ESTER 2:17-23
ESTER 2:17-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Le gustó Ester al rey más que las otras mujeres, y ella se ganó su cariño y su afecto más que todas las demás muchachas hasta el punto que el rey la coronó y la proclamó reina en lugar de Vasti. Después, en honor de Ester, el rey ofreció un gran banquete a todos sus oficiales y altos funcionarios; rebajó los impuestos a las provincias y repartió regalos como corresponde a un rey generoso. Cuando Ester pasó al segundo harén con las otras jóvenes, Mardoqueo se hallaba sentado a la puerta del palacio real. Ester seguía sin revelar cuál era su raza ni a qué familia pertenecía, siguiendo el consejo de Mardoqueo, pues ella seguía obedeciéndole como cuando estaba bajo su tutela. Por aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del palacio real, Bigtán y Teres, dos eunucos de la guardia real que custodiaban la puerta, descontentos con el rey Asuero, planeaban un atentado contra él. Al enterarse Mardoqueo del plan, se lo hizo saber a Ester, y esta se lo comunicó al rey de parte de Mardoqueo. El asunto fue investigado, y cuando se descubrió que era cierto, los dos eunucos fueron ahorcados. De todo esto quedó constancia al ser anotado, en presencia del rey, en las crónicas del reino.
ESTER 2:17-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Asuero se enamoró de Ester como nunca se había enamorado de ninguna mujer. De tal manera se ganó ella su cariño, que Asuero la favoreció más que a cualquiera de las otras jóvenes que habían estado con él, y le puso la corona real en la cabeza y la nombró reina en lugar de Vasti. Luego dio un gran banquete en honor de Ester, al que invitó a todos los funcionarios y colaboradores de su reino, rebajó impuestos a las provincias y repartió muchos regalos, como corresponde a la generosidad de un rey. Uno de los días en que las jóvenes eran llevadas a la otra sección del palacio de las mujeres, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del palacio real. Siguiendo los consejos de Mardoqueo, Ester no había dicho nada acerca de su pueblo y su familia, sino que se mantuvo fiel a las instrucciones recibidas de Mardoqueo, como cuando estaba bajo su protección. Mientras Mardoqueo se hallaba sentado a la puerta del palacio real, oyó hablar a Bigtán y Teres, dos oficiales de la guardia real que vigilaban la entrada del palacio. Ambos estaban muy irritados y hacían planes para asesinar al rey Asuero. Al enterarse Mardoqueo de este complot, se lo contó a la reina Ester, quien a su vez se lo comunicó al rey de parte de Mardoqueo. El asunto fue investigado, y al descubrirse que era cierto, los dos oficiales fueron condenados a la horca. De este hecho se dejó constancia, en presencia del rey, en el libro en que se escribía la historia de la nación.
ESTER 2:17-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y el rey amó a Ester más que a todas las otras mujeres; halló ella más gracia y benevolencia que todas las demás vírgenes delante del rey, quien puso la corona real sobre su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti. Ofreció luego el rey un gran banquete, en honor de Ester, a todos sus príncipes y siervos. Rebajó los impuestos a las provincias, y repartió regalos dignos de la generosidad de un rey. Cuando las vírgenes fueron reunidas por segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey. Ester, según le había mandado Mardoqueo, no había revelado su nación ni su pueblo, pues ella hacía lo que le decía Mardoqueo, como cuando él la educaba. En aquellos días, mientras se hallaba Mardoqueo sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, dos eunucos del rey que vigilaban la puerta, estaban descontentos y planeaban matar al rey Asuero. Cuando Mardoqueo se enteró de esto, lo comunicó a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y resultó ser cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y el caso se consignó por escrito en el libro de las crónicas del rey.
ESTER 2:17-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Al rey le gustó Ester más que todas las demás mujeres, y ella se ganó su aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti. Luego el rey ofreció un gran banquete en honor de Ester para todos sus funcionarios y servidores. Declaró un día de fiesta en todas las provincias y distribuyó regalos con generosidad digna de un rey. Mientras las vírgenes se volvían a reunir, Mardoqueo permanecía sentado a la puerta del rey. Ester, por su parte, continuó guardando en secreto sus antecedentes familiares y su nacionalidad, tal como Mardoqueo le había ordenado, ya que seguía cumpliendo las instrucciones de Mardoqueo como cuando estaba bajo su cuidado. En aquellos días, mientras Mardoqueo seguía sentado a la puerta del rey, Bigtán y Teres, los dos eunucos del rey, miembros de la guardia, se enojaron y tramaron el asesinato del rey Asuero. Al enterarse Mardoqueo de la conspiración, se lo contó a la reina Ester, quien a su vez se lo hizo saber al rey de parte de Mardoqueo. Cuando se investigó el informe y se descubrió que era cierto, los dos eunucos fueron colgados en una estaca. Todo esto fue debidamente anotado en los registros reales, en presencia del rey.