AMÓS 7:1-17
AMÓS 7:1-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Esto me ha mostrado el Señor: Él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tardío, el heno tardío que viene después de las cosechas del rey. Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra, yo dije: «Señor, por favor, perdona ahora a Jacob. ¿Cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió el Señor de esto: «No será», dijo el Señor. El Señor me ha mostrado esto: el Señor llamaba al fuego para juzgar; y el fuego consumió el gran abismo y también una parte de la tierra. Y dije: «Señor, detente, por favor; pues ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió el Señor de esto: «No será esto tampoco», dijo el Señor. Me ha mostrado también esto: El Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una plomada de albañil. El Señor entonces me preguntó: —¿Qué ves, Amós? Yo respondí: —Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: —Yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, los santuarios de Israel serán asolados y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam. Entonces el sacerdote Amasías de Bet-el envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós se ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede tolerar todas sus palabras. Porque así ha dicho Amós: “Jeroboam morirá a espada, e Israel será llevado de su tierra en cautiverio”». Y Amasías dijo a Amós: —Vidente, vete, márchate a tierra de Judá, come allá tu pan y profetiza allá; pero no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino. Entonces respondió Amós y dijo a Amasías: —No soy profeta ni hijo de profeta, sino boyero, y recojo higos silvestres. Pero el Señor me quitó de andar tras el ganado, y me dijo: «Ve y profetiza a mi pueblo Israel». Ahora, pues, oye palabra del Señor. Tú me dices: «No profetices contra Israel ni hables contra la casa de Isaac». Por tanto, así ha dicho el Señor: «Tu mujer ejercerá la prostitución en medio de la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada y tu tierra será repartida por suertes; tú morirás en tierra inmunda e Israel será llevado cautivo lejos de su país».
AMÓS 7:1-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Esto me mostró el Señor Dios: comenzaba a crecer la hierba, la que brota a continuación de la que se corta para el rey, cuando [Dios] preparó una plaga de langostas. Al verlas dispuestas a devorar toda la hierba del país, dije: «Perdona, te lo ruego, Señor mi Dios, pues, ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió de ello el Señor y dijo: «Eso no sucederá» —aseguró el Señor. El Señor Dios me mostró otra visión: convocaba el Señor Dios a un juicio por fuego; [el fuego] había devorado al gran abismo y amenazaba con devorar al territorio. Entonces dije: «Señor Dios, detente, te lo pido por favor; pues, ¿cómo podrá resistir Jacob, siendo como es tan pequeño?». Se arrepintió de ello el Señor y dijo: «Tampoco eso sucederá» —aseguró el Señor Dios. [El Señor] me mostró otra visión: estaba mi Dios sobre una muralla, sosteniendo con la mano una plomada. El Señor preguntó: «¿Qué ves Amós?». Yo respondí: «Veo una plomada». Entonces mi Dios replicó: «Pues yo aplicaré una plomada a Israel y no le toleraré [un pecado] más. Serán devastados los altozanos de Isaac, arrasados los santuarios de Israel; entonces pelearé espada en mano contra la dinastía de Jeroboán». Amasías, sacerdote de Betel, envió a decir a Jeroboán, rey de Israel: «Amós anda conspirando contra ti en medio de Israel y el país no puede tolerar más sus palabras, pues anda diciendo que Jeroboán morirá a espada y todo Israel será deportado lejos de su tierra». Así que Amasías dijo a Amós: —Vete, vidente, y ponte a salvo en el país de Judá donde puedes ganarte el pan profetizando allí. Pero no vuelvas a profetizar en Betel porque aquí está el santuario del rey, el templo real. Amós respondió a Amasías: —Yo no soy un profeta de profesión. Yo estaba al cuidado del ganado y cultivaba higueras. Pero el Señor me hizo dejar el rebaño y me dijo: Vete a hablar de mi parte a mi pueblo Israel. Ahora pues, escucha la palabra del Señor: Tú dices: «¡No hables de parte de Dios contra Israel, no pronuncies oráculos contra la estirpe de Isaac!». Pues así habla el Señor: Tu mujer ejercerá de prostituta en plena ciudad; tus hijos e hijas sucumbirán a filo de espada; echarán a suertes tus tierras y tú morirás en un territorio impuro. Israel será deportado sin remedio lejos de su tierra.
