DANIEL 2:10-11
DANIEL 2:10-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Los astrólogos respondieron al rey: —No hay nadie en el mundo que pueda responder a lo que pide su majestad. Y tampoco ha existido un rey, por muy grande y poderoso que haya sido, que haya preguntado cosa semejante a ningún mago, adivino o astrólogo. Lo que pide su majestad es algo muy difícil. Nadie puede darlo a conocer al rey, excepto los dioses, que no habitan entre los mortales.
DANIEL 2:10-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Los caldeos respondieron al rey: —No hay nadie en el mundo que pueda resolver lo que pide su majestad. Además, ningún rey, príncipe ni señor preguntó cosa semejante a ningún mago ni astrólogo ni caldeo. Porque lo que pide su majestad es difícil, y nadie puede darlo a conocer al rey, salvo los dioses, que no habitan entre los mortales.
DANIEL 2:10-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Los astrólogos respondieron al rey: —No hay nadie en el mundo que pueda responder a lo que pide su majestad. Y tampoco ha existido un rey, por muy grande y poderoso que haya sido, que haya preguntado cosa semejante a ningún mago, adivino o astrólogo. Lo que pide su majestad es algo muy difícil. Nadie puede darlo a conocer al rey, excepto los dioses, que no habitan entre los mortales.
DANIEL 2:10-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
–No hay en el mundo –respondieron los sabios– quien pueda decir lo que Su Majestad desea saber. Por otra parte, ningún rey, por grande y poderoso que haya sido, ha pedido jamás semejante cosa a ningún mago, adivino o sabio. Lo que Su Majestad pide es tan difícil, que nadie podrá decírselo, a no ser los dioses. ¡Pero ellos no viven entre los hombres!
DANIEL 2:10-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces los astrólogos le respondieron: ―¡No hay nadie en la tierra capaz de hacer lo que el rey nos pide! ¡Jamás a ningún rey se le ha ocurrido pedirle tal cosa a ningún mago, hechicero o astrólogo! Lo que el rey nos pide raya en lo imposible, y nadie podrá revelárselo, a no ser los dioses. ¡Pero ellos no viven entre nosotros!