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ÉXODO 29:1-46

ÉXODO 29:1-46 Reina Valera 2020 (RV2020)

Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada y dos carneros sin defecto; panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y hojaldres sin levadura untados con aceite; los harás de flor de harina de trigo. Los pondrás en un canastillo y en el canastillo los ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. Llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, donde los lavarás con agua. Tomarás las vestiduras y vestirás a Aarón con la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el cinto del efod; pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra colocarás la diadema santa. Luego tomarás el aceite de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás. También harás que se acerquen sus hijos y los vestirás con las túnicas. Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos y les atarás las tiaras. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. Luego matarás el becerro delante del Señor, a la puerta del tabernáculo de reunión. Tomarás de la sangre del becerro, la pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás todo el resto al pie del altar. Tomarás también toda la grasa que cubre los intestinos, la grasa que está sobre el hígado, los dos riñones y la grasa que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar. Pero la carne del becerro, su piel y su estiércol, los quemarás fuera del campamento, pues es ofrenda por el pecado. Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. Matarás el carnero, y rociarás su sangre en el altar, por todos sus lados. Cortarás el carnero en pedazos, lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza. Después quemarás todo el carnero sobre el altar. Es holocausto de olor grato para el Señor; es ofrenda quemada al Señor. Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. Matarás el carnero, tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de sus manos derechas y sobre el dedo pulgar de sus pies derechos, y rociarás la sangre en el altar, por todos sus lados. Con la sangre que estará sobre el altar y el aceite de la unción rociarás a Aarón, sus vestiduras, sus hijos y las vestiduras de estos. Así quedará santificado él y sus vestiduras, y con él sus hijos y las vestiduras de sus hijos. Luego tomarás del carnero la grasa, la cola, la grasa que cubre los intestinos, la grasa del hígado, los dos riñones con la grasa que está sobre ellos, y la pierna derecha, porque es carnero de consagración. También una torta grande de pan, una torta de pan de aceite y un hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado al Señor. Lo pondrás todo en las manos de Aarón y en las manos de sus hijos, y lo mecerás como ofrenda mecida delante del Señor. Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, junto con el holocausto, como olor grato delante del Señor. Es ofrenda quemada al Señor. Tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que es de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante del Señor. Esta será tu porción. Apartarás el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda reservada, lo que fue mecido y lo que fue reservado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos, pues será para Aarón y para sus hijos, según estatuto perpetuo dado a los hijos de Israel, porque es ofrenda reservada. Será una ofrenda reservada por los hijos de Israel de sus sacrificios de paz, una porción de ellos reservada como ofrenda al Señor. Las vestiduras santas de Aarón serán después de él para sus hijos, para que sean ungidos con ellas y consagrados con ellas. Durante siete días las vestirá aquel de sus hijos que tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario. Tomarás el carnero de las consagraciones y cocerás su carne en un lugar santo. Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de reunión. Comerán aquellas cosas con las que se hizo expiación para ordenarlos y consagrarlos; pero el extraño no las comerá, porque son santas. Si sobra hasta la mañana algo de la carne de las consagraciones y del pan, quemarás al fuego lo que haya sobrado; no se comerá, porque es cosa santa. Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos conforme a todo lo que yo te he mandado; durante siete días los consagrarás. Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio de expiación por el pecado; purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. Durante siete días harás expiación por el altar y lo santificarás; será un altar santísimo: cualquier cosa que toque este altar quedará santificada. Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, perpetuamente. Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro lo ofrecerás a la caída de la tarde. Además, con cada cordero ofrecerás dos kilos de flor de harina, amasada con un litro de aceite de olivas machacadas, y como libación ofrecerás un litro de vino. A la caída de la tarde ofrecerás el otro cordero; harás conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, como olor grato de ofrenda quemada al Señor. Esto será el holocausto perpetuo que todas vuestras generaciones ofrecerán a la puerta del tabernáculo de reunión, delante del Señor, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí. Allí me reuniré con los hijos de Israel, y el lugar será santificado con mi gloria. Santificaré el tabernáculo de reunión y el altar. También santificaré a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. Yo habitaré entre los hijos de Israel y seré su Dios. Así conocerán que yo soy el Señor, su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para habitar en medio de ellos. Yo, el Señor, su Dios.

