que daba al sur, y la otra estaba junto a la puerta del sur que daba al norte. Aquel hombre me dijo: «La sala que da al sur es para los sacerdotes que están encargados del servicio en el templo, mientras que la sala que da al norte es para los sacerdotes encargados del servicio en el altar. Estos son los hijos de Sadoc, y son los únicos levitas que pueden acercarse al SEÑOR para servirle». El hombre midió el atrio, que era un cuadrado de cincuenta metros de largo por cincuenta metros de ancho. El altar estaba frente al templo. Entonces me llevó al vestíbulo del templo y midió sus pilares, y cada uno medía dos metros y medio de grueso. El ancho de la puerta era de siete metros, mientras que las paredes laterales de la puerta medían un metro y medio de ancho. El vestíbulo medía seis metros de largo por diez metros de ancho, y se llegaba a él por una escalera de diez gradas. Junto a cada pilar había una columna.