Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

DEUTERONOMIO 23:1-25

DEUTERONOMIO 23:1-25 Reina Valera 2020 (RV2020)

No entrará en la congregación del Señor quien tenga magullados los testículos o amputado el miembro viril. No entrará el bastardo en la congregación del Señor; ni aun en la décima generación entrarán en la congregación del Señor. No entrará el amonita ni el moabita en la congregación del Señor, ni siquiera en su décima generación; no entrarán nunca en la congregación del Señor, por cuanto no se adelantaron a recibiros con pan y agua en el camino cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor, en Mesopotamia, para maldecirte. Pero no quiso el Señor, tu Dios, oír a Balaam; y el Señor, tu Dios, cambió la maldición en bendición, porque el Señor, tu Dios, te amaba. No procurarás su paz ni su bien nunca más. No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque fuiste forastero en su tierra. Los hijos que nazcan de ellos, en la tercera generación entrarán en la congregación del Señor. Cuando salgas a una campaña contra tus enemigos, te guardarás de toda cosa mala. Si hay en medio de ti alguien que no sea limpio por razón de alguna impureza acontecida de noche, saldrá fuera del campamento y no entrará en él. Pero al caer la noche se lavará con agua, y cuando se haya puesto el sol, podrá entrar en el campamento. Tendrás un lugar fuera del campamento para hacer tus necesidades. Tendrás también, como parte de tu equipo, una estaca, y cuando estés allí fuera, cavarás con ella, y luego te volverás para cubrir tus excrementos. Porque el Señor, tu Dios, anda en medio de tu campamento para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que él no vea en ti ninguna cosa inmunda y se aparte de ti. No entregarás a su señor el esclavo que huye de él y acude a ti. Habitará contigo, en medio de ti, en el lugar que escoja en alguna de tus ciudades, donde tenga a bien; no lo oprimirás. No haya prostituta entre las hijas de Israel, ni tampoco prostituto de entre los hijos de Israel. No traerás la paga de una prostituta ni el precio de un perro a la casa del Señor, tu Dios, por ningún voto, porque es algo abominable para el Señor, tu Dios, tanto lo uno como lo otro. No exigirás de tu hermano interés por el dinero, ni por los comestibles, ni por cosa alguna de la que se suele exigir interés. Del extraño podrás exigir interés, pero de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga el Señor, tu Dios, en toda la obra de tus manos, en la tierra adonde vas a entrar para tomarla en posesión. Cuando hagas voto al Señor, tu Dios, no tardes en pagarlo, porque te lo demandará el Señor, tu Dios, tenlo por seguro, y cargarías con un pecado. Si te abstienes de prometer, no habrá en ti pecado. Pero lo que haya salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo hayas prometido al Señor, tu Dios: pagarás la ofrenda voluntaria que hayas prometido con tu boca. Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte, pero no pondrás ninguna en tu cesto. Cuando entres en el sembrado de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano, pero no cortarás con la hoz las espigas de tu prójimo.

DEUTERONOMIO 23:1-25 La Palabra (versión española) (BLP)

Nadie tendrá relaciones íntimas con una de las esposas de su padre, pues eso supondría usurpar los derechos del padre. El que tenga los testículos magullados o amputado el miembro viril no será admitido en la asamblea del Señor. El bastardo no será admitido en la asamblea del Señor; tampoco podrá hacerlo ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. No serán nunca admitidos en la asamblea del Señor los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, ni aun después de la décima generación; porque no salieron a vuestro encuentro a recibiros con comida y bebida al camino, cuando cruzasteis por su territorio después de haber salido de Egipto. Además, pagaron a Balaán, hijo de Beor, de Petor, en Mesopotamia, para que te maldijese. Sin embargo, como el Señor tu Dios te ama, no quiso escuchar a Balaán y cambió la maldición en bendición. Así que, mientras vivas, no procures la paz ni el bienestar de esos pueblos. Ahora bien, no aborrezcas al edomita, porque es tu hermano; ni al egipcio, porque fuiste extranjero en su tierra; sus descendientes a partir de la tercera generación sí podrán formar parte de la asamblea del Señor. Cuando emprendas una campaña militar contra tus enemigos, evita todo aquello que pueda hacerte impuro. Si entre tus hombres hay alguien impuro por una polución nocturna, que salga del campamento y se quede fuera. Al caer la tarde se lavará con agua, y al ponerse el sol podrá regresar al campamento. Designarás un lugar fuera del campamento para hacer allí tus necesidades. Como parte de tu equipo llevarás una estaca. Cuando salgas a hacer tus necesidades, harás con ella un hoyo y luego lo volverás a tapar para cubrir tus excrementos. Harás esto porque el Señor tu Dios anda en medio de tu campamento para protegerte y darte la victoria sobre tus enemigos. Por eso tu campamento debe ser un lugar sagrado, y si él ve alguna cosa que le desagrada, dejará de acompañarte. Si un esclavo huye de su amo y te pide refugio, concédeselo. Permítele que viva en medio de ti, en el lugar que escoja dentro de una de tus ciudades donde se encuentre más a gusto; no lo oprimirás. Ningún hombre o mujer de Israel practicará la prostitución sagrada. No entregarás a la casa del Señor tu Dios, en cumplimiento de un voto, los beneficios conseguidos por medio de la prostitución sagrada, tanto masculina como femenina; ambas son abominables al Señor tu Dios. No le exijas intereses a tu hermano si le haces un préstamo de dinero, alimentos o cualquier otra cosa que se suele prestar a interés. Podrás exigirle intereses al extranjero, pero no a tu hermano. Así el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas en la tierra adonde vas a entrar para tomarla en posesión. Si le haces una promesa al Señor tu Dios, no tardes en cumplirla, porque ten por seguro que el Señor tu Dios te pedirá cuentas de ella; y si no la cumples cargarás con un pecado. No pecas, sin embargo, si te abstienes de hacer promesas. Pero, si por tu propia voluntad haces una promesa al Señor tu Dios con tus labios, sé fiel en cumplir lo que prometiste. Si entras en el viñedo de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras hasta saciarte, pero no podrás llevarte ninguna en tu cesta.

DEUTERONOMIO 23:1-25 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

“El que tenga los testículos aplastados o amputado su miembro viril, no podrá ser admitido en la congregación del Señor. “El hijo bastardo no podrá ser admitido en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación. “Los amonitas y los moabitas no serán nunca admitidos en la congregación del Señor, ni aun después de la décima generación; porque cuando pasasteis por su territorio después de haber salido de Egipto, ellos no os ofrecieron agua ni alimentos; además pagaron a Balaam, hijo de Beor, que venía de Petor de Mesopotamia, para que pronunciara una maldición contra vosotros. Pero el Señor vuestro Dios no escuchó a Balaam, sino que convirtió su maldición en una bendición para vosotros, porque os ama. No busquéis, pues, ni la paz ni el bienestar de ellos en todos los días de vuestra vida. “Ahora bien, no debéis despreciar a los edomitas, porque son parientes vuestros; ni tampoco a los egipcios, porque vosotros vivisteis en su país; la tercera generación de sus descendientes podrá entrar a formar parte de la congregación del Señor. “Cuando estéis en guerra contra vuestros enemigos y hagáis vida de campaña, procurad no cometer ningún acto indecente. Si alguno de vosotros se encuentra en estado de impureza por haber tenido un derrame durante el sueño, deberá salir del campamento y no entrar en él en todo el día. Al caer la tarde se lavará con agua, y al ponerse el sol podrá entrar nuevamente en el campamento. “Para vuestras necesidades deberéis tener un lugar fuera del campamento. En vuestro equipo llevaréis siempre una estaca, para que, cuando hayáis de hacer vuestras necesidades, cavéis un hoyo con la estaca, y luego, cuando hayáis terminado, tapéis con tierra el excremento. Porque el Señor vuestro Dios anda entre vosotros, en el campamento, para protegeros y daros la victoria sobre vuestros enemigos; por lo tanto, vuestro campamento debe ser un lugar santo, para que Dios no vea ninguna cosa indecente en él, pues de lo contrario se apartaría de vosotros. “Si un esclavo huye de su amo y os pide asilo, no lo entreguéis a su antiguo dueño. Dejadle que se quede a vivir con vosotros en la ciudad que más le guste y en el lugar que él escoja, y nadie deberá molestarle. “Ningún hombre ni mujer israelita se entregará a la prostitución practicada en cultos paganos. No permitáis que en el templo del Señor vuestro Dios se pague una promesa con el dinero ganado en semejante clase de prostitución, porque esa práctica repugna al Señor. “No exigiréis de un compatriota que os pague interés por el préstamo que le hayáis hecho, sea de dinero, de comestibles o de cualquiera de las cosas que se prestan cobrando interés. Al extranjero podréis exigirle que os pague interés sobre un préstamo, pero no debéis hacerlo a un compatriota. Así el Señor vuestro Dios os bendecirá en todo lo que hagáis en el país que vais a ocupar. “Cuando hagáis una promesa al Señor vuestro Dios, no tardéis en cumplirla, pues tened por seguro que el Señor vuestro Dios os pedirá cuentas de ello, y seréis culpables de pecado. Si no hacéis ninguna promesa, no cometeréis ningún pecado; pero si de una manera voluntaria hacéis una promesa al Señor vuestro Dios, entonces deberéis cumplirla. “Cuando entréis en la viña de vuestro prójimo, podréis comer todas las uvas que queráis, pero no podréis llevaros ninguna en la cesta. Si entráis en su trigal, podréis arrancar espigas con la mano, pero no segar el trigo con una hoz.