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ÉXODO 29:1-46 La Palabra (versión española) (BLP)

Este es el ritual que seguirás con ellos para consagrarlos a mí como sacerdotes: tomarás un novillo y dos carneros sin defecto, panes sin levadura, tortas sin levadura amasadas con aceite y obleas sin levadura untadas en aceite, elaboradas con harina de excelente calidad. Colocarás todo ello en un canastillo y lo presentarás junto con un novillo y dos carneros. Después conducirás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda del encuentro y los lavarás con agua. Seguidamente tomarás las vestiduras y le pondrás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y lo ceñirás con el fajín del efod; colocarás sobre su cabeza el turbante y sobre este pondrás la diadema de la consagración. A continuación, lo ungirás derramando sobre su cabeza el aceite de la unción. Después harás que se acerquen sus hijos: les pondrás las túnicas, ajustarás los turbantes sobre la cabeza de Aarón y sus hijos y les ceñirás los fajines. A ellos les corresponderá el sacerdocio por derecho perpetuo. Así es como consagrarás a Aarón y a sus hijos. Traerás el novillo hasta la Tienda del encuentro; Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del animal, y allí, a la entrada de la Tienda del encuentro, en presencia del Señor, lo degollarás. Con el dedo tomarás un poco de la sangre del novillo y untarás con ella los salientes del altar; con el resto de la sangre rociarás la base del altar. Tomarás la grasa que recubre las vísceras, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y lo quemarás en el altar; sin embargo, la carne del novillo, su piel y sus intestinos, los quemarás fuera del campamento, pues es un sacrificio por el pecado. Después tomarás uno de los carneros sobre cuya cabeza pondrán sus manos Aarón y sus hijos. Lo degollarás y derramarás su sangre alrededor del altar. Luego lo descuartizarás, lavarás sus vísceras y patas, colocándolas sobre los trozos de carne y sobre la cabeza, y dejarás que todo se queme completamente sobre el altar. Este es un holocausto para el Señor, una ofrenda quemada cuyo olor le agrada. Tomarás seguidamente el segundo carnero sobre cuya cabeza pondrán sus manos Aarón y sus hijos. Tú lo degollarás y, tomando un poco de la sangre, untarás el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos y los pulgares de sus manos y pies derechos; el resto de la sangre lo derramarás alrededor del altar. Tomarás un poco de la sangre que está sobre el altar y del aceite de la unción, y con ellos rociarás a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y sus vestiduras. De este modo quedarán consagrados Aarón, sus hijos y las vestiduras de todos ellos. A este carnero sacrificado en el rito de consagración del sacerdote le quitarás el rabo y las partes adiposas: la grasa que cubre las vísceras, el lóbulo del hígado, los dos riñones, la grasa que los recubre y también la pata derecha; y del cestillo de los panes sin levadura presentados al Señor tomarás una rosca de pan, una torta amasada con aceite y una oblea; depositarás todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos y lo ofrecerás delante del Señor haciendo el gesto ritual de presentación. Después, volverás a tomarlo de sus manos y lo quemarás en el altar, sobre los restos del anterior holocausto, como fragancia apaciguadora delante del Señor. Es una ofrenda que se quema en honor del Señor. Tomarás también el pecho del carnero que se utilizó para la consagración de Aarón y realizarás con él el ritual de presentación delante del Señor. Es la porción que te corresponde. Apartarás el pecho presentado ritualmente y la pata de la ofrenda, es decir, las partes reservadas y ofrecidas del carnero que sirvieron para el gesto ritual de presentación de Aarón y sus hijos. Es la parte que Aarón y sus hijos recibirán de los israelitas, según un decreto perpetuo. Será una ofrenda que los israelitas deberán seguir aportando en sus sacrificios de comunión, algo reservado como ofrenda en honor del Señor. Las vestiduras sagradas de Aarón las heredarán sus descendientes al ser ungidos y consagrados con ellas. El hijo de Aarón que le suceda en el sacerdocio, las vestirá durante siete días, cada vez que entre en la Tienda del encuentro para oficiar en el santuario. En cuanto al carnero sacrificado en el rito de consagración, cuece su carne en lugar sagrado; Aarón y sus hijos la comerán con el pan del cestillo, a la entrada de la Tienda del encuentro. De este modo comerán todo aquello que sirvió para su expiación cuando fueron investidos como sacerdotes y consagrados a mí. Ningún extraño deberá comer de estas