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EZEQUIEL 40:1-37

EZEQUIEL 40:1-37 Reina Valera 2020 (RV2020)

En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez días del mes, a los catorce años después de que la ciudad fuera conquistada, aquel mismo día vino sobre mí la mano del Señor, y me llevó allá. En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel y me puso sobre un monte muy alto, sobre el cual había un edificio parecido a una gran ciudad, hacia el lado sur. Me llevó allí, y vi que había un hombre, cuyo aspecto era como el aspecto del bronce. Tenía un cordel de lino en la mano y una caña de medir, y él estaba de pie junto a la puerta. Aquel hombre me dijo: «Hijo de hombre, observa con cuidado, escucha atentamente y fíjate bien en todas las cosas que te muestro, porque has sido traído aquí para que yo te las muestre. Cuenta todo lo que veas a la casa de Israel». Y vi que había un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel hombre tenía en la mano medía tres metros; con ella midió la construcción: tres metros de ancho y otros tres de alto. Después se dirigió hacia la puerta que da hacia el oriente y subió sus gradas, y midió los dos postes de la puerta, y ambos medían tres metros de ancho. Y cada cámara medía tres metros de largo y tres metros de ancho. Entre las cámaras había un espacio de dos metros y medio, y el umbral de la puerta que daba al vestíbulo, por el lado de dentro de la puerta, medía tres metros. Midió también por dentro la entrada de la puerta, y medía tres metros. La entrada del portal medía cuatro metros, y sus postes medían un metro. La puerta del portal estaba por el lado interior. La puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una misma medida; y también eran de una misma medida los portales a cada lado. Midió la anchura de la entrada de la puerta, y esta medía cinco metros de ancho; y la longitud del portal era de seis metros y medio de largo. Delante de las cámaras había un espacio de medio metro en cada lado; y las cámaras eran cuadradas y medían tres metros por lado. Midió la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la otra, y el ancho de puerta a puerta era de doce metros y medio. Midió también los postes del atrio y del portal que lo rodeaba, y cada poste medía treinta metros. Desde el frente de la puerta de la entrada hasta el frente de la entrada de la puerta interior había veinticinco metros. Y había ventanas estrechas en las cámaras, y en sus portales por dentro de la puerta alrededor, y asimismo en los corredores; y las ventanas estaban alrededor de la parte interior; y en cada poste había palmeras. Me llevó luego al atrio exterior, y vi que había cámaras, y estaba totalmente enlosado; treinta cámaras había alrededor en aquel atrio. El enlosado a los lados de las puertas, en proporción a la longitud de los portales, era el enlosado inferior. Midió la anchura desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior por fuera, y esta medía cincuenta metros hacia el oriente y hacia el norte. De la puerta que estaba hacia el norte en el atrio exterior, midió su longitud y su anchura. Había tres cámaras a un lado y tres al otro lado; y sus postes y sus vestíbulos eran de igual medida que la puerta primera, es decir, veinticinco metros de largo por doce y medio metros de ancho. Sus ventanas, sus arcos y sus palmeras eran de la misma medida de la puerta que estaba hacia el oriente. Se subía a ella por siete gradas, y delante de ellas estaba su vestíbulo. La puerta del atrio interior estaba enfrente de la puerta, hacia el norte; y así al oriente. Midió la distancia de puerta a puerta, y esta era de cincuenta metros. Me llevó después hacia el sur, y había una puerta que miraba hacia el sur; y midió sus portales y su vestíbulo, que eran de estas mismas medidas. Tenía sus ventanas alrededor del vestíbulo, iguales a las otras ventanas; la longitud era de veinticinco metros, y la anchura de doce metros y medio. Su escalinata tenía siete peldaños, con su vestíbulo delante de ellas; y tenía palmeras, una a un lado y otra al otro, en sus postes. Había también una puerta hacia el sur del atrio interior; y midió, de puerta a puerta, hacia el sur, cincuenta metros. Me llevó después por el atrio interior a la puerta del sur, que era de estas mismas medidas. Sus cámaras, postes y vestíbulos eran de estas mismas medidas; tenía sus ventanas alrededor de los vestíbulos; la longitud era de veinticinco metros, y la anchura de doce metros y medio. Los arcos de alrededor eran de doce metros y medio de largo y dos metros y medio de ancho. Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmeras en sus postes; y su escalinata tenía ocho peldaños. Me llevó al atrio interior hacia el oriente, y midió la puerta, que era de estas mismas medidas. Sus cámaras, postes y vestíbulos eran de estas mismas medidas. Tenía sus ventanas alrededor de sus vestíbulos; la longitud era de veinticinco metros, y la anchura era de doce metros y medio. Sus vestíbulos caían afuera, hacia el atrio, con palmeras en sus postes a un lado y al otro; y su escalinata tenía ocho peldaños. Me llevó luego a la puerta del norte, y midió, y eran las mismas medidas: sus cámaras, postes, vestíbulos con sus ventanas alrededor medían veinticinco metros de largo por doce y medio metros de ancho. Sus postes caían afuera, hacia el atrio, con palmeras en cada uno de sus postes a un lado y al otro. Su escalinata tenía ocho peldaños.

