DEUTERONOMIO 10:1-11
DEUTERONOMIO 10:1-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
En aquel tiempo el Señor me dijo: Hazte dos tablas de piedra como las primeras, y sube al monte a encontrarte conmigo. Hazte también un arca de madera. Yo escribiré en esas tablas las palabras que estaban en las primeras que quebraste, y tú las pondrás en el arca. Hice un arca de madera de acacia, tallé dos tablas de piedra como las primeras y subí al monte con ellas en las manos. El Señor escribió en las tablas lo mismo que había escrito antes: los diez mandamientos que él había proclamado en el monte, en medio del fuego, el día de la asamblea. Y me las entregó el Señor. Entonces me volví, descendí del monte y puse las tablas en el arca que había hecho. Allí están todavía, como el Señor me lo mandó. (Después salieron los hijos de Israel de Beerot-bene-jaacán a Moserá. Allí murió Aarón y fue sepultado. Le sucedió en el sacerdocio su hijo Eleazar. De allí partieron a Gudgoda, y de Gudgoda a Jotbata, tierra de torrentes. En aquel tiempo apartó el Señor la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del Señor, para que estuviera delante del Señor y lo sirviera, y para bendecir en su nombre, hasta el día de hoy. Por eso Leví no tuvo parte ni heredad entre sus hermanos: El Señor es su heredad, como el Señor, tu Dios, le ha dicho). Yo estuve en el monte, como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. El Señor también me escuchó esta vez y no quiso destruirte. Me dijo el Señor: Levántate, disponte a marchar delante del pueblo, para que entren y tomen posesión de la tierra que juré a sus padres que les había de dar.
DEUTERONOMIO 10:1-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»En aquel tiempo el SEÑOR me dijo: “Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras, y haz un arca de madera; después de eso, sube a la montaña para encontrarte conmigo. Yo escribiré en esas tablas las mismas palabras que estaban escritas en las primeras, y después las guardarás en el arca”. »Hice, pues, el arca de madera de acacia, y tallé dos tablas de piedra como las primeras; luego subí a la montaña llevando en las manos las dos tablas. En esas tablas, que luego me entregó, el SEÑOR escribió lo mismo que había escrito antes, es decir, los diez mandamientos que os dio a vosotros el día en que estábamos todos reunidos en asamblea, cuando habló desde el fuego en la montaña. En seguida bajé de la montaña y guardé las tablas en el arca que había hecho. Y allí permanecen, tal como me lo ordenó el SEÑOR». Después los israelitas se trasladaron de los pozos de Berot Bené Yacán a Moserá. Allí murió Aarón y fue sepultado, y su hijo Eleazar le sucedió en el sacerdocio. De allí se fueron a Gudgoda, y siguieron hasta Jotbata, tierra con abundantes corrientes de agua. En aquel tiempo el SEÑOR designó la tribu de Leví para llevar el arca del pacto y estar en su presencia, y para ministrar y pronunciar bendiciones en su nombre, como hasta hoy lo hace. Por eso los levitas no tienen patrimonio alguno entre sus hermanos, pues el SEÑOR es su herencia, como él mismo lo ha declarado. SEÑOR «Yo me quedé en la montaña cuarenta días y cuarenta noches, como hice la primera vez, y también esta vez el SEÑOR me escuchó. Como no era su voluntad destruiros, el SEÑOR me dijo: “Ve y guía al pueblo en su camino, para que entren y tomen posesión de la tierra que juré a sus antepasados que les daría”.
DEUTERONOMIO 10:1-11 La Palabra (versión española) (BLP)
En aquella ocasión el Señor me dijo: Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras y súbemelas al monte. Haz también un Arca de madera. Yo escribiré en las tablas lo mismo que había en las otras, las que tú hiciste añicos, y las pondrás en el Arca. Hice, pues, un Arca de madera de acacia, tallé dos tablas de piedra iguales a las primeras y subí al monte llevando en mis manos las dos tablas. El Señor escribió en las tablas lo mismo que había escrito en las anteriores, los diez mandamientos que os promulgó en el monte, en medio del fuego, el día de la asamblea y me las entregó. Yo descendí del monte y deposité las tablas dentro del Arca que había hecho. Y allí están aún, como me ordenó el Señor. Los israelitas partieron de los pozos de Bené Jacán y se dirigieron a Moserá. Allí murió Aarón y allí lo enterraron. Su hijo Eleazar le sucedió en el sacerdocio. De allí se dirigieron a Gudgoda, y siguieron hasta Jotbatá, una región de abundantes torrentes. En aquella ocasión el Señor apartó a la tribu de Leví para que transportara el Arca de la alianza del Señor y estuviera a disposición del Señor para servirle y pronunciar bendiciones en su nombre, como lo viene haciendo hasta hoy. Por eso Leví no tiene parte ni heredad entre sus hermanos; su heredad es el Señor, tal como el mismo Señor tu Dios le prometió. Yo permanecí en la montaña, como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. Y una vez más el Señor me escuchó y no quiso destruirte, sino que me dijo: Anda, ponte al mando y guía al pueblo, para que entren a tomar posesión de la tierra que juré dar a sus antepasados.
DEUTERONOMIO 10:1-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Entonces el Señor me dijo: ‘Corta tú mismo dos tablas de piedra iguales a las primeras, y haz también un arca de madera y sube al monte para hablar conmigo. Yo escribiré en esas tablas las mismas palabras que estaban escritas en las primeras, las que tú rompiste, y las guardarás en el arca.’ “Hice, pues, un arca de madera de acacia, corté las dos tablas de piedra y subí con ellas al monte. Y el Señor escribió en las tablas los diez mandamientos, tal como lo había hecho la primera vez que os habló en el monte, de en medio del fuego, cuando todos estábamos reunidos. Me las dio y yo bajé del monte; luego puse las tablas en el arca, como el Señor me lo había ordenado, y todavía están allí.” (Los israelitas partieron de Beerot-bené-jaacán, y se dirigieron a Moserá. Allí murió Aarón y fue sepultado, y su hijo Eleazar ocupó su lugar como sacerdote. De allí salieron para Gudgoda, y de Gudgoda fueron a Jotbata, región en la que abunda el agua. Fue entonces cuando el Señor escogió a la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del Señor y estuviera en su presencia para ofrecerle culto y dar la bendición en su nombre, como lo siguen haciendo hasta hoy. Por eso los levitas no han tenido parte ni herencia entre sus hermanos, porque su herencia es el Señor, tal como el Señor mismo lo anunció.) “Yo estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, lo mismo que la primera vez, y también esta vez el Señor me escuchó y no quiso destruiros sino que me dijo: ‘Anda, prepárate a salir al frente del pueblo, para que vayan y conquisten el país que prometí a sus antepasados que les daría.’