cosas, porque son ofrendas sagradas. Si sobra algo para el día siguiente del pan o de la carne del rito de consagración, quémalo; que nadie lo coma, porque es parte de la ofrenda sagrada. Esto es lo que harás con Aarón y sus hijos, de acuerdo con todas mis instrucciones. La ceremonia de su consagración durará siete días. Cada uno de esos días ofrecerás un novillo como sacrificio de expiación por el pecado; purificarás el altar ofreciendo sobre él un sacrificio por el pecado, y lo consagrarás derramando aceite sobre él. Durante siete días harás expiación por el altar y lo consagrarás. Así el altar quedará tan santificado que todo lo que entre en contacto con él quedará consagrado. Esta es la ofrenda que cada día, perpetuamente, ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año. Ofrecerás uno de ellos al despuntar el día, y el otro al caer la tarde. Con el primer cordero ofrecerás dos kilos de harina de excelente calidad amasada con un litro de aceite y, como libación, un litro de vino. A la caída de la tarde ofrecerás el otro cordero, con una ofrenda y una libación iguales a las de la mañana, como una ofrenda quemada cuyo olor le agrada al Señor. Las generaciones futuras deberán ofrecer perpetuamente este holocausto, que tendrá lugar a la entrada de la Tienda del encuentro, porque es allí donde yo me encontraré contigo para hablarte. Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar quedará consagrado por mi gloriosa presencia. Consagraré la Tienda del encuentro y el altar; a Aarón y a sus hijos los consagraré como sacerdotes a mi servicio. Yo habitaré en medio de los israelitas y seré su Dios. Así reconocerán que yo soy el Señor su Dios, el que los sacó de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.

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ÉXODO 29:1-46 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“Para consagrarlos como mis sacerdotes, esto es lo que debes hacer con ellos: toma un becerro y dos carneros que no tengan ningún defecto; con la mejor harina de trigo, haz panes y tortas sin levadura, amasadas con aceite, y hojuelas sin levadura rociadas con aceite, y ponlas en un canastillo para llevarlas al santuario, junto con el becerro y los dos carneros. Luego lleva a Aarón y a sus hijos a la entrada de la tienda del encuentro, y haz que se bañen; toma después las ropas sacerdotales, y viste a Aarón con la túnica y la capa del efod, y con el efod mismo y el pectoral. Ajústale el cinturón del efod; ponle el turbante en la cabeza y, sobre el turbante, la placa que lo consagra como sacerdote. Toma entonces el aceite de consagrar y consagra a Aarón como sacerdote, derramando el aceite sobre su cabeza. Haz también que se acerquen sus hijos y vístelos con las túnicas. Tanto a Aarón como a ellos, les ajustarás el cinturón y les acomodarás el turbante. De esta manera les darás plena autoridad, y su sacerdocio será una ley permanente. “Después lleva el becerro hasta la tienda del encuentro, para que Aarón y sus hijos pongan las manos sobre la cabeza del animal, y allí, ante el Señor, a la entrada de la tienda del encuentro, mata el becerro. Toma entonces con el dedo un poco de su sangre y unta con ella los cuernos del altar, y derrama al pie del altar toda la sangre que quede. A los intestinos, hígados y riñones, quítales la grasa de que están cubiertos y quémala en el altar; pero la carne, la piel y el estiércol del becerro quémalos en las afueras del campamento, pues es un sacrificio por el pecado. “Toma uno de los dos carneros, y que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza. Después mátalo, y rocía su sangre por los cuatro costados del altar; luego córtalo en pedazos, lava sus intestinos y sus patas y ponlos junto con los pedazos y la cabeza. Entonces ofrece el carnero sobre el altar como holocausto en honor del Señor, como ofrenda quemada de olor agradable. “Toma luego el otro carnero, y que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza. Mata el carnero, toma un poco de su sangre y unta con ella a Aarón y a sus hijos la parte inferior de la oreja derecha, el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho. Luego rocía el resto de la sangre del carnero por los cuatro costados del altar. Y de la sangre que quede sobre el altar, y del aceite para consagrar, toma un poco y rocíalo sobre Aarón y sobre su ropa, y sobre sus hijos y la ropa de ellos. Así quedarán consagrados Aarón y sus hijos, lo mismo que sus ropas. “Después toma la grasa que el carnero tiene en la cola y sobre los intestinos y en el hígado, y toma también sus dos riñones y la grasa que los cubre, y su muslo derecho, porque es un carnero para la consagración