COLOSENSES 1:19-22
COLOSENSES 1:19-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Dios, en efecto, tuvo a bien hacer habitar en Cristo la plenitud y por medio de él reconciliar consigo a todos los seres: a los que están en la tierra y a los que están en el cielo, realizando así la paz mediante la muerte de Cristo en la cruz. También vosotros estuvisteis en otro tiempo lejos de Dios y fuisteis sus enemigos por el modo de pensar y por las malas acciones. Ahora, en cambio, por la muerte que Cristo ha sufrido en su cuerpo mortal, Dios ha hecho la paz con vosotros para admitiros en su presencia como a pueblo consagrado, sin mancha y sin tacha.
COLOSENSES 1:19-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque al Padre le agradó que en él habitara toda la plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los cielos, y hacer la paz mediante la sangre de su cruz. También a vosotros, que erais en otro tiempo extraños y enemigos tanto por vuestros pensamientos como por vuestras malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo físico, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él
COLOSENSES 1:19-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Dios quiso habitar plenamente en Cristo, y por medio de Cristo quiso poner en paz consigo mismo al universo entero, tanto lo que está en la tierra como lo que está en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz. Vosotros erais antes extranjeros y enemigos de Dios en vuestro corazón, por las cosas malas que hacíais, pero ahora Cristo os ha reconciliado mediante la muerte que padeció en su cuerpo. Y lo hizo para que estéis en su presencia, santos, sin mancha y sin culpa.
COLOSENSES 1:19-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz. En otro tiempo vosotros, por vuestra actitud y vuestras malas acciones, estabais alejados de Dios y erais sus enemigos. Pero ahora Dios, a fin de presentaros santos, intachables e irreprochables delante de él, os ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte