ÉXODO 19:16-25
ÉXODO 19:16-25 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube cubrió el monte y se oyó un sonido de bocina muy fuerte. Todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció. Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía violentamente. El sonido de la bocina se hacía cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz de trueno. Descendió el Señor sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte. Llamó el Señor a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió. El Señor dijo a Moisés: —Desciende y ordena al pueblo que no traspase los límites para ver al Señor, porque si lo hacen, serán muchos los que perderán la vida. Que también se santifiquen los sacerdotes que se acercan al Señor, para que el Señor no haga en ellos ningún estrago. Moisés dijo al Señor: —El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado: «Señala límites al monte y santifícalo». Pero el Señor le dijo: —Ve, desciende, y luego subirás junto con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir adonde está el Señor, no sea que haga entre ellos algún estrago. Entonces Moisés descendió, y se lo dijo al pueblo.
ÉXODO 19:16-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de miedo. Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí echaba humo, debido a que el Señor había bajado a él en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y todo el monte temblaba violentamente. El sonido de trompetas fue haciéndose cada vez más fuerte; Moisés hablaba, y Dios le contestaba con voz de trueno. El Señor bajó a la parte más alta del monte Sinaí, y llamó a Moisés para que subiera a aquel mismo lugar. Moisés subió, y el Señor le dijo: –Baja y advierte a la gente que no traspase el límite ni trate de verme, no sea que muchos de ellos caigan muertos. Aun los sacerdotes, que pueden acercarse a mí, deberán purificarse, para que yo no haga destrozos entre ellos. Moisés contestó al Señor: –El pueblo no se atreverá a subir a este monte Sinaí, pues tú nos ordenaste ponerle un límite y declararlo sagrado. Y el Señor le dijo: –Anda, baja; después subirás con Aarón. Pero los sacerdotes y el pueblo no deben traspasar el límite para subir a donde yo estoy, no sea que yo haga destrozos entre ellos. Moisés bajó y repitió esto a los israelitas.
ÉXODO 19:16-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En la madrugada del tercer día hubo truenos y relámpagos, y una densa nube se posó sobre el monte. Un toque muy fuerte de trompeta puso a temblar a todos los que estaban en el campamento. Entonces Moisés sacó del campamento al pueblo para que fuera a su encuentro con Dios, y ellos se detuvieron al pie del monte Sinaí. El monte estaba cubierto de humo, porque el SEÑOR había descendido sobre él en medio de fuego. Era tanto el humo que salía del monte que parecía un horno; todo el monte se sacudía violentamente, y el sonido de la trompeta era cada vez más fuerte. Entonces habló Moisés, y Dios le respondió en el trueno. El SEÑOR descendió a la cumbre del monte Sinaí, y desde allí llamó a Moisés para que subiera. Cuando Moisés llegó a la cumbre, el SEÑOR le dijo: ―Baja y advierte al pueblo que no intenten ir más allá del cerco para verme, no sea que muchos de ellos pierdan la vida. Hasta los sacerdotes que se acercan a mí deben consagrarse; de lo contrario, yo arremeteré contra ellos. Moisés le dijo al SEÑOR: ―El pueblo no puede subir al monte Sinaí, pues tú mismo nos has advertido: “Pon un cerco alrededor del monte, y conságramelo”. El SEÑOR le respondió: ―Baja y dile a Aarón que suba contigo. Pero ni los sacerdotes ni el pueblo deben intentar subir adonde estoy, pues, de lo contrario, yo arremeteré contra ellos. Moisés bajó y repitió eso mismo al pueblo.
ÉXODO 19:16-25 La Palabra (versión española) (BLP)
El tercer día amaneció con relámpagos y truenos; una densa nube cubrió el monte, se oyó un clamoroso sonido de trompeta, y el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. Entonces Moisés sacó al pueblo del campamento al encuentro de Dios, y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí estaba envuelto en humo porque el Señor descendió sobre él en medio del fuego. El monte se estremecía violentamente y subía de él una humareda como la humareda de un horno. El resonar de las trompetas fue haciéndose cada vez más atronador. Moisés hablaba y Dios le respondía con la voz del trueno. El Señor descendió sobre el monte Sinaí y pidió a Moisés que subiera a la cima del monte. Moisés subió, y el Señor le dijo: —Baja y advierte al pueblo que no traspasen los límites en su afán de verme; si lo hacen, serán muchos los que perderán la vida. Incluso a los sacerdotes que se han de acercar a mí, purifícalos, para que yo, el Señor, no los fulmine. Moisés contestó al Señor: —El pueblo no puede subir al monte Sinaí porque has sido tú quien nos mandó ponerle un límite alrededor, declarándolo sagrado. El Señor le dijo: —Ahora desciende y regresa después acompañado de Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no traspasen los límites para venir adonde yo estoy, no sea que los haga morir. Entonces Moisés descendió y advirtió de esto al pueblo.