de sacerdotes. De los panes sin levadura que están en un canastillo ante el Señor, toma un pan redondo, un pan amasado con aceite y una hojuela; ponlo todo en las manos de Aarón y de sus hijos, y celebra el rito de presentación ante el Señor. Luego retira esto de sus manos y quémalo en el altar, junto con el holocausto de aroma agradable al Señor. Es una ofrenda quemada en honor del Señor. “Para la consagración de Aarón toma también el pecho del carnero y celebra el rito de presentación ante el Señor. A ti te tocará esa parte. Aparta el pecho presentado como ofrenda especial en ese rito, y el muslo que se ofrece como contribución, pues son las partes del carnero de la consagración que se reservan para Aarón y sus hijos. Eso será para Aarón y sus hijos. Es una ley permanente para los israelitas: esta ofrenda será una contribución hecha por los israelitas al Señor como sacrificio de reconciliación. “La ropa sagrada de Aarón la heredarán sus descendientes cuando sean consagrados y reciban plena autoridad como sacerdotes. Y el sacerdote descendiente de Aarón que ocupe su lugar y que entre en la tienda del encuentro para oficiar en el santuario, deberá llevar puesta esa ropa durante siete días. “Toma después el carnero de la consagración y cuece su carne en un lugar sagrado. Aarón y sus descendientes comerán a la entrada de la tienda del encuentro la carne del carnero y el pan del canastillo. Los comerán porque fueron ofrecidos para obtener el perdón de sus pecados, cuando fueron consagrados y recibieron plena autoridad como sacerdotes. Pero ningún extraño comerá de estas cosas, porque son sagradas. Y si para el día siguiente queda algo del pan y de la carne de la consagración, quema lo que haya quedado, y que nadie lo coma, porque es sagrado. “Haz todo esto con Aarón y sus hijos, de acuerdo con todas mis instrucciones. Dedica siete días a investirlos de autoridad, y ofrece cada día un becerro como sacrificio para obtener el perdón de los pecados; purifica el altar, ofreciendo sobre él un sacrificio por el pecado, y derrama aceite sobre él, para consagrarlo. Durante siete días ofrecerás sobre el altar sacrificios por el pecado. Así lo consagrarás a Dios, y será un altar santísimo. Cualquier cosa que toque el altar, quedará consagrada. “Diariamente, sin falta, debes ofrecer sobre el altar dos corderos de un año. Uno de ellos lo ofrecerás por la mañana, y el otro lo ofrecerás al atardecer. Con el primer cordero ofrecerás unos dos kilos de la mejor harina, mezclada con un litro de aceite de oliva, y derramarás como ofrenda un litro de vino. Lo mismo harás al atardecer con el otro cordero y con las ofrendas de harina y de vino, ofrendas quemadas de aroma agradable al Señor. Estas ofrendas quemadas en mi honor son las que de padres a hijos se ofrecerán siempre en mi presencia, a la entrada de la tienda del encuentro, que es donde me encontraré contigo para hablarte. Allí me encontraré con los israelitas, y el lugar quedará consagrado por mi presencia. Consagraré la tienda del encuentro y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos como sacerdotes míos. Yo viviré entre los israelitas, y seré su Dios. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios, el que los sacó de Egipto para vivir entre ellos. Yo soy el Señor su Dios.

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ÉXODO 29:1-46 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»Para consagrarlos como sacerdotes a mi servicio, harás lo siguiente: Tomarás un novillo y dos carneros sin defecto, y con harina fina de trigo harás panes y tortas sin levadura amasadas con aceite, y obleas sin levadura untadas con aceite. Pondrás los panes, las tortas y las obleas en un canastillo, y me los presentarás junto con el novillo y los dos carneros. Luego llevarás a Aarón y a sus hijos a la entrada de la Tienda de reunión, y los bañarás. Tomarás las vestiduras y le pondrás a Aarón la túnica, el efod con su manto, y el pectoral. El efod se lo sujetarás con el cinturón. Le pondrás el turbante en la cabeza, y sobre el turbante, la tiara sagrada. Luego lo ungirás derramando el aceite de la unción sobre su cabeza. Acercarás entonces a sus hijos y les pondrás las túnicas y las mitras; a continuación, les ceñirás los cinturones a Aarón y a sus hijos. Así les conferirás autoridad, y el sacerdocio será para ellos una ley perpetua. »Arrimarás el novillo a la entrada de la Tienda de reunión para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza, y allí, en presencia del SEÑOR, sacrificarás al novillo. Con el dedo tomarás un poco de la sangre del novillo y la untarás en los cuernos del altar, y al pie del altar derramarás la