ÉXODO 17:1-3
ÉXODO 17:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin y avanzaba por jornadas, conforme al mandamiento del Señor, y acamparon en Refidim, donde no había agua para que el pueblo bebiera. Y tuvo el pueblo una disputa con Moisés: —Danos agua para que bebamos. —¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué tentáis al Señor? —les respondió Moisés. Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés: —¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
ÉXODO 17:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Toda la comunidad de Israel partió del desierto de Sin y siguió avanzando por jornadas, de acuerdo con las órdenes del Señor, hasta llegar a Refidín, donde acamparon. El pueblo no tenía allí agua para beber, y se enfrentó a Moisés, diciéndole: —¡Danos agua para beber! Respondió Moisés: —¿Por qué os enfrentáis a mí y ponéis a prueba al Señor? Pero el pueblo, sediento, siguió murmurando contra Moisés: —¿Para esto nos has sacado de Egipto, para que muramos de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?
ÉXODO 17:1-3 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Toda la comunidad israelita salió del desierto de Sin, siguiendo su camino poco a poco, de acuerdo con las órdenes del Señor. Después acamparon en Refidim, pero allí no había agua para que el pueblo bebiera, así que se enfrentaron con Moisés, reclamándole: –¡Danos agua para beber! –¿Y por qué me venís a mí con reclamaciones? ¿Por qué ponéis a prueba a Dios? –contestó Moisés. Pero el pueblo tenía sed; y murmuraron contra Moisés. Decían: –¿Para qué nos hiciste salir de Egipto? ¿Para matarnos de sed, junto con nuestros hijos y nuestros animales?
ÉXODO 17:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Toda la comunidad israelita partió del desierto de Sin por etapas, según lo había ordenado el SEÑOR. Acamparon en Refidín, pero no había allí agua para que bebieran, así que altercaron con Moisés. ―Danos agua para beber —le exigieron. ―¿Por qué peleáis conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocáis al SEÑOR? Pero los israelitas estaban sedientos, y murmuraron contra Moisés. ―¿Para qué nos sacaste de Egipto? —reclamaban—. ¿Solo para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?