DANIEL 7:8-11
DANIEL 7:8-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Mientras yo contemplaba los cuernos, otro cuerno pequeño salió entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros. Este cuerno tenía ojos humanos y una boca que hablaba con gran insolencia. Estuve mirando hasta que fueron puestos unos tronos y se sentó un Anciano de días. Su vestido era blanco como la nieve; el pelo de su cabeza, como lana limpia; su trono, llama de fuego, y fuego ardiente sus ruedas. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; miles de miles le servían, y millones de millones estaban delante de él. El Juez se sentó y los libros fueron abiertos. Yo seguía mirando, asustado por las palabras insolentes que profería el cuerno; y mientras miraba, mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para quemarlo en el fuego.
DANIEL 7:8-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Estaba yo mirándolos, cuando de pronto vi que, entre los diez cuernos, aparecía otro más pequeño. Para hacerle sitio, tuvieron que arrancar tres de los anteriores. Aquel nuevo cuerno tenía ojos humanos y una boca que hablaba con insolencia. Mientras seguía mirando, pude ver cómo colocaban unos tronos y cómo se sentaba un anciano. Su ropa era blanca como la nieve, y sus cabellos parecían lana purísima. Su trono eran llamas, y las ruedas que lo sostenían, fuego ardiente. Por delante de él manaba un río de fuego. Le servían miles y miles; sus asistentes se contaban por millones. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros. Yo seguía mirando, asustado por las palabras insolentes que profería el cuerno. Entonces vi que mataban a la bestia, troceaban su cuerpo y lo arrojaban al fuego.
DANIEL 7:8-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Mientras yo estaba mirando los cuernos, vi que de entre ellos salía otro cuerno más pequeño; y le arrancaron tres cuernos, para dejar lugar al último que le había salido, que tenía ojos como los de un ser humano y una boca que hablaba con mucha arrogancia. “Seguí mirando hasta que fueron puestos unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello era como lana limpia. El trono y sus ruedas eran llamas de fuego, y un río de fuego salía de delante de él. Miles y miles le servían y millones y millones estaban de pie en su presencia. El tribunal dio principio a la sesión y los libros fueron abiertos. “Yo estaba mirando, atraído por las cosas arrogantes que el cuerno pequeño decía; y mientras miraba, mataron al monstruo y lo despedazaron. Luego lo arrojaron al fuego, para que se quemara.
DANIEL 7:8-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Mientras me fijaba en los cuernos, vi surgir entre ellos otro cuerno más pequeño. Por causa de este fueron arrancados tres de los primeros. El cuerno pequeño parecía tener ojos humanos, y una boca que profería insolencias. »Mientras yo observaba esto, se colocaron unos tronos, y tomó asiento un venerable Anciano. Su ropa era blanca como la nieve, y su cabello, blanco como la lana. Su trono y las ruedas de este centelleaban como el fuego. De su presencia brotaba un torrente de fuego. Miles de millares le servían, centenares de miles lo atendían. Al iniciarse el juicio, los libros fueron abiertos. »Yo me quedé mirando a causa de las grandes insolencias que profería el cuerno. Seguí mirando hasta que a esta bestia la mataron, la descuartizaron y echaron los pedazos al fuego ardiente.