sangre restante. Al hígado y a los dos riñones les quitarás la grasa que los recubre, y la quemarás sobre el altar; pero la carne del novillo, su piel y su excremento los quemarás fuera del campamento, pues se trata de un sacrificio por el pecado. »Tomarás luego uno de los carneros para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza; lo sacrificarás, y con la sangre rociarás el altar y sus cuatro costados. Descuartizarás el carnero y, después de lavarle los intestinos y las piernas, los pondrás sobre los pedazos y la cabeza del carnero, y quemarás todo el carnero sobre el altar. Se trata de un holocausto, de una ofrenda presentada por fuego, de aroma grato al SEÑOR. »Tomarás entonces el otro carnero para que Aarón y sus hijos le pongan las manos sobre la cabeza, y lo sacrificarás, poniendo un poco de su sangre en el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y de sus hijos, lo mismo que en el pulgar derecho y en el dedo gordo derecho. Después de eso rociarás el altar y sus cuatro costados con la sangre, y rociarás también un poco de esa sangre y del aceite de la unción sobre Aarón y sus hijos, y sobre sus vestiduras. Así Aarón y sus hijos y sus vestiduras quedarán consagrados. »De este carnero, que representa la autoridad conferida a los sacerdotes, tomarás la cola, la grasa que recubre las vísceras, el hígado, los dos riñones y el muslo derecho. Del canastillo del pan sin levadura que está ante el SEÑOR, tomarás uno de los panes, una torta hecha con aceite y una oblea, y meciéndolos ante el SEÑOR los pondrás en las manos de Aarón y de sus hijos. Se trata de una ofrenda mecida. Luego ellos deberán devolverte todo esto para que tú, en presencia del SEÑOR, lo quemes sobre el altar, junto con el holocausto de aroma grato. Esta es una ofrenda presentada por fuego en honor del SEÑOR. Después de eso, tomarás el pecho del carnero que representa la autoridad conferida a Aarón, y lo mecerás ante el SEÑOR, pues se trata de una ofrenda mecida. Esa porción será la tuya. »Aparta el pecho del carnero que fue mecido para conferirles autoridad a Aarón y a sus hijos, y también el muslo que fue presentado como ofrenda, pues son las porciones que a ellos les corresponden. Estas son las porciones que, de sus sacrificios de comunión al SEÑOR, les darán siempre los israelitas a Aarón y a sus hijos como contribución. »Las vestiduras sagradas de Aarón pasarán a ser de sus descendientes, para que sean ungidos y ordenados con ellas. Cualquiera de los sacerdotes descendientes de Aarón que se presente en la Tienda de reunión para ministrar en el Lugar Santo, deberá llevar puestas esas vestiduras durante siete días. »Toma el carnero con que se les confirió autoridad, y cuece su carne en el lugar sagrado. A la entrada de la Tienda de reunión, Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero y el pan que está en el canastillo. Con esas ofrendas se hizo expiación por ellos, se les confirió autoridad y se les consagró; solo ellos podrán comerlas, y nadie más, porque son ofrendas sagradas. Si hasta la mañana siguiente queda algo del carnero con que se les confirió autoridad o algo del pan, quémalo. No debe comerse, porque es parte de las ofrendas sagradas. »Haz con Aarón y con sus hijos todo lo que te he ordenado. Dedica siete días a conferirles autoridad. Para hacer expiación, cada día ofrecerás un novillo como ofrenda por el pecado. Purificarás el altar haciendo expiación por él y ungiéndolo para consagrarlo. Esto lo harás durante siete días. Así el altar y cualquier cosa que lo toque quedarán consagrados. »Todos los días ofrecerás sobre el altar dos corderos de un año. Al despuntar el día, ofrecerás uno de ellos, y al caer la tarde, el otro. Con el primer cordero ofrecerás, como ofrenda de libación, dos kilos de harina fina mezclada con un litro de aceite de oliva, y un litro de vino. El otro cordero lo sacrificarás al caer la tarde, como ofrenda presentada por fuego de aroma grato al SEÑOR, junto con una ofrenda de libación como la presentada en la mañana. »Las generaciones futuras deberán ofrecer siempre este holocausto al SEÑOR. Lo harán a la entrada de la Tienda de reunión, donde yo me reuniré contigo y te hablaré, y donde también me reuniré con los israelitas. Mi gloriosa presencia santificará ese lugar. »Consagraré la Tienda de reunión y el altar, y consagraré también a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. Habitaré entre los israelitas, y seré su Dios. Así sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, que los sacó de Egipto para habitar entre ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios.

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