DEUTERONOMIO 32:11-21
DEUTERONOMIO 32:11-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
Como el águila que excita su nidada al mismo tiempo que revolotea sobre sus pollos, así extendió sus alas, lo tomó y lo llevó sobre sus plumas. El Señor fue el único que lo guió, y con él no hubo dios extraño. Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, comió los frutos del campo, lo alimentó con miel de la peña y con aceite del duro pedernal, con mantequilla de vacas y leche de ovejas; con grasa de corderos y carneros de Basán, y también machos cabríos; con lo mejor del trigo, y de la sangre de la uva bebiste vino. Pero engordó Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo había hecho y menospreció la Roca de su salvación. Provocaron sus celos con dioses ajenos, y su ira con abominaciones. Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres. De la Roca que te había creado te olvidaste; te has olvidado de Dios, tu creador. Lo vio el Señor y se encendió su ira por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas. Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos infieles. Ellos provocaron mis celos con lo que no es Dios; me irritaron con sus ídolos. Yo también provocaré sus celos con un pueblo que no es pueblo, los irritaré con una nación insensata.
DEUTERONOMIO 32:11-21 La Palabra (versión española) (BLP)
como un águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a emprender el vuelo, así el Señor extendió sus alas, lo tomó y lo llevó sobre sus plumas. Solo el Señor lo guiaba; ningún dios extraño tuvo que ir con él. Le hizo cabalgar sobre los montes y lo alimentó con los frutos del campo; lo crio con miel de la peña y aceite de la dura roca; con cuajada de vaca y leche de oveja, y con corderos cebados y cabritos; con carneros oriundos de Basán; con los mejores granos de trigo y la sangre fermentada de la uva. Pero engordó Jesurún y se sacudió la carga. ¡Sí, engordaste, te pusiste rollizo te hiciste corpulento! Abandonó al Dios que lo creó, y despreció a su Roca salvadora. Provocaron sus celos con dioses extraños, lo enojaron con abominaciones. Ofrecieron sacrificios a demonios que no son Dios; a dioses que no habían conocido, a dioses nuevos, recién llegados, a quienes sus antepasados no adoraron. Despreciaste a la Roca que te engendró; olvidaste al Dios que te dio la vida. Y el Señor se llenó de ira, al ver cómo sus hijos e hijas le ofendían. Entonces dijo: Voy a ocultarles mi rostro, ¡y a ver en qué terminan! Sin duda son una generación perversa, hijos desleales. Provocaron mis celos adorando a quien no es Dios, me han enojado con sus ídolos vanos; ahora yo provocaré sus celos con un pueblo que no es pueblo; los irritaré con una nación insensata.
DEUTERONOMIO 32:11-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Como águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a volar, así el Señor extendió sus alas y, tomándolos, los llevó a cuestas. “El Señor los guió, y nadie más; ¡ningún dios extraño tuvo que ayudarle! Los llevó en marcha triunfal por las regiones altas del país. Los alimentó con los frutos del campo; de la roca les dio a beber miel, y del duro pedernal les dio aceite; de sus ganados tuvieron leche y cuajada, y comieron lo mejor de los corderos, de los carneros de Basán y de los machos cabríos; comieron el mejor grano de trigo y bebieron el vino, la sangre de las uvas. “Pero engordó Jesurún y dio coces (tanto engordó, que brillaba de grasa), y abandonó a Dios, su creador; despreció a su protector y salvador. Provocaron los celos y la ira de Dios al adorar ídolos repugnantes; ofrecieron sacrificios a demonios, a dioses falsos que nunca antes conocieron; dioses nuevos, recién llegados, a los que jamás vuestros padres dieron culto. “Olvidaste, Israel, a tu padre y protector; olvidaste al Dios que te dio la vida. Y Dios, lleno de ira al ver esto, rechazó a sus hijos y a sus hijas, y dijo: ‘Les volveré la espalda, ¡y a ver en qué van a parar! Realmente son gente malvada, hijos en los que no se puede confiar. Me provocan a celos con un dios que no es dios, me irritan con sus dioses ilusorios; ¡pues yo los provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo, los provocaré a ira con un pueblo que no quiere entender!
DEUTERONOMIO 32:11-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
como un águila que agita el nido y revolotea sobre sus polluelos, que despliega su plumaje y los lleva sobre sus alas. »Solo el SEÑOR lo guiaba; ningún dios extraño iba con él. Lo hizo cabalgar sobre las alturas de la tierra y lo alimentó con el fruto de los campos. Lo nutrió con miel y aceite, que hizo brotar de la roca; con natas y leche de la manada y del rebaño, y con cebados corderos y cabritos; con toros selectos de Basán y las mejores espigas del trigo. ¡Bebió la sangre espumosa de la uva! »Jesurún engordó y pateó; se hartó de comida, y se puso corpulento y rollizo. Abandonó al Dios que le dio vida y rechazó a la Roca, su Salvador. Lo provocó a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables. Ofreció sacrificios a los demonios, que no son Dios; dioses que no había conocido, dioses recién aparecidos, dioses no honrados por sus padres. ¡Desertaste de la Roca que te engendró! ¡Olvidaste al Dios que te dio vida! »Al ver esto, el SEÑOR los rechazó porque sus hijos y sus hijas lo irritaron. “Les voy a dar la espalda —dijo—, y a ver en qué terminan; son una generación perversa, ¡son unos hijos infieles! Me provocaron a celos con lo que no es Dios como yo, y me enojaron con sus ídolos inútiles. Pues yo haré que ellos sientan envidia de los que no son pueblo; voy a irritarlos con una nación insensata.