AMÓS 5:4-15
AMÓS 5:4-15 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero así dice el Señor a la casa de Israel: Buscadme y viviréis; mas no busquéis a Bet-el ni entréis en Gilgal ni paséis a Beerseba, porque Gilgal será llevada en cautiverio y Bet-el será deshecha. Buscad al Señor y vivid, no sea que venga como fuego sobre la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague. ¡Ay de los que convierten en juicio en amargura y arrojan por el suelo la justicia! Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, al que vuelve las tinieblas en mañana y hace oscurecer el día como noche; al que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra: El Señor es su nombre. Él trae la ruina sobre el fuerte y hace caer la destrucción sobre la fortaleza. Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto detestaron. Por tanto, puesto que humilláis al pobre y recibís de él carga de trigo, no habitaréis las casas de piedra labrada que edificasteis ni beberéis del vino de las hermosas viñas que plantasteis. Conozco vuestras muchas rebeliones y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, aceptáis sobornos y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo. Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis; y así el Señor, Dios de los ejércitos, estará con vosotros, como decís. Aborreced el mal, amad el bien y estableced la justicia en juicio; quizá el Señor, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.
AMÓS 5:4-15 La Palabra (versión española) (BLP)
Pues esto dice el Señor a Israel: Buscadme si queréis vivir. No busquéis nada en Betel, no os dirijáis a Guilgal, no os encaminéis a Berseba; Guilgal será deportada sin remedio y Betel quedará reducida a la nada. Buscad al Señor y tendréis vida; no sea que prenda fuego a la casa de José sin que haya en Betel quien lo apague. ¡Ay de los que cambian el derecho en amargura y arrastran por tierra la justicia! Él es quien ha creado el Orión y las Pléyades, el que cambia en amanecer la oscuridad y hace que el día dé paso a la noche; él es quien convoca las aguas del mar y las derrama sobre la superficie de la tierra: su nombre es el Señor. Él es quien acarrea la ruina a los fuertes y hace que la fortaleza se desplome. Mas ellos odian a quien pide un juicio justo y detestan al que testifica con verdad. Y porque pisoteáis al indigente exigiéndole el impuesto del grano, no habitaréis esas casas construidas sirviéndoos de piedras talladas, ni tampoco beberéis el vino de los selectos viñedos que plantasteis. Conozco vuestras muchas rebeldías y vuestros innumerables pecados: aplastáis al inocente, aceptáis sobornos, atropelláis al desvalido en el tribunal. Por eso, guarde silencio el prudente, porque estamos en tiempo de desgracia. Buscad el bien y no el mal; así viviréis y el Señor, Dios del universo, estará con vosotros, según decís. Detestad el mal y amad el bien; implantad el derecho en el tribunal y quizá el Señor, Dios del universo, tenga compasión del resto de José.
AMÓS 5:4-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Así dice el Señor a los israelitas: “Acudid a mí, y viviréis. No acudáis a Betel, no vayáis a Guilgal ni paséis por Beerseba, porque Guilgal irá sin remedio al destierro y Betel quedará convertida en ruinas.” Acudid al Señor, y viviréis; de otro modo, él enviará fuego sobre el reino de Israel y no habrá en Betel quien lo apague. ¡Ay de vosotros, que convertís la justicia en amargura y arrastráis por los suelos el derecho! El Señor, que hizo las Pléyades y el Orión, es quien convierte la noche en día, y el día en noche oscura; quien llama a las aguas del mar y las derrama sobre la tierra; quien desencadena la ruina sobre la fortaleza y la hace llegar sobre la fortificación. El Señor, ese es su nombre. ¡Ay de vosotros, que odiáis al defensor de la justicia y detestáis al testigo honrado! Puesto que pisoteáis al pobre y le cobráis impuestos de trigo, no podréis vivir en las casas de piedra que habéis construido ni beberéis el vino de las viñas que habéis plantado. Yo conozco vuestras muchas maldades y vuestras pecados sin fin: oprimís al justo, recibís soborno y en los tribunales hacéis que el pobre pierda su causa. Por eso, el que es sabio se calla, porque el tiempo es malo. Buscad el bien y no el mal, y viviréis; así será verdad lo que decís: que el Señor, el Dios todopoderoso, está con vosotros. ¡Odiad el mal! ¡Amad el bien! Aseguraos de que en los tribunales se hace justicia; quizá entonces el Señor, el Dios todopoderoso, tendrá piedad de los sobrevivientes de Israel.
AMÓS 5:4-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así dice el SEÑOR al reino de Israel: «Buscadme y viviréis. Pero no acudáis a Betel, ni vayáis a Guilgal, ni paséis a Berseba, porque Guilgal será llevada cautiva, y Betel, reducida a la nada». Buscad al SEÑOR y viviréis, no sea que él caiga como fuego sobre los descendientes de José, fuego que devore a Betel sin que haya quien lo apague. Vosotros convertís el derecho en amargura y echáis por tierra la justicia. El SEÑOR hizo las Pléyades y el Orión, convierte en aurora las densas tinieblas y oscurece el día hasta convertirlo en noche. Él convoca las aguas del mar y las derrama sobre la tierra. ¡Su nombre es el SEÑOR! Él reduce a la nada la fortaleza y trae la ruina sobre la plaza fuerte. Vosotros odiáis al que defiende la justicia en el tribunal y detestáis al que dice la verdad. Por eso, como pisoteáis al desvalido y le imponéis tributo de grano, no viviréis en las casas de piedra labrada que habéis construido, ni beberéis del vino de los selectos viñedos que habéis plantado. ¡Yo sé cuán numerosos son vuestros delitos, cuán grandes vuestros pecados! Vosotros oprimís al justo, exigís soborno y en los tribunales atropelláis al necesitado. Por eso en circunstancias como estas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos. Buscad el bien y no el mal, y viviréis; y así estará con vosotros el SEÑOR Dios Todopoderoso, tal como vosotros lo afirmáis. ¡Odiad el mal y amad el bien! Haced que impere la justicia en los tribunales; tal vez así el SEÑOR, el Dios Todopoderoso, tenga compasión del remanente de José.