EFESIOS 6:16-19
EFESIOS 6:16-19 Reina Valera 2020 (RV2020)
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todas las flechas incendiarias del maligno. Tomad el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu. Estad alerta, y orad con insistencia y perseverancia por todos los creyentes. Orad también por mí, para que cuando hable me sea dada la palabra adecuada para dar a conocer con valor el misterio del evangelio
EFESIOS 6:16-19 La Palabra (versión española) (BLP)
Tened siempre embrazado el escudo de la fe, para que en él se apaguen todas las flechas incendiarias del maligno. Como casco, usad el de la salvación, y como espada, la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios. Y todo esto hacedlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renunciad incluso al sueño, si es preciso, y orad con insistencia por todos los creyentes. Orad también por mí, para que Dios ponga en mis labios la palabra oportuna y pueda dar a conocer libre y valientemente el plan de Dios encerrado en el evangelio
EFESIOS 6:16-19 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Sobre todo, que vuestra fe sea el escudo que os libre de las flechas encendidas del maligno; que la salvación sea el casco que proteja vuestra cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que os da el Espíritu Santo. No dejéis de orar: rogad y pedid a Dios siempre, guiados por el Espíritu. Permaneced alerta, sin desanimaros, y orad por todo el pueblo santo. Orad también por mí, para que Dios me dé las palabras que debo decir, y para que pueda hablar con valor y dar así a conocer el designio secreto de Dios contenido en el evangelio.
EFESIOS 6:16-19 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Además de todo esto, tomad el escudo de la fe, con el cual podéis apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Orad en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manteneos alerta y perseverad en oración por todos los santos. Orad también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio