EFESIOS 4:8-15
EFESIOS 4:8-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Por eso dice la Escritura: Al subir a lo alto, llevó consigo prisioneros y repartió dones a los seres humanos . Si «subió», como dice, ¿no supone que previamente había bajado a lo profundo de la tierra? El mismo que bajó es el que ha subido a lo más alto de los cielos a fin de llenar con su presencia el universo. Él es quien a unos ha hecho apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Capacita así a los creyentes para que desempeñen su ministerio y construyan el cuerpo de Cristo hasta que todos alcancemos la unidad propia de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios; hasta que seamos personas cabales; hasta que alcancemos, en madurez y plenitud, la talla de Cristo. Dejemos, pues, de ser niños zarandeados por las olas y arrastrados a la deriva por cualquier doctrina seductora, a merced de esa gente maestra en las artimañas del error. Vivamos, en cambio, con autenticidad en el amor y esforcémonos por crecer en todo, puesta la mira en aquel que es la cabeza: Cristo.
EFESIOS 4:8-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres . Y eso de que «subió», ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los creyentes para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Así ya no seremos niños fluctuantes, arrastrados para todos lados por todo viento de doctrina y por aquellos que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Más bien, al seguir la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo
EFESIOS 4:8-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Por eso dice la Escritura: Al subir a lo alto, llevó consigo prisioneros y repartió dones a los seres humanos . Si «subió», como dice, ¿no supone que previamente había bajado a lo profundo de la tierra? El mismo que bajó es el que ha subido a lo más alto de los cielos a fin de llenar con su presencia el universo. Él es quien a unos ha hecho apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros. Capacita así a los creyentes para que desempeñen su ministerio y construyan el cuerpo de Cristo hasta que todos alcancemos la unidad propia de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios; hasta que seamos personas cabales; hasta que alcancemos, en madurez y plenitud, la talla de Cristo. Dejemos, pues, de ser niños zarandeados por las olas y arrastrados a la deriva por cualquier doctrina seductora, a merced de esa gente maestra en las artimañas del error. Vivamos, en cambio, con autenticidad en el amor y esforcémonos por crecer en todo, puesta la mira en aquel que es la cabeza: Cristo.
EFESIOS 4:8-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por eso, la Escritura dice: “Subió al cielo llevando consigo a los cautivos, y dio dones a los hombres.” ¿Y qué quiere decir eso de que “subió”? Pues quiere decir que primero bajó a lo más profundo de la tierra. El que bajó es el mismo que también subió a lo más alto del cielo para llenarlo todo con su presencia. Y él mismo concedió a unos ser apóstoles, y a otros, profetas; a otros anunciar el evangelio, y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los suyos para un acto de servicio, para la edificación del cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios. De ese modo alcanzaremos la edad y el desarrollo que corresponden a la plena madurez de Cristo. Ya no seremos como niños, que cambian fácilmente de parecer y son arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza hasta dejarse engañar por gente astuta que anda por caminos equivocados. Antes bien, diciendo la verdad con amor debemos crecer en todo hacia Cristo, que es la cabeza del cuerpo.
EFESIOS 4:8-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por esto dice: «Cuando ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres». (¿Qué quiere decir eso de que «ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra? El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo). Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.