ÉXODO 32:26-35
ÉXODO 32:26-35 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
se puso en pie a la entrada del campamento y dijo: –Los que estén de parte del Señor, júntense conmigo. Y todos los levitas se le unieron. Entonces Moisés les dijo: –Así dice el Señor, el Dios de Israel: ‘Tomad cada uno de vosotros la espada, regresad al campamento y, yendo de puerta en puerta, matad cada uno a su hermano, amigo o vecino.’ Los levitas cumplieron las órdenes de Moisés, y aquel día murieron como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo: –Hoy habéis recibido plena autoridad ante el Señor, por haberos opuesto cada uno a su hijo o a su hermano. Así que hoy el Señor os bendice. Al día siguiente, Moisés dijo a la gente: –Habéis cometido un gran pecado. Ahora voy a tener que subir a donde está el Señor, a ver si consigo que os perdone. Y así Moisés volvió a donde estaba el Señor, y le dijo: –Realmente el pueblo cometió un gran pecado al hacerse un dios de oro. Pero yo te ruego que los perdones; y si no los perdonas, ¡borra mi nombre del libro que has escrito! Pero el Señor le contestó: –Solo borraré de mi libro al que peque contra mí. Así que ve y lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi ángel te guiará. Y cuando llegue el día del castigo, yo los castigaré por su pecado. Y el Señor envió una plaga sobre el pueblo, por haber adorado al becerro que Aarón les había hecho.
ÉXODO 32:26-35 Reina Valera 2020 (RV2020)
se puso a la puerta del campamento y dijo: —Quien esté de parte del Señor, únase a mí. Y se unieron a él todos los hijos de Leví. Él les dijo: —Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Que cada uno se ciña su espada, regrese al campamento, vaya de puerta en puerta y mate cada uno a su hermano, a su amigo y a su pariente. Los hijos de Leví hicieron conforme a lo dicho por Moisés, y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo: —Hoy os habéis consagrado al Señor, pues cada uno se ha consagrado en su hijo y en su hermano, para que él os dé hoy la bendición. Aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: —Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a donde está el Señor; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado. Entonces volvió Moisés ante el Señor y le dijo: —Puesto que este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse dioses de oro, te ruego que perdones ahora su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito. El Señor respondió a Moisés: —Al que peque contra mí, lo borraré yo de mi libro. Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho. Mi ángel irá delante de ti, pero en el día del castigo, los castigaré por su pecado. Y el Señor hirió al pueblo a causa del becerro que hizo Aarón.
ÉXODO 32:26-35 La Palabra (versión española) (BLP)
Entonces Moisés se plantó en la puerta del campamento y gritó: —¡Que se pongan a mi lado los que están de parte del Señor! Y todos los levitas se le unieron. Él les dijo: —Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Que cada uno se ciña su espada al muslo, recorra el campamento y vaya de puerta en puerta matando a los culpables sin tener en cuenta si es su hermano, su amigo o su vecino. Los levitas cumplieron la orden de Moisés y aquel día murieron unos tres mil hombres del pueblo. Moisés les dijo: —Hoy el Señor os bendice y os constituye sus sacerdotes, pues lo habéis preferido a vuestros propios hijos y hermanos. Al día siguiente Moisés dijo al pueblo: —Habéis cometido un pecado gravísimo; no obstante voy a subir adonde está el Señor, a ver si logro que os perdone. Volvió Moisés adonde estaba el Señor, y le dijo: —Sin duda que este pueblo ha cometido un gran pecado al hacerse un dios de oro. Pero te ruego que les perdones su pecado; si no lo haces, bórrame del libro donde nos tienes inscritos. Pero el Señor le contestó: —Al que haya pecado contra mí, lo borraré del libro. Tú lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi ángel te irá guiando. Y llegado el momento les pediré cuentas por su pecado. Y el Señor castigó al pueblo por haber adorado al becerro de oro fabricado por Aarón.
ÉXODO 32:26-35 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
se puso en pie a la entrada del campamento y dijo: –Los que estén de parte del Señor, júntense conmigo. Y todos los levitas se le unieron. Entonces Moisés les dijo: –Así dice el Señor, el Dios de Israel: ‘Tomad cada uno de vosotros la espada, regresad al campamento y, yendo de puerta en puerta, matad cada uno a su hermano, amigo o vecino.’ Los levitas cumplieron las órdenes de Moisés, y aquel día murieron como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo: –Hoy habéis recibido plena autoridad ante el Señor, por haberos opuesto cada uno a su hijo o a su hermano. Así que hoy el Señor os bendice. Al día siguiente, Moisés dijo a la gente: –Habéis cometido un gran pecado. Ahora voy a tener que subir a donde está el Señor, a ver si consigo que os perdone. Y así Moisés volvió a donde estaba el Señor, y le dijo: –Realmente el pueblo cometió un gran pecado al hacerse un dios de oro. Pero yo te ruego que los perdones; y si no los perdonas, ¡borra mi nombre del libro que has escrito! Pero el Señor le contestó: –Solo borraré de mi libro al que peque contra mí. Así que ve y lleva al pueblo al lugar que te dije. Mi ángel te guiará. Y cuando llegue el día del castigo, yo los castigaré por su pecado. Y el Señor envió una plaga sobre el pueblo, por haber adorado al becerro que Aarón les había hecho.
ÉXODO 32:26-35 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
se puso a la entrada del campamento y dijo: «Todo el que esté de parte del SEÑOR, que se ponga a mi lado». Y se le unieron todos los levitas. Entonces les dijo Moisés: «El SEÑOR y Dios de Israel ordena lo siguiente: “Cíñase cada uno la espada y recorred todo el campamento de un extremo al otro, y matad al que se os ponga enfrente, sea hermano, amigo o vecino”». Los levitas hicieron lo que les mandó Moisés, y aquel día mataron como a tres mil israelitas. Entonces dijo Moisés: «Hoy habéis recibido vosotros plena autoridad de parte del SEÑOR; él os ha bendecido este día, pues os pusisteis en contra de vuestros propios hijos y hermanos». Al día siguiente, Moisés les dijo a los israelitas: «Habéis cometido un gran pecado. Pero voy a subir ahora para reunirme con el SEÑOR, y tal vez logre yo que Dios os perdone vuestro pecado». Volvió entonces Moisés para hablar con el SEÑOR, y le dijo: ―¡Qué pecado tan grande ha cometido este pueblo al hacerse dioses de oro! Sin embargo, yo te ruego que les perdones su pecado. Pero, si no vas a perdonarlos, ¡bórrame del libro que has escrito! El SEÑOR le respondió a Moisés: ―Solo borraré de mi libro a quien haya pecado contra mí. Tú ve y lleva al pueblo al lugar del que te hablé. Delante de ti irá mi ángel. Llegará el día en que deba castigarlos por su pecado, y entonces los castigaré. Fue así como, por causa del becerro que había hecho Aarón, el SEÑOR lanzó una plaga sobre el pueblo.