AMÓS 7:1-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Esto me mostró el Señor: Cuando apenas comenzaba a brotar la siembra tardía, la que se hace después de la cosecha del rey, vi al Señor creando langostas. Y cuando las langostas ya estaban comiéndose hasta la última hierba, dije: –¡Señor, perdónanos! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño? Entonces el Señor desistió de su propósito y dijo: –¡Eso no sucederá! Esto me mostró el Señor: Le vi enviar como castigo un fuego abrasador, que secó por completo el gran mar profundo y que estaba acabando también con los campos. Yo dije: –¡Deténte, Señor, por favor! ¿Cómo va a resistir tu pueblo Jacob, si es tan pequeño? Entonces el Señor desistió de su propósito y dijo: –¡Tampoco esto sucederá! El Señor me mostró también esto: Estaba él junto a un muro y tenía en la mano una plomada de albañil, y me preguntó: –¿Qué ves, Amós? –Una plomada de albañil –respondí. Entonces me dijo: –Pues con esta plomada de albañil voy a ver cómo es de recta la conducta de mi pueblo Israel. No le voy a perdonar ni una vez más. Los santuarios de Isaac serán destruidos y los templos de Israel quedarán en ruinas. ¡Alzaré la espada contra la familia de Jeroboam! Amasías, sacerdote de Betel, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: “Amós anda entre la gente de Israel, conspirando contra Su Majestad. El país ya no puede soportar que siga hablando. Porque anda por ahí diciendo: ‘Jeroboam morirá a filo de espada y todo el pueblo de Israel será llevado al destierro.’ ” Luego, Amasías ordenó a Amós: –¡Largo de aquí, profeta! Si quieres ganarte la vida profetizando, vete a Judá; pero no profetices más en Betel, porque es santuario del rey y templo principal del reino. Pero Amós le contestó: –Yo no soy profeta ni pretendo serlo. Me gano la vida cuidando ovejas y recogiendo higos silvestres; pero el Señor me quitó de andar cuidando ovejas y me dijo: ‘Ve y habla en mi nombre a mi pueblo Israel.’ Por lo tanto, oye la palabra del Señor. Esto es lo que tú dices: ‘No hables nada en nombre de Dios contra Israel, ni digas nada contra los descendientes de Isaac.’ Pero esto es lo que dice el Señor: ‘Tu mujer se prostituirá en plena ciudad, tus hijos y tus hijas morirán a filo de espada, tus tierras serán repartidas por suertes, tú morirás en tierra de paganos y los israelitas serán llevados cautivos lejos de su tierra.’
AMÓS 7:1-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR omnipotente me mostró esta visión: Empezaba a crecer la hierba después de la siega que corresponde al rey, y vi al Señor preparando enjambres de langostas. Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé: ―¡SEÑOR mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño? Entonces el SEÑOR se compadeció y dijo: ―Esto no va a suceder. El SEÑOR omnipotente me mostró entonces otra visión: Vi al SEÑOR llamar a juicio con un fuego que devoraba el gran abismo y consumía los campos. Y exclamé: ―¡Detente, SEÑOR mi Dios, te lo ruego! ¿Cómo sobrevivirá Jacob, si es tan pequeño? Entonces el SEÑOR se compadeció y dijo: ―Esto tampoco va a suceder. El Señor me mostró otra visión: Estaba él de pie junto a un muro construido a plomo, y tenía una cuerda de plomada en la mano. Y el SEÑOR me preguntó: ―¿Qué ves, Amós? ―Una cuerda de plomada —respondí. Entonces el Señor dijo: ―Mira, voy a tirar la plomada en medio de mi pueblo Israel; no volveré a perdonarlo. »Los altares paganos de Isaac serán destruidos, y arruinados los santuarios de Israel; me levantaré con espada contra el palacio de Jeroboán». Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió un mensaje a Jeroboán rey de Israel: «Amós está conspirando contra ti en medio de Israel. El país ya no aguanta tanta palabrería de Amós, porque anda diciendo: »“Jeroboán morirá a espada, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra”». Entonces Amasías le dijo a Amós: ―¡Largo de aquí, vidente! ¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá! No vuelvas a profetizar en Betel, porque este es el santuario del rey; es el templo del reino. Amós le respondió a Amasías: ―Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que cuido ovejas y cultivo higueras. Pero el SEÑOR me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”. Así que oye la palabra del SEÑOR. Tú dices: »“No profetices contra Israel; deja de predicar contra los descendientes de Isaac”. »Por eso, así dice el SEÑOR: »“Tu esposa se prostituirá en la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada. Tu tierra será medida y repartida, y tú mismo morirás en un país pagano. E Israel será llevado cautivo lejos de su tierra”».