EZEQUIEL 40:1-37 La Palabra (versión española) (BLP)

El año vigésimo quinto de nuestra deportación, al comienzo del año, el día diez del mes, el año décimo cuarto después de que la ciudad fuese destruida, ese mismo día sentí sobre mí la mano del Señor, que me condujo allá. Por medio de una visión divina me transportó a la tierra de Israel y me dejó en un monte altísimo, sobre el que había unas construcciones que parecían una ciudad, orientada hacia el sur. Cuando me llevó allá, vi un hombre que parecía ser de bronce. Llevaba en su mano una cuerda de lino y una vara para medir; estaba de pie junto a la puerta. El hombre me dirigió la palabra: —Hijo de hombre, observa bien, escucha con atención y pon interés en todo lo que te voy a mostrar, pues te he hecho venir aquí para mostrarte algo; luego transmite a los israelitas todo lo que veas. Vi un muro que señalaba el perímetro exterior del Templo. La vara de medir que tenía el hombre en la mano tenía una longitud de tres metros; con ella midió la construcción: tres metros de ancho y otros tres de alto. Se dirigió luego al pórtico oriental, subió los escalones y midió el umbral del pórtico: tres metros de ancho. Luego las alcobas, cada una de las cuales medía tres metros de largo por tres de ancho; la distancia entre alcoba y alcoba era de dos metros y medio; y el umbral del pórtico que estaba junto al vestíbulo interior medía tres metros. Después midió el vestíbulo del pórtico por la parte interior: tenía cuatro metros de profundidad, y sus pilastras medían un metro de espesor. Había tres alcobas a cada lado del pórtico que daba al este. Las alcobas tenían las mismas dimensiones, así como las pilastras situadas a cada lado del pasillo. Después midió la anchura del vano del pórtico, que resultó ser de cinco metros; el pórtico medía seis metros y medio de largo. En la parte frontal de las alcobas había parapetos que medían medio metro por cada lado; y las alcobas tenían tres metros por cada lado. Midió también la estructura del pórtico, desde el fondo de una alcoba hasta el fondo de la otra: y había doce metros y medio. Midió después el vestíbulo, que tenía diez metros; el atrio rodeaba por todas partes al pórtico. Desde la parte frontal del pórtico, justo a la entrada, hasta la parte frontal del vestíbulo en su parte interior había veinticinco metros. Las alcobas tenían ventanas enrejadas todo alrededor del pórtico, por la parte interior; también el vestíbulo tenía ventanas todo alrededor, por la parte interior. Las pilastras del pórtico tenían palmeras esculpidas. A continuación me condujo al atrio exterior, en el que pude ver habitaciones y un enlosado construido en torno al atrio; enfrente del enlosado había treinta habitaciones. El enlosado, es decir, el enlosado inferior, lindaba con los pórticos, y su anchura era la misma que la longitud de estos. Después midió la distancia que había desde el frontal interior del pórtico inferior hasta el frontal exterior del pórtico interior, y resultó ser de cincuenta metros. A continuación midió la longitud y la anchura del pórtico septentrional del atrio exterior. Todas sus alcobas (tres a cada lado), pilastras y vestíbulo tenían las mismas dimensiones que las del primer pórtico: veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. Las ventanas del vestíbulo y las palmeras ornamentales eran iguales que las del pórtico oriental. Conducía a él una escalinata de siete peldaños, y el vestíbulo estaba al fondo. Lo mismo que en el pórtico oriental, había un pórtico que conducía al atrio interior. Midió entonces la distancia entre los dos pórticos y resultó ser de cincuenta metros. Después me condujo en dirección sur, y pude ver el pórtico meridional. Entonces midió sus pilastras y su vestíbulo, y las dimensiones eran las