Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

ÉXODO 18:13-22

ÉXODO 18:13-22 Reina Valera 2020 (RV2020)

Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a dirimir los pleitos del pueblo, y los israelitas acudieron a él desde la mañana hasta la tarde. Al ver el suegro de Moisés todo lo que él hacía por el pueblo, le preguntó: —¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, mientras todo el pueblo permanece delante de ti desde la mañana hasta la tarde? Moisés respondió a su suegro: —Porque el pueblo acude a mí para conocer la voluntad de Dios. Cuando tienen algún pleito, vienen a mí; yo juzgo entre el uno y el otro, y les doy a conocer los preceptos y leyes de Dios. Entonces el suegro de Moisés le dijo: —No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti y no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz: yo te aconsejaré y Dios estará contigo. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que ellos tienen. Debes también enseñarles los preceptos y las leyes, muéstrales el camino por donde deben andar y lo que han de hacer. Además, escoge tú de entre todo el pueblo a hombres capacitados, temerosos de Dios, hombres veraces, que aborrezcan la avaricia, y ponlos sobre el pueblo como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo momento; todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así se aliviará tu carga, pues ellos la llevarán contigo.

Compartir
Lee ÉXODO 18

ÉXODO 18:13-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Al día siguiente, Moisés se sentó y dictó sentencia sobre los problemas de los israelitas, los cuales estuvieron todo el día de pie delante de él. Al ver lo que Moisés estaba haciendo con ellos, su suegro le dijo: –¿Qué es lo que haces con esta gente? ¿Por qué solamente tú te sientas, y todos ellos permanecen en pie todo el día? Moisés le contestó: –Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios. Cuando tienen dificultades entre ellos, vienen a verme, para que yo decida quién es el que tiene la razón; entonces les hago saber las leyes y enseñanzas de Dios. Pero su suegro Jetró le advirtió: –No está bien lo que haces, pues tú te cansas y se cansa también la gente que está contigo. La tarea sobrepasa tus fuerzas, y tú solo no vas a poder realizarla. Escucha bien el consejo que te voy a dar, y que Dios te ayude. Tú debes presentarte ante Dios en lugar del pueblo, y someterle esos problemas. A ellos, instrúyelos en las leyes y enseñanzas, y hazles saber cómo deben vivir y qué deben hacer. Por lo que a ti toca, escoge entre el pueblo hombres capaces, que tengan temor de Dios y que sean sinceros, hombres que no busquen ganancias deshonestas, y a unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre grupos de cien, a otros sobre grupos de cincuenta y a otros sobre grupos de diez. Ellos dictarán sentencia entre el pueblo en todo momento; los problemas grandes te los traerán a ti, y los problemas pequeños los atenderán ellos. Así te quitarás ese peso de encima, y ellos te ayudarán a llevarlo.

Compartir
Lee ÉXODO 18

ÉXODO 18:13-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar como juez del pueblo, y los israelitas estuvieron de pie ante Moisés desde la mañana hasta la noche. Cuando su suegro vio cómo procedía Moisés con el pueblo, le dijo: ―¡Pero qué es lo que haces con esta gente! ¿Cómo es que solo tú te sientas, mientras todo este pueblo se queda de pie ante ti desde la mañana hasta la noche? ―Es que el pueblo viene a verme para consultar a Dios —le contestó Moisés—. Cuando tienen algún problema, me lo traen a mí para que yo dicte sentencia entre las dos partes. Además, les doy a conocer las leyes y las enseñanzas de Dios. ―No está bien lo que estás haciendo —le respondió su suegro—, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo. Oye bien el consejo que voy a darte, y que Dios te ayude. Tú debes representar al pueblo ante Dios y presentarle los problemas que tienen. A ellos los debes instruir en las leyes y en las enseñanzas de Dios, y darles a conocer la conducta que deben llevar y las obligaciones que deben cumplir. Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que administren justicia en todo tiempo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla.

Compartir
Lee ÉXODO 18