DEUTERONOMIO 11:13-32
DEUTERONOMIO 11:13-32 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si obedecéis cuidadosamente a los mandamientos que yo os prescribo hoy, amáis al Señor, vuestro Dios, y le servís con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo daré la lluvia a vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía, y tú recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. Daré también hierba en tu campo para tus ganados, y comerás hasta saciarte. Cuidaos, pues, de que vuestro corazón no se deje engañar y os apartéis para servir a dioses ajenos e inclinaros delante de ellos; no sea que se encienda el furor del Señor sobre vosotros, cierre los cielos y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcáis bien pronto en esa buena tierra que os da el Señor. Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, las ataréis como señal en vuestra mano y serán como insignias entre vuestros ojos. Las enseñaréis a vuestros hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando vayas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas, para que sean vuestros días, y los días de vuestros hijos, tan numerosos sobre la tierra que el Señor juró a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra. Porque si guardáis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amáis al Señor, vuestro Dios, andáis en todos sus caminos y le seguís, el Señor también echará de vuestra presencia a todas estas naciones, y desposeeréis a naciones grandes y más poderosas que vosotros. Todo lugar que pise la planta de vuestro pie será vuestro: desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá el Señor, vuestro Dios, sobre toda la tierra que piséis, como él os ha dicho. Mirad: Yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si obedecéis los mandamientos del Señor, vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no obedecéis los mandamientos del Señor, vuestro Dios y os apartáis del camino que yo os ordeno hoy, para ir tras dioses ajenos que no habéis conocido. Cuando el Señor, tu Dios, te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim y la maldición sobre el monte Ebal, los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente, en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá, frente a Gilgal, junto al encinar de More. Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da el Señor, vuestro Dios. La tomaréis y habitaréis en ella. Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros.
DEUTERONOMIO 11:13-32 La Palabra (versión española) (BLP)
Si cumplís escrupulosamente los mandamientos que yo os prescribo hoy, amando al Señor vuestro Dios y adorándole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo haré llegar la lluvia a vuestra tierra cuando sea necesaria, en el otoño y en la primavera, para que puedas cosechar tu trigo, tu mosto y tu aceite; haré también crecer en tu campo el pasto para tu ganado, y comerás hasta saciarte. ¡Pero cuidado!, no os dejéis seducir ni os apartéis del Señor rindiendo culto a otros dioses y postrándoos ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del Señor contra vosotros, cerrará los cielos y no caerá más lluvia; la tierra no dará más frutos y vosotros no tardaréis en desaparecer de esa tierra fértil que os da el Señor. Grabad en vuestro corazón y en vuestra alma estas palabras; atadlas a vuestra muñeca como un signo, ponedlas como una señal sobre vuestra frente. Inculcádselas a vuestros hijos y habladles de ellas cuando estéis en casa y cuando vayáis de camino; cuando os acostéis y os levantéis. Escríbelas en las jambas de tu casa y en tus puertas, para que vuestra vida y la de vuestros descendientes dure en la tierra que el Señor prometió dar a tus antepasados tanto como el cielo se mantenga sobre la tierra. Si cumplís fielmente todos estos mandamientos que os prescribo para que los pongáis en práctica, si amáis al Señor vuestro Dios, seguís todos sus caminos y le sois fieles, entonces el Señor irá expulsando delante de vosotros a todas esas naciones, y os adueñaréis de ellas aunque sean más numerosas y fuertes que vosotros. Será vuestra toda la tierra que pise la planta de vuestro pie; vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Éufrates hasta el mar Occidental. Nadie podrá resistiros, porque el Señor hará que todos se amilanen ante vosotros y cunda el pánico en toda la tierra que piséis, tal como os ha prometido. Mirad, hoy os doy a elegir entre la bendición y la maldición: la bendición, si cumplís los mandamientos que yo, el Señor vuestro Dios, os prescribo hoy; la maldición, si desobedecéis los mandamientos del Señor vuestro Dios y os apartáis del camino que hoy os marco, para ir tras dioses extranjeros que no habéis conocido. Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra donde vas a entrar para tomar posesión de ella, pondrás la bendición en el monte Garizín y la maldición en el monte Ébal. ( Estos dos montes se encuentran, como es sabido, al otro lado del Jordán, detrás del camino del oeste, en el territorio de los cananeos que habitan en la Arabá, frente a Guilgal, junto al encinar de Moré). Estáis a punto de cruzar el Jordán para entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor vuestro Dios os da. Cuando os hayáis apoderado de ella y ya estéis asentados allí, poned mucho empeño en cumplir todas las normas y preceptos que os he dado hoy.
DEUTERONOMIO 11:13-32 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Si cumplís los mandamientos que os he dado en este día, y amáis al Señor vuestro Dios y lo adoráis con todo vuestro corazón y toda vuestra alma, él hará que vengan a su tiempo las lluvias de otoño y las de primavera, para que cosechéis vuestro trigo y tengáis vino y aceite. También hará que crezca hierba en el campo para vuestro ganado; y tendréis comida en abundancia. Pero cuidad de no dejaros engañar: no os apartéis del Señor para rendir culto a otros dioses. No os inclinéis ante ellos, porque el furor del Señor se encenderá contra vosotros, y no os enviará lluvia; entonces la tierra no dará sus frutos, y muy pronto moriréis en esa buena tierra que el Señor os va a dar. “Grabad estas palabras en vuestra mente y en vuestro pensamiento; atadlas como señales en vuestras manos y en vuestra frente. Instruid a vuestros hijos hablándoles de ellas tanto en la casa como en el camino, y cuando os acostéis y cuando os levantéis. Escribidlas en los postes y en las puertas de vuestras casas, para que, en la tierra que el Señor prometió dar a vuestros antepasados, sea tan larga vuestra vida y la de vuestros hijos como la existencia del cielo sobre la tierra. “Si cumplís fielmente todos estos mandamientos que hoy os ordeno poner en práctica, y si amáis al Señor vuestro Dios y le seguís fielmente en todos sus caminos, el Señor arrojará de vuestra presencia a todas esas naciones, y conquistaréis a pueblos más numerosos y fuertes. Donde plantéis el pie, allí os quedaréis. Vuestras fronteras se extenderán desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. Nadie podrá haceros frente. El Señor vuestro Dios hará cundir el pánico y el terror por dondequiera que paséis, tal como os lo ha prometido. “En este día os doy a elegir entre bendición y maldición. Bendición, si obedecéis los mandamientos del Señor vuestro Dios, que hoy os he ordenado. Maldición, si, por seguir a dioses desconocidos, desobedecéis los mandamientos del Señor vuestro Dios y os apartáis del camino que hoy os he ordenado. “Cuando el Señor vuestro Dios os haya hecho entrar en el país que vais a conquistar, pondréis la bendición en el monte Guerizim y la maldición en el monte Ebal. Estos montes están al otro lado del Jordán, en dirección de la ruta occidental, en la tierra de los cananeos que viven en la llanura, frente a Guilgal y junto a las encinas de Moré. Vosotros estáis a punto de cruzar el Jordán y conquistar el país que el Señor vuestro Dios os va a dar. Cuando ya lo hayáis conquistado y viváis en él, poned en práctica todas las leyes y decretos que hoy os he entregado.
DEUTERONOMIO 11:13-32 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Si obedecéis fielmente los mandamientos que hoy os doy, y si amáis al SEÑOR vuestro Dios y le servís con todo el corazón y con toda el alma, entonces él enviará la lluvia oportuna sobre vuestra tierra, en otoño y en primavera, para que obtengáis el trigo, el vino y el aceite. También hará que crezca hierba en los campos para vuestro ganado, y comeréis y quedaréis satisfechos. »¡Cuidado! No os dejéis seducir. No os descarriéis ni adoréis a otros dioses, ni os inclinéis ante ellos, porque entonces se encenderá la ira del SEÑOR contra vosotros, y cerrará los cielos para que no llueva; el suelo no dará sus frutos, y pronto vosotros desapareceréis de la buena tierra que os da el SEÑOR. Grabaos estas palabras en el corazón y en la mente; atadlas en vuestras manos como un signo, y llevadlas en vuestra frente como una marca. Enseñádselas a vuestros hijos y repetídselas cuando estéis en vuestra casa y cuando andéis por el camino, cuando os acostéis y cuando os levantéis; escribidlas en los postes de vuestra casa y en los portones de vuestras ciudades. Así, mientras existan los cielos sobre la tierra, vosotros y vuestros descendientes prolongaréis vuestra vida sobre la tierra que el SEÑOR juró a vuestros antepasados que les daría. »Si vosotros obedecéis todos estos mandamientos que os doy, y amáis al SEÑOR vuestro Dios, y seguís por todos sus caminos y le sois fieles, entonces el SEÑOR expulsará de vuestro territorio a todas esas naciones. Así podréis desposeerlas, aunque sean más grandes y más fuertes que vosotros. Todo lugar donde plantéis el pie será vuestro; vuestro territorio se extenderá desde el desierto hasta el monte Líbano, y desde el río Éufrates hasta el mar Mediterráneo. Nadie podrá haceros frente. Por donde quiera que vayáis, el SEÑOR vuestro Dios hará que todo el mundo sienta miedo y terror ante vosotros, como os ha prometido. »Hoy os doy a elegir entre la bendición y la maldición: bendición, si obedecéis los mandamientos que yo, el SEÑOR vuestro Dios, hoy os mando obedecer; maldición, si desobedecéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios y os apartáis del camino que hoy os mando seguir, y os vais tras dioses extraños que jamás habéis conocido. Cuando el SEÑOR vuestro Dios os haya hecho entrar en la tierra que vais a poseer, bendeciréis el monte Guerizín y maldeciréis el monte Ebal. Esos montes están al otro lado del Jordán, hacia el oeste, en el territorio de los cananeos que viven en el Arabá, en la vecindad de Guilgal, junto a las encinas de Moré. »Estáis a punto de cruzar el Jordán y entrar a tomar posesión de la tierra que os da el SEÑOR vuestro Dios. Cuando la hayáis tomado y ya estéis viviendo allí, cuidad de obedecer todos los preceptos y las normas que hoy os mando.