mismas que las del primer pórtico. Tanto el pórtico como su vestíbulo tenían ventanas alrededor, por la parte interior, lo mismo que en los otros pórticos. El pórtico medía veinticinco metros de largo por veinticinco de ancho. Tenía una escalinata de siete peldaños, y su vestíbulo estaba al fondo. Tenía también palmeras esculpidas en sus pilastras, una a cada lado. El atrio interior tenía un pórtico orientado hacia el sur; cuando midió la distancia que había entre los pórticos meridionales, resultó ser de cincuenta metros. Después me condujo al atrio interior, a través del pórtico meridional, y midió el pórtico, que tenía las mismas dimensiones que los demás. Sus alcobas, pilastras y vestíbulo medían lo mismo que las del primer pórtico. Al igual que su vestíbulo, tenía ventanas alrededor. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. El perímetro del vestíbulo era de doce metros y medio de largo por dos y medio de ancho. Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas tres palmeras en sus pilastras; su escalinata tenía ocho peldaños. Después me condujo en dirección este, al atrio interior, y midió el llamado pórtico oriental. Tenía las mismas dimensiones que los demás. Sus alcobas, pilastras y vestíbulo tenían las mismas medidas que los anteriores. Tanto el pórtico como su vestíbulo tenían ventanas alrededor. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. Su vestíbulo daba al atrio exterior, y llevaba esculpidas palmeras a cada lado. Su escalinata tenía ocho peldaños. Después me condujo al pórtico septentrional y lo midió. Se encontraron las mismas dimensiones que las anteriores, tanto para el pórtico como para sus alcobas, pilastras y vestíbulo. Alrededor de él había ventanas. Medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. Su vestíbulo daba al atrio exterior y llevaba esculpidas palmeras a cada lado. Su escalinata tenía ocho peldaños.

EZEQUIEL 40:1-37 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

El día diez del mes, que es el día de año nuevo, el Señor puso su mano sobre mí, y en una visión me trasladó a la tierra de Israel. Ya iban a cumplirse veinticinco años desde que fuimos llevados a Babilonia y catorce desde la caída de Jerusalén. En tierra de Israel, el Señor me puso sobre un monte muy alto; y desde allí vi, hacia el sur, un grupo de edificios que parecía una ciudad. El Señor me llevó allá, y vi un hombre que parecía de bronce. Estaba de pie a la puerta y tenía en la mano una cinta de lino y una regla para medir. Aquel hombre me dijo: “Mira bien y escucha con cuidado; presta mucha atención a todo cuanto voy a mostrarte, pues Dios te ha traído aquí para que yo te lo muestre. Luego comunica al pueblo de Israel todo lo que veas.” Fuera del templo había una muralla que lo rodeaba. La regla que el hombre tenía en la mano medía tres metros. Entonces midió el muro, que era de tres metros de ancho por tres de alto. Luego se fue a la entrada que daba a oriente, subió los escalones y midió el umbral de la puerta, que tenía tres metros de ancho. Las celdas que había a cada lado de la entrada medían cada una tres metros de largo por tres de ancho, y entre celda y celda había una distancia de dos metros y medio. Luego estaba la puerta que daba al vestíbulo, el cual miraba hacia el templo. El umbral de esta puerta tenía tres metros de ancho. El hombre midió el vestíbulo que daba entrada al templo, y el vestíbulo medía cuatro metros. Había dos pilastras de un metro de grueso. (A cada lado de la entrada oriental había tres celdas, todas del mismo tamaño, y las pilastras que había a cada lado eran también del mismo tamaño.) Luego el hombre midió la puerta de entrada: tenía cinco metros de ancho, y la entrada seis metros y medio. Delante de cada celda había un pequeño muro que tenía