DEUTERONOMIO 23:1-25 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

»No podrá entrar en la asamblea del SEÑOR ningún hombre que tenga magullados los testículos o mutilado el pene. »No podrá entrar en la asamblea del SEÑOR quien haya nacido de una unión ilegítima; tampoco podrá hacerlo ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. »No podrán entrar en la asamblea del SEÑOR los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. Porque no te ofrecieron pan y agua cuando cruzaste por su territorio, después de haber salido de Egipto. Además, emplearon a Balán hijo de Beor, originario de Petor en Aram Najarayin, para que te maldijera. Sin embargo, por el amor que el SEÑOR tu Dios siente por ti, no quiso el SEÑOR escuchar a Balán, y cambió la maldición en bendición. Por eso, a lo largo de toda tu existencia no procurarás ni la paz ni el bienestar de ellos. »No aborrecerás al edomita, pues es tu hermano. Tampoco aborrecerás al egipcio, porque viviste en su país como extranjero. La tercera generación de sus descendientes sí podrá estar en la asamblea del SEÑOR. »Cuando tengas que salir en campaña de guerra contra tus enemigos, te mantendrás alejado de impurezas. Si alguno de tus hombres queda impuro por causa de una emisión nocturna, saldrá del campamento y se quedará afuera, pero se bañará al atardecer, y al ponerse el sol podrá volver al campamento. »Designarás un lugar fuera del campamento donde puedas ir a hacer tus necesidades. Como parte de tu equipo tendrás una estaca, con la que cavarás un hueco y, después de hacer tu necesidad, cubrirás tu excremento. Porque el SEÑOR tu Dios anda por tu campamento para protegerte y para entregar a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento debe ser un lugar santo; si el Señor ve algo indecente, se apartará de ti. »Si un esclavo huye de su amo y te pide refugio, no se lo entregues a su amo, sino déjalo que viva en medio de ti, en la ciudad que elija y donde se sienta a gusto. Y no lo oprimas. »Ningún hombre o mujer de Israel se dedicará a la prostitución ritual. »No lleves a la casa del SEÑOR tu Dios dineros ganados con estas prácticas, ni pagues con esos dineros ninguna ofrenda prometida, porque unos y otros son abominables al SEÑOR tu Dios. »No le cobres intereses a tu hermano sobre el dinero, los alimentos, o cualquier otra cosa que gane intereses. Cóbrale intereses a un extranjero, pero no a un hermano israelita. Así el SEÑOR tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos en el territorio del que vas a tomar posesión. »Si le haces una promesa al SEÑOR tu Dios, no tardes en cumplirla, porque sin duda él demandará que se la cumplas; si no se la cumples, habrás cometido pecado. No serás culpable si evitas hacer una promesa. Pero, si por tu propia voluntad le haces una promesa al SEÑOR tu Dios, cumple fielmente lo que le prometiste. »Si entras en la viña de tu prójimo, podrás comer todas las uvas que quieras, pero no podrás llevarte nada en tu cesto. »Si entras en el trigal de tu prójimo, podrás arrancar espigas con las manos, pero no cortar el trigo con la hoz.