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DEUTERONOMIO 27:1-26

DEUTERONOMIO 27:1-26 Reina Valera 2020 (RV2020)

Moisés y los ancianos de Israel dijeron al pueblo: —Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. El día que pases el Jordán para entrar a la tierra que el Señor, tu Dios, te da, levantarás piedras grandes, las revocarás con cal y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, tierra que fluye leche y miel, como el Señor, el Dios de tus padres, te ha dicho. Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, las revocarás con cal y edificarás allí un altar al Señor, tu Dios, un altar de piedras; no las labrarás con instrumentos de hierro. De piedras enteras edificarás el altar del Señor, tu Dios, y ofrecerás sobre él un holocausto al Señor, tu Dios. Sacrificarás ofrendas de paz, comerás allí y te alegrarás delante del Señor, tu Dios. Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley. Después Moisés, junto con los sacerdotes levitas, dijo a todo Israel: —Guarda silencio y escucha, Israel. Hoy has pasado a ser el pueblo del Señor, tu Dios. Oirás, pues, la voz del Señor, tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos que yo te ordeno hoy. Aquel día Moisés ordenó al pueblo: —Cuando hayas pasado el Jordán, Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo. Y Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición. Los levitas hablarán y dirán a todo hombre de Israel en voz alta: Maldito el hombre que haga una escultura o una imagen de fundición, cosa abominable para el Señor, obra de manos de artífice, y la ponga en lugar oculto. Y todo el pueblo responderá: Amén. Maldito el que deshonre a su padre o a su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que desplace el límite de las propiedades de su prójimo. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que haga errar al ciego en el camino. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que pervierta el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, pues con ello descubre la intimidad de su padre. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que tenga cópula con cualquier bestia. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que se acueste con su hermana, la hija de su padre o de su madre. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que se acueste con su suegra. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que mate a su prójimo en lo oculto. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que reciba soborno para quitar la vida a un inocente. Y todo el pueblo dirá: Amén. Maldito el que no confirme las palabras de esta ley para cumplirlas. Y todo el pueblo dirá: Amén.

DEUTERONOMIO 27:1-26 La Palabra (versión española) (BLP)

Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo esta orden: —Cumplid todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. El día en que cruces el Jordán para entrar en la tierra que el Señor tu Dios va a darte, erigirás unas grandes piedras, las revocarás con cal y escribirás en ellas todos los mandamientos de esta ley. Esto lo harás cuando hayas cruzado el Jordán. Así podrás entrar en la tierra que el Señor tu Dios va a darte: una tierra que mana leche y miel, tal como te prometió el Señor, el Dios de tus antepasados. Cuando estéis al otro lado del Jordán, erigiréis esas piedras en el monte Ébal, tal como os ordeno hoy y las revocarás con cal. Construirás allí un altar de piedra en honor del Señor tu Dios. No usarás ningún instrumento de hierro para labrar las piedras, porque el altar del Señor tu Dios deberá estar construido con piedras sin labrar. Sobre él ofrecerás holocaustos al Señor tu Dios; ofrecerás sacrificios de comunión y los comerás allí haciendo fiesta ante el Señor tu Dios; y sobre las piedras escribirás, de manera bien legible, todos los mandamientos de esta ley. Después, Moisés y los sacerdotes levitas dijeron a todo Israel: —¡Guarda silencio, Israel, y presta atención! Hoy te has convertido en el pueblo del Señor tu Dios. Obedecerás al Señor tu Dios y cumplirás los mandamientos y preceptos que yo te prescribo hoy. Aquel mismo día Moisés dio esta orden al pueblo: —Cuando hayáis cruzado el Jordán, las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín se situarán en el monte Garizín para pronunciar la bendición a favor del pueblo; y las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se situarán en el monte Ébal para pronunciar la maldición. Los levitas se dirigirán a todos los israelitas y proclamarán en voz alta lo siguiente: ¡Maldito sea quien haga un ídolo tallado o de metal fundido —creación humana, que el Señor abomina— y lo adore en secreto! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien desprecie a su padre o a su madre! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien mueva los mojones de su vecino! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien desvíe de su camino a un ciego! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien quebrante los derechos del inmigrante, del huérfano o de la viuda! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien se acueste con una de las mujeres de su padre, porque usurpa los derechos de su padre! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien tenga trato sexual con un animal! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien se acueste con su hermana, hija de su padre o de su madre! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien se acueste con su suegra! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien mate a escondidas a su prójimo! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien se deje sobornar para quitar la vida a un inocente! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén! ¡Maldito sea quien no cumpla y ponga en práctica los mandamientos de esta ley! Y el pueblo a una responderá: ¡Amén!

DEUTERONOMIO 27:1-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo las siguientes órdenes: “Cumplid todo lo que hoy os he ordenado. Cuando crucéis el río Jordán y entréis en la tierra que el Señor vuestro Dios os va a dar, levantaréis unas piedras grandes y las blanquearéis con cal, para escribir en ellas todas estas instrucciones que os he dado. Hacedlo en cuanto entréis en esa tierra donde la leche y la miel corren como el agua y que el Señor vuestro Dios os va a dar, tal como lo prometió a vuestros antepasados. Así que, cuando hayáis cruzado el río Jordán, levantaréis sobre el monte Ebal las piedras que os he dicho y las blanquearéis con cal. También construiréis allí un altar de piedra para el Señor vuestro Dios. Las piedras deberán ser enteras y sin labrar. Allí, en ese altar, ofreceréis al Señor vuestro Dios holocaustos y sacrificios de reconciliación; y allí, ante el Señor vuestro Dios, comeréis y haréis fiesta. En las piedras escribiréis con toda claridad estas instrucciones que os he dado.” Después Moisés, acompañado de los sacerdotes levitas, dijo a los israelitas: “Guardad silencio, israelitas, y escuchad. Hoy os habéis convertido en el pueblo del Señor vuestro Dios. Por lo tanto, debéis obedecerle y poner en práctica sus mandamientos y sus leyes que yo os ordeno hoy.” Aquel mismo día, Moisés dio al pueblo esta orden: “Cuando hayáis cruzado el río Jordán, las tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín se colocarán en el monte Guerizim para la bendición del pueblo, y las tribus de Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí se colocarán en el monte Ebal para la maldición. Los levitas se dirigirán a todos los israelitas, y en voz alta pronunciarán la siguiente declaración: ‘Maldito el que haga un ídolo o una figura de metal fundido, obra de artesano, y la ponga en un lugar oculto, pues eso repugna al Señor.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que trate con desprecio a su padre o a su madre.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que cambie los límites de la propiedad de su vecino para robarle terreno.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que desvíe de su camino a un ciego.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que cometa una injusticia con un extranjero, una viuda o un huérfano.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, pues con ello lo deshonra.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que tenga relaciones sexuales con un animal.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que se acueste con su hermana, lo mismo si lo es por parte de padre que por parte de madre.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que se acueste con su suegra.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que mate a traición a su prójimo.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que reciba dinero por matar a una persona inocente.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’ ‘Maldito el que no respete estas instrucciones ni las ponga en práctica.’ Y todo el pueblo dirá: ‘Amén.’

DEUTERONOMIO 27:1-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Moisés y los ancianos de Israel le dieron al pueblo esta orden: «Cumple todos estos mandamientos que hoy te entrego. Después de cruzar el Jordán y de entrar en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, levantarás unas piedras grandes, las revocarás con cal, y escribirás sobre ellas todas las palabras de esta ley. Esto lo harás después de cruzar el Jordán y de entrar en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, tierra donde abundan la leche y la miel, tal como el SEÑOR tu Dios se lo prometió a tus antepasados. Cuando hayas cruzado el Jordán, colocarás esas piedras sobre el monte Ebal y las revocarás con cal, tal como te lo ordeno hoy. Edificarás allí un altar de piedra en honor al SEÑOR tu Dios, pero no con piedras labradas con instrumentos de hierro, sino con piedras enteras, porque el altar del SEÑOR deberá construirse con piedras del campo. Quemarás sobre él ofrendas al SEÑOR tu Dios; ofrecerás allí sacrificios de comunión, y los comerás y te regocijarás en la presencia del SEÑOR tu Dios. Sobre las piedras de ese altar escribirás claramente todas las palabras de esta ley». Entonces Moisés y los sacerdotes levitas dijeron a todo Israel: «¡Guarda silencio, Israel, y escucha! Hoy te has convertido en el pueblo del SEÑOR tu Dios. Obedece al SEÑOR tu Dios y cumple los mandamientos y preceptos que hoy te mando». Ese mismo día Moisés le ordenó al pueblo: «Cuando hayáis cruzado el Jordán, las siguientes tribus estarán sobre el monte Guerizín para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín. »Sobre el monte Ebal estarán estas otras, para pronunciar las maldiciones: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí. »Los levitas tomarán la palabra, y en voz alta le dirán a todo el pueblo de Israel: “Maldito sea quien haga un ídolo, ya sea tallado en madera o fundido en metal, y lo ponga en un lugar secreto. Es creación de las manos de un artífice, y por lo tanto es detestable al SEÑOR”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien deshonre a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien altere los límites de la propiedad de su prójimo”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien desvíe de su camino a un ciego”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien viole los derechos del extranjero, del huérfano o de la viuda”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien se acueste con la mujer de su padre, pues con tal acción deshonra el lecho de su padre”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien tenga relaciones sexuales con un animal”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien se acueste con su hermana, hija de su padre o de su madre”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien se acueste con su suegra”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien mate a traición a su prójimo”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien acepte soborno para matar al inocente”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!” “Maldito sea quien no practique fielmente las palabras de esta ley”. Y todo el pueblo dirá: “¡Amén!”