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DEUTERONOMIO 28:47-57

DEUTERONOMIO 28:47-57 Reina Valera 2020 (RV2020)

Por cuanto no serviste al Señor, tu Dios, con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías abundancia de todas las cosas; servirás, por tanto, a tus enemigos que enviará el Señor contra ti, con hambre, con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas. Él pondrá un yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. El Señor traerá contra ti una nación venida de lejos, de los confines de la tierra, que volará como águila, una nación cuya lengua no entiendas; gente fiera de rostro, que no tendrá respeto del anciano ni perdonará al niño. Ella se comerá el fruto de tu animal doméstico y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan en toda tu tierra los muros altos y fortificados en que tú confías. Sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que el Señor, tu Dios, te haya dado. Comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que el Señor, tu Dios, te haya dado, en medio del sitio y la angustia con que te afligirá tu enemigo. El hombre más amable y delicado entre los tuyos mirará con malos ojos a su hermano, a la mujer de su corazón y al resto de los hijos que le queden, para no compartir con ellos la carne de sus hijos, que él se comerá, por no haberle quedado nada en medio del asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo en todas tus ciudades. La más amable y delicada entre vosotros, que de tan pura delicadeza y ternura nunca intentaría sentar sobre la tierra la planta de su pie, mirará con malos ojos al marido de su corazón, a su hijo, a su hija, y por carecer de todo, se ocultará para comer la placenta que sale de entre sus piernas y a los hijos que dé a luz, en medio del asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo en tus ciudades.

DEUTERONOMIO 28:47-57 La Palabra (versión española) (BLP)

pues no rendiste culto al Señor tu Dios con alegría y generosidad cuando tenías de todo en abundancia. Por eso sufrirás hambre y sed, desnudez y suma pobreza, y serás esclavo de los enemigos que el Señor enviará contra ti. Ellos te pondrán un yugo de hierro sobre el cuello hasta que te aniquile. El Señor hará que se levante contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila. Esa nación, de aspecto feroz, no sentirá compasión de los ancianos ni se apiadará de los niños. Se comerá las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra, hasta arruinarte; no te dejará trigo, ni mosto, ni aceite, ni terneras en las manadas, ni corderos en los rebaños. ¡Te dejará completamente arruinado! Sitiará todas tus ciudades hasta que se desplomen en todo el país las murallas altas y fortificadas en que habías depositado tu confianza. Sí, él te sitiará en todas las ciudades, en toda la tierra que el Señor tu Dios te da. Tal será tu penuria durante el asedio a que te someta tu enemigo, que acabarás comiéndote el fruto de tu vientre, ¡la carne misma de los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te ha dado! Incluso el hombre más delicado y sensible de tu pueblo recelará de su propio hermano, de su esposa a la que ama y de los hijos que todavía le queden, hasta el punto de no compartir con ellos nada de la carne de sus hijos, que comerá por no haberle quedado ninguna otra cosa después de la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades. Igualmente, la mujer más fina y delicada de tu pueblo, tan fina y delicada que no se atrevería a rozar el suelo con la punta de su pie, recelará de su propio esposo al que ama, de sus hijos y de sus hijas. No compartirá el hijo que acaba de parir ni su placenta, sino que se los comerá en secreto, pues será lo único que le quede debido a la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades.

DEUTERONOMIO 28:47-57 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

por no haber adorado al Señor tu Dios con alegría y sinceridad, cuando tantos bienes te había dado. Tendrás que servir a los enemigos que el Señor enviará contra ti; padecerás hambre, sed, falta de ropa y toda clase de miserias. El Señor te hará sufrir una dura esclavitud, hasta que seas destruido. Desde el país más lejano del mundo, el Señor lanzará contra ti, con la rapidez de un águila en vuelo, una nación cuya lengua no entiendes, gente de aspecto feroz, que no respetará a los ancianos ni tendrá compasión de los niños. Se comerá las crías de tu ganado y los frutos de tu tierra, hasta arruinarte; no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, ni las crías de tus vacas y de tus ovejas, y morirás de hambre. “Rodeará todas tus ciudades y las atacará, hasta que se derrumben las murallas más altas y fortificadas en que habías puesto tu confianza; sí, rodeará y atacará todas las ciudades del país que te ha dado el Señor tu Dios. Durante el ataque enemigo a tus ciudades será tanta tu hambre que te comerás a tus propios hijos, los hijos y las hijas que el Señor tu Dios te dio. Aun el hombre más delicado y amable entre vosotros mirará con malos ojos a su hermano, a su esposa amada y a los hijos que todavía le queden, para no compartir con ellos la carne de sus hijos que él se coma. Y no habrá nada que comer durante el ataque a las ciudades, durante la horrible angustia que tu enemigo te hará sufrir en todas tus ciudades. Aun la mujer más delicada y tierna entre vosotros, que de tan delicada no quería pisar descalza el suelo, mirará con malos ojos a su esposo amado y a sus hijos, para no compartir con ellos los hijos que dé a luz y la placenta que salga de sus entrañas; todo ello se lo comerá a escondidas, pues no habrá nada que comer durante el ataque del enemigo a tus ciudades.

DEUTERONOMIO 28:47-57 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

pues no serviste al SEÑOR tu Dios con gozo y alegría cuando tenías de todo en abundancia. Por eso sufrirás hambre y sed, desnudez y pobreza extrema, y serás esclavo de los enemigos que el SEÑOR enviará contra ti. Ellos te pondrán un yugo de hierro sobre el cuello, y te destruirán por completo. »El SEÑOR levantará contra ti una nación muy lejana, cuyo idioma no podrás entender; vendrá de los confines de la tierra, veloz como un águila. Esta nación tendrá un aspecto feroz y no respetará a los viejos ni se compadecerá de los jóvenes. Devorará las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra, hasta aniquilarte. No te dejará trigo, ni mosto ni aceite, ni terneras en las manadas, ni corderos en los rebaños. ¡Te dejará completamente arruinado! Te acorralará en todas las ciudades de tu tierra; te sitiará hasta que se derrumben esas murallas fortificadas en las que has confiado. ¡Te asediará en toda la tierra y en las ciudades que el SEÑOR tu Dios te ha dado! »Tal será tu sufrimiento durante el sitio de la ciudad que acabarás comiéndote el fruto de tu vientre, ¡la carne misma de los hijos y las hijas que el SEÑOR tu Dios te ha dado! Aun el más tierno y sensible de tus hombres no tendrá compasión de su propio hermano, ni de la esposa que ama, ni de los hijos que todavía le queden, hasta tal punto que no compartirá con ellos nada de la carne de sus hijos que se esté comiendo, pues será todo lo que le quede. »Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades que aun la más tierna y sensible de tus mujeres, tan sensible y tierna que no se atrevería a rozar el suelo con la planta de los pies, no tendrá compasión de su propio esposo al que ama, ni de sus hijos ni de sus hijas. No compartirá el hijo que acaba de parir, ni su placenta, sino que se los comerá en secreto, pues será lo único que le quede. ¡Tal será la angustia que te hará sentir tu enemigo durante el asedio de todas tus ciudades!