DEUTERONOMIO 8:2-11
DEUTERONOMIO 8:2-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Acuérdate del camino que durante cuarenta años el Señor tu Dios te hizo recorrer por el desierto para afligirte y ponerte a prueba, con el fin de conocer las inclinaciones de tu corazón y ver si cumplirías sus mandamientos. Te afligió y te hizo pasar hambre, y después te alimentó con el maná —comida que ni tú ni tus antepasados conocíais—, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. Durante esos cuarenta años no se desgastó la ropa que llevabas puesta, ni se te hincharon los pies. Reconoce, entonces, en tu corazón, que el Señor tu Dios te corrige del mismo modo que un padre corrige a su hijo. Cumple los mandamientos del Señor tu Dios, siguiendo sus caminos y respetándole. Cuando el Señor tu Dios te introduzca en esa tierra fértil, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales que brotan de vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de viñedos, higueras y granados, olivares y de miel; tierra en la que no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de sus montes extraerás cobre; entonces, comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor tu Dios por la fabulosa tierra que te habrá dado. Pero, ten mucho cuidado, no sea que te olvides del Señor tu Dios y dejes de cumplir los estatutos, normas y preceptos que yo te prescribo hoy.
DEUTERONOMIO 8:2-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Acordaos de todo el camino que el Señor vuestro Dios os hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años para humillaros y poneros a prueba, a fin de conocer vuestros pensamientos y saber si ibais a cumplir o no sus mandamientos. Y aunque os hizo sufrir y pasar hambre, después os alimentó con maná, comida que ni vosotros ni vuestros antepasados habíais conocido, para haceros saber que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de los labios del Señor. Durante esos cuarenta años no se os envejeció la ropa, ni se os hincharon los pies. Daos cuenta de que el Señor vuestro Dios os ha corregido del mismo modo que un padre corrige a su hijo. Cumplid, pues, los mandamientos del Señor vuestro Dios, y honradlo y seguid las enseñanzas que él os ha dado. Porque el Señor os va a llevar a una buena tierra, a un país lleno de arroyos, fuentes y manantiales que brotan en los valles y en los montes; es una tierra donde hay trigo, cebada, viñedos, higueras, granados, olivos y miel. En ese país no tendréis que preocuparos por la falta de alimentos ni por ninguna otra cosa; en sus piedras encontraréis hierro y de sus montes sacaréis cobre. Pero después que hayáis comido y os sintáis satisfechos, alabaréis al Señor vuestro Dios por la buena tierra que os ha dado. “Tened cuidado de no olvidaros del Señor vuestro Dios. No dejéis de cumplir sus mandamientos, decretos y leyes que os he ordenado hoy.
DEUTERONOMIO 8:2-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Te acordarás de todo el camino por donde te ha traído el Señor, tu Dios, estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. Te afligió, te hizo pasar hambre y te sustentó con maná, comida que ni tú ni tus padres habíais conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor vivirá el hombre. El vestido que llevabas puesto nunca ha envejecido, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años. Reconoce asimismo en tu corazón que, como castiga el hombre a su hijo, así el Señor, tu Dios, te castiga. Guardarás, pues, los mandamientos del Señor, tu Dios, andarás en sus caminos y le temerás. Porque el Señor, tu Dios, te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, y donde no te faltará nada; tierra cuyas piedras son de hierro y de cuyos montes sacarás cobre. Allí comerás y te saciarás, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la buena tierra que te habrá dado. Cuídate de no olvidarte del Señor, tu Dios, para cumplir los mandamientos, decretos y estatutos que yo te ordeno hoy
DEUTERONOMIO 8:2-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Acuérdate del camino que durante cuarenta años el Señor tu Dios te hizo recorrer por el desierto para afligirte y ponerte a prueba, con el fin de conocer las inclinaciones de tu corazón y ver si cumplirías sus mandamientos. Te afligió y te hizo pasar hambre, y después te alimentó con el maná —comida que ni tú ni tus antepasados conocíais—, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. Durante esos cuarenta años no se desgastó la ropa que llevabas puesta, ni se te hincharon los pies. Reconoce, entonces, en tu corazón, que el Señor tu Dios te corrige del mismo modo que un padre corrige a su hijo. Cumple los mandamientos del Señor tu Dios, siguiendo sus caminos y respetándole. Cuando el Señor tu Dios te introduzca en esa tierra fértil, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales que brotan de vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de viñedos, higueras y granados, olivares y de miel; tierra en la que no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de sus montes extraerás cobre; entonces, comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor tu Dios por la fabulosa tierra que te habrá dado. Pero, ten mucho cuidado, no sea que te olvides del Señor tu Dios y dejes de cumplir los estatutos, normas y preceptos que yo te prescribo hoy.
DEUTERONOMIO 8:2-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Acordaos de todo el camino que el Señor vuestro Dios os hizo recorrer en el desierto durante cuarenta años para humillaros y poneros a prueba, a fin de conocer vuestros pensamientos y saber si ibais a cumplir o no sus mandamientos. Y aunque os hizo sufrir y pasar hambre, después os alimentó con maná, comida que ni vosotros ni vuestros antepasados habíais conocido, para haceros saber que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de los labios del Señor. Durante esos cuarenta años no se os envejeció la ropa, ni se os hincharon los pies. Daos cuenta de que el Señor vuestro Dios os ha corregido del mismo modo que un padre corrige a su hijo. Cumplid, pues, los mandamientos del Señor vuestro Dios, y honradlo y seguid las enseñanzas que él os ha dado. Porque el Señor os va a llevar a una buena tierra, a un país lleno de arroyos, fuentes y manantiales que brotan en los valles y en los montes; es una tierra donde hay trigo, cebada, viñedos, higueras, granados, olivos y miel. En ese país no tendréis que preocuparos por la falta de alimentos ni por ninguna otra cosa; en sus piedras encontraréis hierro y de sus montes sacaréis cobre. Pero después que hayáis comido y os sintáis satisfechos, alabaréis al Señor vuestro Dios por la buena tierra que os ha dado. “Tened cuidado de no olvidaros del Señor vuestro Dios. No dejéis de cumplir sus mandamientos, decretos y leyes que os he ordenado hoy.
DEUTERONOMIO 8:2-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Recuerda que durante cuarenta años el SEÑOR tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, y te humilló y te puso a prueba para conocer lo que había en tu corazón y ver si cumplirías o no sus mandamientos. Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habíais conocido, con lo que te enseñó que no solo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del SEÑOR. Durante esos cuarenta años no se te gastó la ropa que llevabas puesta, ni se te hincharon los pies. Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el SEÑOR tu Dios te disciplina a ti. Cumple los mandamientos del SEÑOR tu Dios; témelo y sigue sus caminos. Porque el SEÑOR tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que fluyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre. »Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al SEÑOR tu Dios por la tierra buena que te habrá dado. Pero ten cuidado de no olvidar al SEÑOR tu Dios. No dejes de cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te mando hoy.