medio metro de ancho por cada lado. Cada celda medía tres metros de ancho por tres de largo. Luego midió el ancho total de la entrada, desde el fondo de una celda hasta el fondo de la celda de enfrente, pasando de una puerta a la puerta de enfrente, y medía doce metros y medio. Luego midió el vestíbulo: diez metros. El edificio de entrada daba por todos sus lados al atrio. El largo total, desde la parte exterior de la puerta hasta la parte interior del vestíbulo, era de veinticinco metros. Las celdas, lo mismo que sus pilastras, tenían ventanas con rejas por dentro y alrededor del edificio de entrada. Igualmente, el vestíbulo tenía ventanas alrededor, por la parte de adentro. En las pilastras había grabados de palmeras. El hombre me llevó después al atrio exterior. El atrio tenía un empedrado a su alrededor, y treinta cámaras daban a él. Este empedrado, que era el más bajo, se extendía por los costados de los edificios de entrada, y su ancho era igual al largo de estos. El hombre midió la distancia que había desde el frente de la puerta de abajo hasta la parte de afuera de la puerta interior, y era de cincuenta metros. También había una entrada del atrio exterior, que daba al norte. El hombre la midió a lo largo y a lo ancho. Tenía también tres celdas a cada lado, y pilastras y vestíbulo de medidas iguales a las de la entrada oriental, es decir, de veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. El vestíbulo, las ventanas y las palmeras eran del mismo tamaño que los de la entrada oriental. Aquí también se subía por una escalinata de siete escalones, y el vestíbulo quedaba por la parte de adentro. Tanto al oriente como al norte, frente a la entrada exterior, había otra entrada que conducía al atrio interior. El hombre midió la distancia entre las dos entradas, y era de cincuenta metros. Luego el hombre me llevó al sur, donde había una entrada, y midió las pilastras y el vestíbulo, que medían lo mismo que las otras. El edificio de entrada, con su vestíbulo, tenía ventanas alrededor, como los otros. Medía en total veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. Tenía también una escalinata de siete escalones, y el vestíbulo quedaba igualmente en la parte interior. Las pilastras tenían también grabados de palmeras, una a cada lado. El atrio interior tenía también una puerta que daba hacia el sur. El hombre midió la distancia entre las dos puertas del lado sur, y era de cincuenta metros. Luego me llevó por la entrada sur hacia el atrio interior. Midió la puerta del sur, y tenía las mismas medidas de las puertas anteriores. Sus celdas, vestíbulo y pilastras eran del mismo tamaño que los otros. El edificio de entrada, también con su vestíbulo, tenía ventanas alrededor, y medía en total veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. El vestíbulo daba al atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones. En seguida me llevó al atrio interior, por el lado de oriente, y midió la entrada, que medía lo mismo que las otras. Sus celdas, pilastras y vestíbulo eran también de iguales medidas que los otros. El edificio de entrada, con su vestíbulo, tenía ventanas alrededor, y medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. El vestíbulo daba al atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras a cada lado. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones. Luego aquel hombre me llevó a la entrada que daba al norte, y midió la entrada, que medía lo mismo que las otras y tenía también celdas, pilastras, vestíbulo y ventanas alrededor. El edificio de entrada medía veinticinco metros de largo por doce y medio de ancho. El vestíbulo daba al atrio exterior. Las pilastras tenían grabados de palmeras a cada lado. A esta puerta se subía por una escalinata de ocho escalones.

