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ÉXODO 16:13-30

ÉXODO 16:13-30 La Palabra (versión española) (BLP)

Efectivamente, al llegar la tarde descendieron codornices en tal cantidad, que cubrieron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se disipó el rocío, había sobre el suelo del desierto una cosa menuda y granulada, algo parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se preguntaban unos a otros: —¿Manhu? —es decir, ¿qué es esto?—, pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: —Este es el pan que el Señor os da como alimento. El Señor os manda que cada uno recoja lo que necesite para comer según el número de personas que vivan con él, aproximadamente dos litros por persona. Los israelitas lo hicieron así, y unos recogieron más y otros menos. Luego, al medirlo, vieron que al que había recogido más no le sobraba, ni al que había recogido menos le faltaba, porque cada uno había recogido lo preciso para comer. Además, Moisés les advirtió: —Que nadie guarde nada para el día siguiente. Sin embargo, algunos no le obedecieron y guardaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se echó a perder. Y Moisés se enojó con ellos. Por la mañana, cada uno recogía la cantidad que iba a comer; lo que quedaba se derretía con el calor del sol. Pero el día sexto recogieron doble porción de alimento: cuatro litros por persona. Los principales de la comunidad fueron a informar de ello a Moisés, y este les contestó: —Esto es lo que ha ordenado el Señor: mañana es sábado, día de descanso, consagrado al Señor. Todo lo que tengáis que cocer y hervir, cocedlo y hervidlo hoy, y guardad para mañana lo que os sobre. Conforme a lo ordenado por Moisés, guardaron para el día siguiente lo que les había sobrado, sin que criara gusanos ni se pudriera. Moisés les dijo: —Comedlo hoy, porque hoy es día de descanso dedicado al Señor, y hoy no lo encontraréis en el campo. Lo recogeréis durante seis días a la semana, pero el séptimo, que es sábado, no lo habrá. Algunos, sin embargo, salieron a recogerlo el séptimo día, pero no encontraron nada. Entonces Moisés les dijo por encargo del Señor: —¿Hasta cuándo vais a seguir desobedeciendo los mandatos y las leyes del Señor? Pensad que si el Señor os ha dado el sábado, el sexto día os proporciona también alimento para dos días. Así que nadie salga de su tienda el séptimo día, sino que permanezca cada uno en su lugar. Así pues, el séptimo día, el pueblo descansó.

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ÉXODO 16:13-30 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?» Moisés les respondió: ―Es el pan que el SEÑOR os da para comer. Y estas son las órdenes que el SEÑOR me ha dado: “Recoged cada uno de vosotros la cantidad que necesite para toda la familia, calculando dos litros por persona”. Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco. Pero, cuando lo midieron por litros, ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria. Entonces Moisés les dijo: ―Nadie debe guardar nada para el día siguiente. Hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos. Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol. Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, cuatro litros por persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés. ―Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado —les contestó—. Mañana sábado es día de reposo consagrado al SEÑOR. Así que coced lo que tengáis que cocer, y hervid lo que tengáis que hervir. Lo que sobre, apartadlo y guardadlo para mañana. Los israelitas cumplieron las órdenes de Moisés y guardaron para el día siguiente lo que les sobró, ¡y no se pudrió ni se agusanó! ―Comedlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado al SEÑOR. Hoy no encontraréis nada en el campo. Debéis recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontraréis nada. Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada, así que el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguiréis desobedeciendo mis leyes y mandamientos? Tened en cuenta que yo, el SEÑOR, os he dado el sábado. Por eso en el día sexto os doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos debéis quedaros donde estéis». Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo.

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ÉXODO 16:13-30 Reina Valera 2020 (RV2020)

Al llegar la tarde, subieron codornices que cubrieron el campamento, y por la mañana descendió rocío alrededor del campamento. Cuando el rocío cesó de descender, apareció sobre el suelo del desierto una sustancia menuda, redonda, fina como escarcha sobre la tierra. Al verla, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: —¿Qué es esto?, —porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: —Es el pan que el Señor os da para comer. Esto es lo que el Señor ha mandado: Que cada uno recoja lo que pueda comer. Que recoja dos litros por persona, según el número de personas que haya en cada tienda. Los hijos de Israel lo hicieron así, y unos recogieron más, otros recogieron menos, pero usando una medida de dos litros, y al que recogió mucho no le sobró, ni tampoco le faltó al que había recogido poco. Cada uno recogió lo preciso para comer. Luego les dijo Moisés: —Ninguno deje nada de ello para mañana. Pero ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron algo para el otro día; pero se llenó de gusanos, y apestaba. Y se enojó con ellos Moisés. Lo recogían cada mañana, cada uno según lo que había de comer; y luego que el sol calentaba, se derretía. En el sexto día recogieron doble ración de comida, cuatro litros por persona. Todos los príncipes de la congregación fueron y se lo hicieron saber a Moisés. Él les dijo: —Esto es lo que ha dicho el Señor: Mañana es sábado, el día de reposo consagrado al Señor; lo que tengáis que cocer, cocedlo hoy, y lo que tengáis que cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobre, guardadlo para mañana. Ellos lo guardaron hasta el día siguiente, según lo que Moisés había mandado, y no se agusanó ni apestó. Entonces dijo Moisés: —Comedlo hoy, porque hoy es sábado dedicado al Señor; hoy no hallaréis nada en el campo. Seis días lo recogeréis, pero el séptimo día, que es sábado, nada se hallará. Aconteció que algunos del pueblo salieron en el séptimo día a recoger, y no hallaron nada. Y el Señor dijo a Moisés: —¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandamientos y mis leyes? Mirad que el Señor os ha dado el sábado, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Así que nadie salga de su tienda el séptimo día, sino que permanezca cada uno en su lugar. Así el pueblo reposó el séptimo día.

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ÉXODO 16:13-30 La Palabra (versión española) (BLP)

Efectivamente, al llegar la tarde descendieron codornices en tal cantidad, que cubrieron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se disipó el rocío, había sobre el suelo del desierto una cosa menuda y granulada, algo parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se preguntaban unos a otros: —¿Manhu? —es decir, ¿qué es esto?—, pues no sabían lo que era. Y Moisés les dijo: —Este es el pan que el Señor os da como alimento. El Señor os manda que cada uno recoja lo que necesite para comer según el número de personas que vivan con él, aproximadamente dos litros por persona. Los israelitas lo hicieron así, y unos recogieron más y otros menos. Luego, al medirlo, vieron que al que había recogido más no le sobraba, ni al que había recogido menos le faltaba, porque cada uno había recogido lo preciso para comer. Además, Moisés les advirtió: —Que nadie guarde nada para el día siguiente. Sin embargo, algunos no le obedecieron y guardaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se echó a perder. Y Moisés se enojó con ellos. Por la mañana, cada uno recogía la cantidad que iba a comer; lo que quedaba se derretía con el calor del sol. Pero el día sexto recogieron doble porción de alimento: cuatro litros por persona. Los principales de la comunidad fueron a informar de ello a Moisés, y este les contestó: —Esto es lo que ha ordenado el Señor: mañana es sábado, día de descanso, consagrado al Señor. Todo lo que tengáis que cocer y hervir, cocedlo y hervidlo hoy, y guardad para mañana lo que os sobre. Conforme a lo ordenado por Moisés, guardaron para el día siguiente lo que les había sobrado, sin que criara gusanos ni se pudriera. Moisés les dijo: —Comedlo hoy, porque hoy es día de descanso dedicado al Señor, y hoy no lo encontraréis en el campo. Lo recogeréis durante seis días a la semana, pero el séptimo, que es sábado, no lo habrá. Algunos, sin embargo, salieron a recogerlo el séptimo día, pero no encontraron nada. Entonces Moisés les dijo por encargo del Señor: —¿Hasta cuándo vais a seguir desobedeciendo los mandatos y las leyes del Señor? Pensad que si el Señor os ha dado el sábado, el sexto día os proporciona también alimento para dos días. Así que nadie salga de su tienda el séptimo día, sino que permanezca cada uno en su lugar. Así pues, el séptimo día, el pueblo descansó.

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ÉXODO 16:13-30 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Aquella misma tarde llegaron codornices, las cuales llenaron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto. Los israelitas, no sabiendo qué era aquello, al verlo se decían unos a otros: “¿Y esto qué es?” Moisés les dijo: –Este es el pan que el Señor os da como alimento. Y esta es la orden que ha dado el Señor: ‘Recoja cada uno de vosotros lo que necesite para comer y, según el número de personas que haya en su casa, tome más o menos dos litros por persona.’ Los israelitas lo hicieron así. Unos recogieron más y otros menos, según la medida señalada; y ni sobró al que había recogido mucho, ni faltó al que había recogido poco. Cada uno había recogido la cantidad que necesitaba para comer. Luego Moisés les dijo: –Nadie debe dejar nada para mañana. Sin embargo, algunos no hicieron caso a Moisés y dejaron algo para el otro día; pero lo que guardaron se llenó de gusanos, y apestaba. Entonces Moisés se enojó con ellos. Cada uno recogía por la mañana lo que necesitaba para comer, pues el calor del sol lo derretía. Pero el sexto día recogieron doble porción de comida, es decir, unos cuatro litros por persona; entonces los jefes de la comunidad fueron a contárselo a Moisés, y Moisés les dijo: –Eso es lo que el Señor ha ordenado. Mañana es sábado, día de reposo consagrado al Señor. Cocinad hoy lo que tengáis que cocinar, y hervid lo que tengáis que hervir, y guardad para mañana todo lo que os sobre. De acuerdo con la orden de Moisés, ellos guardaron para el día siguiente lo que les había sobrado, y no apestaba ni se llenó de gusanos. Entonces Moisés dijo: –Comedlo hoy, que es sábado, el día consagrado al Señor, pues en este día no encontraréis nada en el campo. Podréis recogerlo durante seis días, pero el séptimo día, que es sábado, no habrá nada. Algunos de ellos salieron el séptimo día a recoger algo, pero no encontraron nada. Entonces el Señor dijo a Moisés: –¿Hasta cuándo vais a seguir desobedeciendo mis mandamientos y mis enseñanzas? Tened en cuenta que yo, el Señor, os he dado un día de reposo; por eso, el sexto día os doy comida para dos días. Así que el séptimo día debe quedarse cada uno en su casa y no salir de ella. Entonces la gente reposó el día séptimo.

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ÉXODO 16:13-30 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Esa misma tarde el campamento se llenó de codornices, y por la mañana una capa de rocío rodeaba el campamento. Al desaparecer el rocío, sobre el desierto quedaron unos copos muy finos, semejantes a la escarcha que cae sobre la tierra. Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se preguntaban unos a otros: «¿Y esto qué es?» Moisés les respondió: ―Es el pan que el SEÑOR os da para comer. Y estas son las órdenes que el SEÑOR me ha dado: “Recoged cada uno de vosotros la cantidad que necesite para toda la familia, calculando dos litros por persona”. Así lo hicieron los israelitas. Algunos recogieron mucho; otros recogieron poco. Pero, cuando lo midieron por litros, ni al que recogió mucho le sobraba, ni al que recogió poco le faltaba: cada uno recogió la cantidad necesaria. Entonces Moisés les dijo: ―Nadie debe guardar nada para el día siguiente. Hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar. Entonces Moisés se enojó contra ellos. Todas las mañanas cada uno recogía la cantidad que necesitaba, porque se derretía en cuanto calentaba el sol. Pero el día sexto recogieron el doble, es decir, cuatro litros por persona, así que los jefes de la comunidad fueron a informar de esto a Moisés. ―Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado —les contestó—. Mañana sábado es día de reposo consagrado al SEÑOR. Así que coced lo que tengáis que cocer, y hervid lo que tengáis que hervir. Lo que sobre, apartadlo y guardadlo para mañana. Los israelitas cumplieron las órdenes de Moisés y guardaron para el día siguiente lo que les sobró, ¡y no se pudrió ni se agusanó! ―Comedlo hoy sábado —les dijo Moisés—, que es el día de reposo consagrado al SEÑOR. Hoy no encontraréis nada en el campo. Debéis recogerlo durante seis días, porque el día séptimo, que es sábado, no encontraréis nada. Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada, así que el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Hasta cuándo seguiréis desobedeciendo mis leyes y mandamientos? Tened en cuenta que yo, el SEÑOR, os he dado el sábado. Por eso en el día sexto os doy pan para dos días. El día séptimo nadie debe salir. Todos debéis quedaros donde estéis». Fue así como los israelitas descansaron el día séptimo.

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