ÉXODO 2:21-25
ÉXODO 2:21-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y así Moisés aceptó quedarse a vivir en la casa de Reuel. Después Reuel le dio a su hija Séfora por esposa, y ella tuvo un hijo al que Moisés llamó Guersón, porque dijo: “Soy un extranjero en tierra extraña.” Con el correr del tiempo murió el rey de Egipto. Pero los israelitas seguían quejándose y lamentando su esclavitud. Entonces Dios escuchó sus lamentos y atendió sus quejas, acordándose del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Los vio Dios, y se dio cuenta de su condición.
ÉXODO 2:21-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora. Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña». Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios, quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tuvo en cuenta.
ÉXODO 2:21-25 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y Moisés aceptó vivir en casa de aquel hombre; y este le dio a su hija Séfora por mujer. Ella le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Gersón, pues dijo: «Forastero soy en tierra ajena». Después de mucho tiempo murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel, que gemían a causa de la esclavitud, clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos desde lo profundo de su situación. Dios oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció.
ÉXODO 2:21-25 La Palabra (versión española) (BLP)
Moisés se quedó a vivir en casa de Reuel, el cual le dio a su hija Séfora por esposa. Ella dio a luz un niño y Moisés lo llamó Guersón, porque dijo: «Soy un extranjero en una tierra extraña». Pasado mucho tiempo, el rey de Egipto murió, pero los israelitas seguían esclavizados, quejándose y lamentándose. Desde la esclavitud sus gritos de dolor llegaron hasta Dios que, oyendo su gemido, se acordó de la alianza que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob. Y viendo a los israelitas, tuvo conocimiento del trance por el que estaban pasando.
ÉXODO 2:21-25 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y Moisés aceptó vivir en casa de aquel hombre; y este le dio a su hija Séfora por mujer. Ella le dio a luz un hijo, y él le puso por nombre Gersón, pues dijo: «Forastero soy en tierra ajena». Después de mucho tiempo murió el rey de Egipto. Los hijos de Israel, que gemían a causa de la esclavitud, clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos desde lo profundo de su situación. Dios oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció.
ÉXODO 2:21-25 La Palabra (versión española) (BLP)
Moisés se quedó a vivir en casa de Reuel, el cual le dio a su hija Séfora por esposa. Ella dio a luz un niño y Moisés lo llamó Guersón, porque dijo: «Soy un extranjero en una tierra extraña». Pasado mucho tiempo, el rey de Egipto murió, pero los israelitas seguían esclavizados, quejándose y lamentándose. Desde la esclavitud sus gritos de dolor llegaron hasta Dios que, oyendo su gemido, se acordó de la alianza que había hecho con Abrahán, Isaac y Jacob. Y viendo a los israelitas, tuvo conocimiento del trance por el que estaban pasando.
ÉXODO 2:21-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Y así Moisés aceptó quedarse a vivir en la casa de Reuel. Después Reuel le dio a su hija Séfora por esposa, y ella tuvo un hijo al que Moisés llamó Guersón, porque dijo: “Soy un extranjero en tierra extraña.” Con el correr del tiempo murió el rey de Egipto. Pero los israelitas seguían quejándose y lamentando su esclavitud. Entonces Dios escuchó sus lamentos y atendió sus quejas, acordándose del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Los vio Dios, y se dio cuenta de su condición.
ÉXODO 2:21-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Moisés convino en quedarse a vivir en casa de aquel hombre, quien le dio por esposa a su hija Séfora. Ella tuvo un hijo, y Moisés le puso por nombre Guersón, pues razonó: «Soy un extranjero en tierra extraña». Mucho tiempo después murió el rey de Egipto. Los israelitas, sin embargo, seguían lamentando su condición de esclavos y clamaban pidiendo ayuda. Sus gritos desesperados llegaron a oídos de Dios, quien al oír sus quejas se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. Fue así como Dios se fijó en los israelitas y los tuvo en cuenta.