EZEQUIEL 40:1-37 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Transcurría el año veinticinco del exilio cuando el SEÑOR puso su mano sobre mí, y me llevó a Jerusalén. Esto sucedió al comenzar el año, el día diez del mes primero, es decir, catorce años después de la toma de Jerusalén. En una visión divina, Dios me trasladó a la tierra de Israel y me colocó sobre un monte muy alto. Desde allí, mirando al sur, había unos edificios que parecían una ciudad. Dios me llevó allí, y vi un hombre que parecía hecho de bronce. Estaba de pie junto a la puerta, y en su mano tenía una cuerda de lino y una vara de medir. Aquel hombre me dijo: «Hijo de hombre, abre los ojos y presta atención a todo lo que voy a mostrarte, pues para eso se te ha traído aquí. Ve luego y comunícale a Israel todo lo que veas». Entonces vi un muro que rodeaba el templo por fuera. El hombre tenía en la mano una vara de tres metros, que le servía para medir, y midió el muro, el cual tenía tres metros de ancho por tres metros de alto. Luego se dirigió a la puerta que mira hacia el oriente. Subió sus gradas y midió el umbral de la puerta, el cual medía tres metros de ancho. Cada celda lateral medía tres metros de largo por tres metros de ancho. Entre las celdas había un espacio de dos metros y medio. El umbral junto al vestíbulo de la puerta que daba al templo medía tres metros. Luego midió el vestíbulo de la puerta, hacia el interior, y medía tres metros. Midió el vestíbulo de la puerta que daba al templo, y este medía cuatro metros; sus pilares eran de un metro de ancho. A cada lado de la puerta que daba al oriente había tres celdas del mismo tamaño. A su vez, los pilares que estaban a los lados tenían la misma medida. Aquel hombre midió también la entrada de la puerta, y tenía cinco metros de ancho por seis metros y medio de largo. Delante de cada celda había un pequeño muro que medía medio metro de ancho por lado. Cada celda medía tres metros de ancho por tres metros de largo. Luego midió la puerta desde el techo de una celda hasta el techo de la celda de enfrente, y entre una y otra abertura había una distancia de doce metros y medio. Luego midió el vestíbulo, que era de diez metros. El vestíbulo daba al atrio, que lo rodeaba por completo. Desde el frente de la puerta de entrada hasta la parte interior del vestíbulo, el corredor tenía una extensión de veinticinco metros. En torno de las celdas y de los pilares había ventanas con rejas que daban al interior. También en torno al vestíbulo había ventanas que daban a su interior. Sobre los pilares había grabados de palmeras. Luego el hombre me llevó al atrio exterior. Allí vi unas habitaciones y un enlosado construido alrededor del atrio; las habitaciones que daban al enlosado eran treinta. Este enlosado, que estaba en el piso inferior, bordeaba las puertas y correspondía a la longitud de las mismas. Luego midió la distancia desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior, y al este y al norte la distancia era de cincuenta metros. El hombre midió el largo y el ancho de la puerta que daba hacia el norte, es decir, hacia el atrio exterior. Sus celdas, que también eran tres a cada lado, más sus pilares y su vestíbulo, tenían las mismas medidas que la primera puerta: veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. Sus ventanas, su vestíbulo y sus palmeras tenían las mismas medidas que las de la puerta oriental. A esta puerta se subía por medio de siete gradas, y su vestíbulo estaba frente a ellas. En el atrio interior había una puerta que daba a la puerta del norte, igual que en la puerta del este. El hombre midió la distancia entre las dos puertas, y era de cincuenta metros. Luego me condujo hacia el sur, y allí había una puerta que daba al sur. Midió las celdas, los pilares y el vestíbulo, y todos estos tenían las mismas medidas que los anteriores. La puerta y el vestíbulo también tenían ventanas a su alrededor, al igual que los otros, y medían veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. También se subía a la puerta por medio de siete gradas, y frente a ella estaba su vestíbulo. Los pilares a ambos lados tenían grabados de palmeras. El atrio anterior tenía una puerta que daba al sur. El hombre midió la distancia entre una puerta y otra en dirección sur, y era de cincuenta metros. Luego me llevó por la puerta del sur hacia el atrio interior. Midió la puerta del sur, la cual tenía las mismas medidas que las anteriores. Sus celdas, sus pilares y su vestíbulo también tenían las mismas medidas que los anteriores. La puerta y el vestíbulo tenían ventanas a su alrededor, y medían veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. En su derredor había unos vestíbulos de doce metros y medio de largo por dos metros y medio de ancho. Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; sus pilares también tenían grabados de palmeras. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas. También me llevó al atrio interior que daba al oriente, y midió la entrada, y medía igual que las anteriores. Sus celdas, sus pilares y su vestíbulo también tenían las mismas medidas que los anteriores. La puerta y el vestíbulo tenían ventanas a su alrededor, y medían veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. Su vestíbulo daba al atrio exterior. Los pilares tenían a cada lado grabados de palmeras, y a esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas. Luego el mismo hombre me llevó a la puerta del norte y la midió: esta tenía las mismas medidas que las otras. También tenía celdas, pilares, vestíbulo y ventanas a su alrededor, y medían veinticinco metros de largo por doce metros y medio de ancho. Su vestíbulo miraba hacia el atrio exterior. Los pilares tenían grabados de palmera a cada lado. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas.