ESTER 6:1-9
ESTER 6:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aquella misma noche, se le fue el sueño al rey, y pidió que le trajeran el libro de las memorias y crónicas, y que las leyeran en su presencia. Entonces, hallaron escrito que Mardoqueo había denunciado el complot de Bigtán y de Teres, los dos eunucos del rey, guardianes de la puerta, que habían planeado matar al rey Asuero. Y el rey preguntó: —¿Qué honra o qué distinción se concedió a Mardoqueo por esto? Los oficiales que estaban al servicio del rey, respondieron: —Nada se ha hecho en su favor. Entonces el rey preguntó: —¿Quién está en el patio? En aquel momento llegaba Amán al patio exterior de la casa real, para pedirle al rey que ordenara colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada. Y los servidores del rey le respondieron: —Amán está en el patio. —Que entre —dijo el rey. Entró, pues, Amán, y el rey le preguntó: —¿Qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar? Amán dijo en su corazón: «¿A quién deseará el rey honrar más que a mí?». Respondió, pues, Amán al rey: —Para el hombre cuya honra el rey desea, traigan un vestido real que el rey haya usado y un caballo en que el rey haya cabalgado, y pongan en su cabeza una corona real; den luego el vestido y el caballo a alguno de los príncipes más nobles del rey, vistan a aquel hombre que el rey desea honrar, llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad y pregonen delante de él: «Así se hará al hombre que el rey desea honrar».
ESTER 6:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)
Aquella noche, como el rey estaba desvelado, mando que le trajeran el libro de los anales de la historia nacional para que se lo leyesen. En él encontraron escrito que Mardoqueo había delatado a Bigtán y Teres, dos eunucos de la guardia real, que habían planeado atentar contra el rey Asuero. El rey preguntó: —¿Qué honor o reconocimiento se concedió a Mardoqueo por esto? Los cortesanos a su servicio respondieron: —No se le concedió ninguno. Entonces el rey preguntó: —¿Quién está en el patio? Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para solicitar al rey que ordenara colgar a Mardoqueo en la horca que le estaba preparando. Los cortesanos le respondieron: —Es Amán el que está en el patio. —¡Hacedlo pasar! —ordenó el rey. Cuando Amán hubo entrado, el rey le preguntó: —¿Qué se puede hacer por una persona a quien el rey desea honrar? Amán dijo para sí: «¿A quién va a querer el rey honrar sino a mí?». Así que respondió al rey: —Para esa persona a la que el rey quiere honrar habría que mandar traer vestiduras reales, de las que usa su majestad, un caballo de los que monta el rey, y un distintivo real para su cabeza. La vestidura y el caballo se entregarían a uno de los más dignos funcionarios reales, para que él mismo vista a la persona a la que el rey quiere honrar; luego la paseará a caballo por la plaza de la ciudad, pregonando ante ella: «¡Así se agasaja a quien el rey quiere honrar!».
ESTER 6:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aquella misma noche, como el rey no lograra dormir, mandó que le llevasen el libro en el que se escribían todos los sucesos importantes de la nación, para que se lo leyesen. En él encontraron el relato de cómo Mardoqueo había descubierto el complot preparado por Bigtán y Teres, oficiales de la guardia real, para asesinar al rey Asuero. Entonces el rey preguntó: –¿Qué recompensa y honor ha recibido Mardoqueo por esa acción? –Absolutamente nada –respondieron sus funcionarios. En aquel momento entró Amán en el patio al que daban las habitaciones particulares del rey, para pedirle que Mardoqueo fuera colgado en la horca que había mandado preparar. –¿Quién anda en el patio? –preguntó el rey. –Es Amán –contestaron los funcionarios. –¡Hacedle pasar! –ordenó. Amán entró, y el rey le preguntó: –¿Qué debe hacerse al hombre a quien el rey quiere honrar? Amán se dijo a sí mismo: “¿Y a quién va a querer honrar el rey, sino a mí?” Así que respondió: –Para ese hombre deberá traerse la misma túnica que usa Su Majestad, y un caballo de los que Su Majestad monta, que lleve en la cabeza una corona real. La túnica y el caballo se le entregarán a uno de los más grandes personajes del gobierno, para que él mismo vista al hombre a quien Su Majestad quiere honrar y lo conduzca a caballo por la plaza de la ciudad, gritando delante de él: ‘¡Así se trata al hombre a quien el rey quiere honrar!’
ESTER 6:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Aquella noche el rey no podía dormir, así que mandó que le trajeran las crónicas reales —la historia de su reino— y que se las leyeran. Allí constaba que Mardoqueo había delatado a Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, miembros de la guardia, que habían tramado asesinar al rey Asuero. ―¿Qué honor o reconocimiento ha recibido Mardoqueo por esto? —preguntó el rey. ―No se ha hecho nada por él —respondieron sus ayudantes personales. Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para pedirle al rey que colgara a Mardoqueo en la estaca que había mandado levantar para él. Así que el rey preguntó: ―¿Quién anda en el patio? Sus ayudantes respondieron: ―El que anda en el patio es Amán. ―¡Que pase! —ordenó el rey. Cuando entró Amán, el rey le preguntó: ―¿Cómo se debe tratar al hombre a quien el rey desea honrar? Entonces Amán dijo para sí: «¿A quién va a querer honrar el rey sino a mí?» Así que contestó: ―Para el hombre a quien el rey desea honrar, que se mande traer una vestidura real que el rey haya usado, y un caballo en el que haya montado y que lleve en la cabeza un adorno real. La vestidura y el caballo deberán entregarse a uno de los funcionarios más ilustres del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar, y que lo pasee a caballo por las calles de la ciudad, proclamando a su paso: “¡Así se trata al hombre a quien el rey desea honrar!”